El movimiento feminista ha sido un parteaguas en todo el mundo. La lucha de las mujeres por reivindicar sus derechos, ha transformado mentalidades desde su inicio; en la llamada primera ola que tiene su origen en el siglo XVIII, se ocasionó un cisma en la sociedad. Al transcurrir de los siglos, el movimiento se ha transformado, sin embargo, las ideas de cambio de percepción y el lugar de las mujeres que actualmente ocupamos en el mundo, sin duda, son gracias al movimiento social feminista.

 Las grandes pensadoras y activistas han tenido impacto en las vidas personales de las mujeres, reorganizando a las comunidades, y se han visto reflejadas en las políticas públicas en diferentes órganos de gobierno de muchos lugares en el mundo, gracias a también a su influencia en los Organismos Internacionales.

La aparición de las mujeres trans

En las diferentes etapas de este movimiento social, se ha incorporado demandas, ya que las mujeres en el mundo son diversas, no todas las mujeres son objeto del mismo grado de opresión y vulneración de sus derechos.

Es así como las mujeres trans, mujeres que se han incorporado al movimiento a partir de reconocerse como mujeres, han colocado una lucha más dentro de la agenda. El feminismo trans no es un movimiento que se inició en una fecha específica, sino que ha evolucionado a lo largo del tiempo, sin embargo, comenzó a tener mayor presencia dentro de la tercera ola del feminismo (que surge en la década de los sesenta del siglo pasado), teniendo gran influencia en el activismo LGBTQ+ y la teoría Queer, sobre todo desde la perspectiva transgénero.

Desde su aparición, no sólo han luchado por que se tengan derechos básicos como el acceso a la salud, trabajo y seguridad, sino que también están en un enfrentamiento constante por su visibilidad y aceptación como mujeres tanto en la sociedad en general, como dentro del mismo movimiento feminista.

Una lucha más por enfrentar: la trans exclusión

Esta situación ha creado una ruptura dentro del mismo movimiento, por un lado, están las feministas transincluyentes, que las aceptan como mujeres, que al igual que ellas, sufren de violencia, acoso y la opresión del patriarcado; y por el otro lado, están las feministas radicales, aquellas que niegan que sean mujeres, utilizando varios argumentos, entre ellos el de que: nacieron como hombres y lo seguirán siendo, no pueden “sentirse” mujer

Tuvimos la oportunidad de realizar una exploración en el campo, entrevistando a mujeres trans activas en el movimiento feminista, Luci[1], una mujer transfeminista menciona: no existe tal sentimiento (refiriéndose al “sentirse mujer”), porque, no nos sentimos mujeres; incluso el decir “nos identificamos”, para algunas mujeres puede causar conflicto. En mi caso no, porque así es como yo lo identifico, lo explico, lo entiendo y lo he analizado como tal, el ser mujer es una identidad, no es un sentimiento. En este sentido, “el argumento de que nacieron hombres y lo seguirán siendo”, es un argumento basado en el sexo, sin embargo, es el rol de género el que nos encasilla en ciertas formas de vestimenta, de actuar y el rol que cada persona tiene en la sociedad, según el sexo con el que nació. 

Otro argumento utilizado por las feministas radicales es que: las mujeres trans, no sufren de acoso o violencia, como la que sufre una mujer cis. Las mujeres trans también viven inseguridades que jamás habían tenido que pasar, al menos, no antes de identificarse como mujeres. Sobre esto, Luci nos dice que es algo por lo que pasa bastante, en el transporte público o en la calle, expresa: nunca falta el imbécil que me grite algo”.

Esto lo explica como experiencias únicas: Son experiencias únicas entre mujeres cis y mujeres trans pero no diferentes, simplemente hay únicas como en cada persona, así como hay mujeres que jamás han pasado por acoso en la calle, que lo dudo debido al país en el que vivimos; más bien son en mayor o menor medida, simplemente son distintas las situaciones. [...] Se olvidan mucho de que no vivimos el mismo tipo de acoso, pero al final de cuentas, lo vivimos.”

Esto demuestra, que no porque ellas no pasaron por acoso antes de identificarse como mujeres, no lo estén pasando ahora que ya lo son, al contrario, son incluso más vulnerables, ya que no hay leyes que las respalde, son invisibles ante la sociedad, pues ellas nacieron como hombres.

Esta exclusión representa para las mujeres trans una discriminación, un prejuicio e inclusive una transfobia. La falta de apoyo por parte de la comunidad feminista solo aporta una problemática más a la cual enfrentarse. El defender los derechos de las mujeres y niñas y luchar por una igualdad, no tiene por qué negar o interferir en la lucha por derechos del resto de la población. La inclusión de las mujeres trans en el pensamiento y el activismo feminista, más que ser una amenaza, podría traer un enriquecimiento a la discusión, puesto que la violencia que ellas experimentan viene del mismo enemigo a vencer desde la teoría feminista: el patriarcado.

Además, hay que debatir si los argumentos que se predican en el feminismo radical, para justificar la exclusión de las mujeres trans, también excluyen de manera inconsciente al resto de las mujeres, puesto que tenemos que comprender que somos mujeres diversas, ninguna es igual a la otra, existen etnias, razas, colores, creencias, religiones, orientaciones sexuales e identidades de género, que nos hacen únicas e irrepetibles. Cuando logremos entender realmente esto, de manera interseccional, podremos integrar no solo a las mujeres trans, también a las mujeres pobres, a las mujeres indígenas, entre muchas otras, entonces la lucha si será de mujeres, para mujeres.

[1] Entrevista realizada el 31 de mayo de 2022 a "Lucí" chica trans activista en el movimiento feminista.

Pamela Carlos Alfaro

Estudiante de la carrera de Sociología en la Facultad de Estudios Superiores Aragón UNAM, interesada en investigar y dar voz a las problemáticas actuales con perspectiva de género, así como temas relacionados a la comunidad LGBTQ+.

Tania Lizbeth Meléndez Elizalde

Socióloga, maestra y candidata a doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM. Docente en la carrera de Sociología en la FES Aragón UNAM. Líneas de investigación: sociología de la familia, sociología de la religión, perspectiva de género, cambio social y cultura.