Si partimos de la función científica que las vitaminas tienen en nuestro organismo desde el ámbito médico, sabemos que su función es la de complementar, nivelar, sustituir, y/o mantener bioquímicamente algo que nuestro cuerpo no está generando para mantenerlo sano y en buen funcionamiento.
Al respecto el Doctor Arthur J. Roberts y la Doctora Mary E. O’Brien, nos comparten en su libro Nutricéuticos, que la vitamina B6, contribuye a la síntesis de anticuerpos, a la inmunidad en adultos mayores, y a la síntesis de serotonina, que a su vez, tiene un impacto en los neurotransmisores, lo cual ayuda a contrarrestar la depresión leve, el síndrome de túnel de carpio y premenstrual, los cálculos renales y la diabetes, entre otros, y habiendo un diagnóstico médico.
Pues bien, recientemente las vitaminas se retoman en las relaciones sociales, laborales y personales, ¿Has escuchado alguna vez sobre la persona vitamina?, acá te contaré.
Este término que fue acuñado y desarrollado por la doctora y psiquiatra Marian Rojas Estapé, especialista en depresión, ansiedad y trastornos de la personalidad, la cual, a partir de estudios de casos en su clínica, plasmó en el 2021 algunas reflexiones, características y la importancia de dichas personas en su libro Encuentra tu persona vitamina. De igual forma, otros autores también retoman el tema, como el psicólogo estadounidense el Bill Waits, y Henry Rivas Weber, Gerente General de Digital Learning, quien lo enfoca más hacia el contexto laboral.
Pues bien, así como nuestro cuerpo requiere en algún momento de la vida, el apoyo de vitaminas farmacéuticas, en lo colectivo, pasa lo mismo, parte de las recomendaciones que hace la psiquiatra Marian Rojas Estapé, es buscar la oxitocina para recargar la pila a través de la persona vitamina, ¿cómo? a través de la búsqueda de un abrazo intenso, que nos saque una sonrisa o nos tranquilice, de una mirada de confianza, diciéndonos una frase de ánimo, en la cercanía de alguien que nos alegra el día, que nos haga sentirnos querides, que encuentra la palabra para calmar o enfrentar nuestras guerras internas, que nos lleve a la carcajada en pleno llanto, entre otras.
Esta persona vitamina dice la doctora Rojas regularmente tiene la capacidad de gestionar sus emociones ante la rabia, tristeza o frustración, y alguien con estas características puede acompañar a otras, y no es que elle no las viva, sólo que desarrolló una serie de herramientas durante su infancia, o, a través de un trabajo psicoterapéutico.
De igual manera, a modo de prevención, la doctora nos plantea alejarnos de personas que viven en el drama, dependientes, manipuladoras, amargadas, criticonas, envidiosas, y negativas.
Sin embargo, esto último, no lo tomemos literal, ya que todes en algún momento de la vida mostraremos estas actitudes y emociones, lo cual no necesariamente nos habla de algo negativo y/o patológico, lo es cuando nos estacionamos en algunos o en todos, de manera permanente, y entonces me parece, habría que revisarlo cada quién, y reflexionar en torno a ¿qué es aquello que deseo de los otres?, y/o, ¿qué me hace quedarme con dichas personas?.
Me parece también, que una persona vitamina no tiene por qué jugar solo ese rol, ya que, desresponsabilizaría a las demás personas.
Finalmente, como seres sociales, la interacción nos ayuda a promover el desarrollo de ciertas herramientas, como la escucha, el lenguaje, habilidades cognitivas, la tolerancia a las diferencias, la frustración, la empatía, la solidaridad, y la socialización, entre otras.
Así que bienvenidas las personas vitaminas a nuestras vidas, sin olvidar que en lo colectivo todas y todes podemos tener ese rol, si cuidamos nuestra salud mental.