Ser mujer también es más peligroso en el mundo virtual. De hecho, los datos de prevalencia de agresiones de género en ambos espacios son prácticamente iguales: ONU Mujeres estima que 73% de las mujeres en el mundo sufrieron algún tipo de violencia en línea durante 2022 y la ENDIREH 2021 reveló que 70.1% de las mayores de 15 años han sufrido al menos un incidente de este tipo.

En el caso del entorno digital, nueve de cada 10 fueron víctimas de la distribución de imágenes y videos íntimos sin su consentimiento. Por eso, lo que acaban de presentar el Frente Nacional para la Sororidad, la organización Defensoras Digitales y la desarrolladora digital Aurachat AI es tan importante. 

Se trata de OlimpIA, red de apoyo basada en un algoritmo desarrollado por ingenieras, diseñadoras y desarrolladoras con el objetivo de combatir violencia digital a través de un código QR. El proyecto fue presentado el 4 de septiembre y se encuentra en su primera fase.

Este servicio tiene la virtud de que eventualmente —en sus fases posteriores— podrá enlazarse con la cadena de auxilio ya instalada en beneficio de las mujeres, como la Línea Mujer y Familia 55 5533 5533 del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, donde hay apoyo psicológico y jurídico gratuito 24/7 con perspectiva de género, o SOS *765 cuyo objetivo es prevenir los feminicidios.

OlimpIA toma su nombre de la activista Olimpia Coral Melo Cruz, quien a los 18 años se convirtió en una de las nueve referidas en la estadística de ONU Mujeres. Como miles de víctimas, ella se llenó de vergüenza y culpa; creyó que era su error al grado de intentar suicidarse en tres ocasiones.

Hago una pausa en su historia para recordar que septiembre es el mes vs el suicidio y la violencia de género es un detonante poco visibilizado de la depresión profunda en la antesala de esta trágica y prevenible salida.

La historia de Olimpia cambió cuando su madre le cambió la mirada; si alguien estaba mal, era el violentador. El problema es que no había manera de castigarlo porque la ley no tipificaba lo que Olimpia y miles más en el mundo padecían. Ahí inició la travesía por nombrar.

En marzo de 2014, la Ley Olimpia vio la luz en el Congreso de Puebla y la violación a la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales se convirtió en un delito. Cinco años después, la activista pudo hacer una denuncia ante el Ministerio Público y hoy ya está integrada al Código Penal Federal, al Art. 7 de la Ley de Acceso de las Mujeres a un Vida Libre de Violencia en CDMX y en el Art. 181 del Código Penal de la capital. 

Ponerle a la app el apellido IA no es casualidad, sino un posicionamiento contundente. Una investigación de Sensity AI nos ofrece un dato escandaloso: entre el 90 y el 95% de los videos deepfake en la web son pornografía sin consentimiento y nueve de cada 10 víctimas son mujeres.

Un estudio realizado por Bumble-Ipsos en 2023 reveló que las formas más comunes de violencia digital padecidas por mujeres son ciberacoso, acoso sexual, insultos ofensivos, porno venganza y humillación corporal.

En México mayores de 12 años, el 22.8% 9.6 millones de usuarias de internet a partir de los 12 años han sido víctimas de ciberacoso, según el Módulo de Ciberacoso del INEGI 2021. Además, el Consejo Ciudadano ha atendido, entre enero de 2021 u agosto de 2024, 7 mil 030 reportes por sextorsión, registrando un aumento de 8% en los primeros ocho meses del año, respecto al mismo periodo de 2023. 

Como los cuchillos, la tecnología puede salvar vidas o destruirlas. Es una buena noticia saber que también en el espacio digital estamos unidas para tirar el patriarcado; esta tecnología sorora es un avance motivante.