En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se conmemora cada 10 de septiembre, las especialistas Norma G. Escamilla Barrientos y Erika Barrera nombran las principales señales de riesgo que nos pueden indicar que una persona tiene intenciones de quitarse la vida y cómo se puede brindar apoyo para prevenir el suicidio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) propone reducir el estigma y fomentar conversaciones abiertas en torno a este fenómeno. Para poder romper ese estigma es importante “no tenerle miedo a la palabra”, comenta Erika Barrera, directora de Intervención en Crisis en The Trevor Project México, en entrevista con La Cadera de Eva.
“A veces sentimos que si decimos la palabra suicidio, como que lo estamos llamando, estamos metiéndole la idea a las personas en la mente y definitivamente es todo lo contrario. Hablar las cosas de frente es un mecanismo de prevención. Preguntarle a la gente, ¿estás o has pensado en el suicidio? ¿Has tenido ideas de muerte? Ayuda justamente a que la persona perciba esta apertura de hablar de temas que son difíciles”, advierte Barrera.
Señales comunes de riegos para detectar
- Pueden tener mayor irritabilidad, tristeza profunda o aislamiento de amigos y familiares.
- Tienen pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras.
- Disminución en el rendimiento académico o laboral.
- Alteraciones en los patrones de sueño y alimentación, es decir, duerme o come más o menos que antes.
- Autolesiones.
- Detectar preparativos para despedirse de seres queridos o arreglar asuntos personales, por ejemplo repartir sus objetos personales o realizar cartas de despedida.
Estos son indicios de que algo está pasando con la persona que conocemos de acuerdo The Trevor Project y la especialista Erika Barrera, quien explica la teoría de Thomas Joiner en la que se habla de que hay tres elementos principales para saber si una persona está en riesgo de suicidio:
“Uno, el fallar en el sentido de pertenencia, es decir, sentirse solo, sola o sole. Número dos, el percibirse como una carga. Por ejemplo, no tener miedo a la muerte. Número tres, la capacidad adquirida de hacerse daño. Por ejemplo, no tenerle miedo a la muerte. Este punto está muy presente en las personas que se auto lesionan, por ejemplo, ya que cada vez lo hacen de forma más profunda, cada vez lo hacen de manera más recurrente”, comenta.
Por su parte, la psicoterapeuta Norma G. Escamilla Barrientos, explica que las señales se pueden medir por nivel de riesgo, es decir, nivel bajo, medio y alto. Un riesgo bajo es cuando una persona experimenta una pérdida y siente o piensa que ya no quiere vivir.
“Eso forma parte, como del duelo pero no necesariamente nos va a llevar a un suicidio y entonces ahí es un riesgo bajo”, señala Norma G.
El riesgo medio, es donde las personas ya no solo experimentan pensamientos suicidas sino que ya están pensando en la ejecución, “ahí ya hay un paso más que ya no es así como el pensamiento como en el duelo solamente, sino que ya lo está pensando constantemente y ahí le llamamos ideación”, advierte la también consultora externa en temas de género, derechos humanos, liderazgo de mujeres y prevención de la violencia Norma G.
Por último, el riesgo alto, es cuando la persona ya tiene todo planeado para la ejecución y finalmente lo realiza. En este sentido, la especialista señala que en el riesgo medio es donde se debe poner atención para lograr prevenir y apoyar a las personas que estén en riesgo.
¿Cómo apoyar y prevenir?
- Acudir con especialistas en la salud como psiquiatras o psicólogas o psicólogos.
- Crear entornos en donde se sientan reconocidas, validadas y respetadas
- permitiendo su libre expresión sin temor a juicios o exclusión.
- Fomentar relaciones personales y comunitarias que ofrezcan soporte emocional para las personas jóvenes.
- Implementar programas de prevención a la violencia y discriminación desde la educación básica.
- Eliminar el estigma asociado a la salud mental y la búsqueda de ayuda para promover una cultura de comprensión y apoyo.
- Creación de vínculos sociales, redes de apoyo, hablar del tema, crear alternativas de atención y apoyo,
“Para su atención existen diversas propuestas y estas dependerán del grado y riesgo de cada caso, de entrada, se recomienda algún tipo de psicoterapia, tal vez sea necesaria la intervención psiquiátrica, y desde otras perspectivas esta la terapia a través del arte, la biodanza, terapia asistida con animales, actividades físicas, entre otras”, explica Norma G. Escamilla Barrientos en una de sus colaboraciones para La Cadera de Eva.
El suicidio un fenómeno presente en todas las edades
Aunque el suicidio es un fenómeno que se presenta en todos los géneros y edades, las infancias, los adolescentes, las juventudes, las mujeres, las juventudes LGBT y los adultos mayores, son los más propensos en el aumento de la tasa de suicidios, según las expertas.
Por ejemplo, las especialistas Erika y Norma explican que la pandemia de Covid-19 detonó el suicidio en la niñez y la adolescencia porque se mantuvieron aislados, eso impactó su salud mental. De acuerdo con el INEGI, en 2020, el número de defunciones por suicidio fue de 769 personas de 10 a 17 años, de las cuales 307 mujeres y niñas, y 461 hombres y niños.
Un impacto diferenciado en la comunidad LGBT
La directora Intervención en Crisis en The Trevor Project México explica que las juventudes LGBT son más vulnerables a este fenómeno, pero no porque sean más propensos a problemas de salud mental sino que vienen factores de riesgo como la discriminación y la violencia.
“No es que las juventudesLGBTQ más tengan mayor problema de salud mental que sus pares heterosisgénero, sino que viven con más factores de riesgo y menos factores de protección que sus pares”, comenta Erika Barrera.
La Encuesta 2024 sobre Salud Mental de las Juventudes LGBTQ+ en México The Trevor Project México, revela que 58% de las juventudes LGBTQ+ que intentaron suicidarse no le contaron a nadie y 11% señaló que fue ignorado cuando alguien cercano se enteró de este acontecimiento.
Líneas de atención para la prevención del suicidio
En el caso de requerir apoyo te dejamos números de instituciones que te pueden ayudar:
The Trevor Project para juventudes LGBTQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer y más) en Estados Unidos y México. Para mensaje de texto al 55-9225-3337.
La línea de la vida del Centro de Atención Ciudadana la Línea de la Vida (CONADIC) 800 911 2000.
La Unidad de Inteligencia Epidemiológica Sanitaria 800 00 44 800.
El chat de CONFIANZA del Consejo Ciudadano del programa ¿Sí a la Vida! 5555335533.
Todas las entidades atienden las 24 horas del día los 365 días del año.
“Decirle a todos, todas y todes quienes estén enfrentando depresión o suicida que no están solos, solas, ni soles. Siempre hay alguien ahí dispuesto a apoyarles y buscar ayuda es el primer paso justamente para estar mejor”, concluye la especialista Erika.