¿Sabías que, en México, 926 mujeres al día llaman al 911 para pedir ayuda por situaciones de violencia? ¿Que cada hora, 10 mujeres son víctimas de lesiones dolosas? ¿O que cada dos minutos, una mujer sufre violencia familiar? ¿Y que, en promedio, 9 mujeres son asesinadas cada día en 2025? Estas cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reflejan una realidad urgente que no podemos ignorar.

Después de los aterradores datos… podemos coincidir en que las violencias contra las mujeres no se detienen, desde la violencia familiar; ataques con ácido, químicos o corrosivos; violaciones sexuales y otras graves violaciones a derechos humanos.  

Frente a un panorama desolador para mujeres, niñas y adolescentes, es urgente que el sistema de justicia actúe con un enfoque de género y de derechos humanos. En este contexto, hablar de la Ley Alina es indispensable. Pero, ¿por qué algunos hombres y grupos conservadores se oponen a ella? ¿Qué les incomoda de una ley que busca proteger a quienes más sufren la violencia?

Esta ley busca que la legitima defensa ponga en el centro a las mujeres, entendiendo que las vivencias que experimentan en relaciones o vínculos violentos pueden generar ansiedad, desesperación, miedo y otros impactos en su salud mental que pueden activar mecanismos de supervivencia.

La legítima defensa debe abordarse desde una perspectiva de género e interculturalidad. Es prioritario reconocer que la Ley Alina puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de una mujer en la sierra de Tamaulipas, una niña en una comunidad originaria de Guerrero, y una adolescente en la Zona Metropolitana. 

Algunos detractores de la Ley Alina aseguran que se promueve la impunidad generalizada, el detrimento en los derechos humanos de los hombres, así como ladesigualdad en sistema de justicia. Es importante recordarles que el sistema de justicia tiene una deuda histórica con las mujeres, quienes en diversas ocasiones se han enfrentado la revictimización y la impunidad. 

¡Permítanme dejar algo claro! No presenciamos un detrimento de derechos humanos de los hombres. Hablamos de romper el pacto patriarcal y renunciar a los privilegios que el sistema machista les ha otorgado a los hombres.

El 25 de abril presenciamos que hombres y grupos conservadores salieron a marchar en contra de la Ley Alina, los carteles decían “No más leyes hechas para odiar a los hombres” y “La Ley Alina es terrorismo institucional”. 

Es interesante reflexionar que las leyes han sido creadas por hombres sin contemplar las necesidades de las mujeres a lo largo de la historia. Afirmar que la Ley Alina es un acto terrorista es comparar la legitima defensa con atentados terroristas como el “11M en Madrid”, que constó de 10 explosiones en cuatro trenes en donde murieron 191 personas y hubo 2,000 heridas y heridos. A mi parecer, una comparación sacada de contexto, llena de odio y desinformación.

¿Las mujeres tendremos licencia para matar? Creo que los hombres machistas y misóginos perderán la licencia histórica que han tenido para arrebatarle la vida a las mujeres con impunidad.