Las remesas pueden ser entendidas como fondos transferidos por las personas migrantes en el extranjero a sus redes familiares, vecinales y de amistades en los países de origen. Las familias de las personas migrantes se ven beneficiadas por estos fondos enviados del exterior, con los que sostienen o complementan sus gastos y subsistencia cotidiana. Los envíos de dinero y recursos económicos hechos por las personas migrantes constituyen una de las principales fuentes de ingreso en países como México, el tercer país que más remesas recibe a nivel mundial. 

Etimológicamente, la palabra remesa viene del latín remissa, conformado por el prefijo re (que significa ‘hacia atrás’ o ‘de nuevo’, como en la palabra reconocer) y missa (‘enviado’ o ‘despedido’, como en las palabras misión y misil). Las remesas son equivalentes a las promesas en tanto definen un compromiso social, una misión pendiente y hacia el origen. Las remesas aluden a una responsabilidad adquirida, asumida o asignada (de forma obligatoria) a las personas migrantes para con su familia y su comunidad en el país natal. Este carácter vinculante permea los envíos de dinero, los cuales también son expresión de un vínculo socioafectivo.

Para la literatura de los cuidados, estos envíos son más que un recurso económico, pues revisten, en sí, un alto valor para el sostenimiento de la vida en contextos transnacionales. Incluso considerando sólo su aspecto monetario, las remesas económicas facilitan las precondiciones materiales para llevar a cabo las mismas labores de cuidados intensivos, emocionales, cotidianos e intergeneracionales. En otras palabras, se envían remesas en el marco de procesos afectivos que sostienen y se mantienen entre personas que viven en dos o más países diferentes.

Migrantes, remesas
Personas en Los Altos de Chiapas formadas para recibir remesas provenientes de Estados Unidos. Créditos: Cuartoscuro

Además, las personas migrantes aportan a sus familias y comunidades mediante conocimientos, habilidades, sistemas de creencias y prácticas sociales. Peggy Levitt acuñó el término remesas sociales para referirse a las contribuciones inmateriales de las personas migrantes, en forma de conocimientos, saberes, prácticas y valores que circulan en los canales migratorios transnacionales. Los efectos de estos flujos de bienes inmateriales dan cuenta de transformaciones en las comunidades de origen que incluyen: cambios en las jerarquías de clase, género y edad; cambios en las formas de consumo cultural y estilo de vida; cambios en las actitudes hacia la educación, la salud, la reproducción y la democracia; por último, cambios en la identidad y el sentido de pertenencia a la comunidad en el país de origen (Levitt & Lamba-Nieves, 2011).

Según datos del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, tres de cada diez remesas que llegan a México son enviadas por mujeres en Estados Unidos (país de destino para el 97% de las mujeres migrantes de México). Las mujeres envían un promedio mensual de 380 USD frente a 464 USD que envían los hombres. Del monto total de envíos, las mujeres contribuyen con el 26.5% (Cervantes, 2021). Las mujeres migrantes mexicanas en Estados Unidos contribuyen a los cuidados de sus familias a partir de envíos en especie relacionados con la salud, insumos y aparatos médicos, mejoras y adecuaciones a la vivienda (instalación de rampas, pasamanos y mobiliario), además de involucrarse en los cuidados durante sus visitas al hogar de origen.

Otros estudios señalan que las mujeres envían más remesas no monetarias que los hombres:

  • (44.4% frente a 32.7% respectivamente), que incluyen ropa, zapatos, dispositivos electrónicos, juguetes, etc. (Ramírez & Román, 2007). 

  • El protagonismo de las mujeres en los flujos migratorios hace eco con su rol de proveedoras y cuidadoras a distancia, palpable en sus contribuciones a los países de origen.                

Así, analizar el grado en el que las remesas generan transformaciones en las ideas tradicionales y prácticas culturales puede ofrecernos una mejor comprensión sobre su capacidad para disminuir las desigualdades de género, así como a desafiar las narrativas que aluden a una fuga de cuidados cuando son las mujeres quienes migran. Recomponer el concepto de remesas desde el paradigma de los cuidados, se encamina hacia el reconocimiento de las aportaciones de las mujeres migrantes en búsqueda de justicia epistémica, que resignifique las relaciones de poder y privilegio prevalentes en los contextos migratorios.

Referencias

Cervantes, J. (2021). La emigración mexicana de género femenino y el ingreso por remesas. Notas de remesas No. 7. Foro Remesas, América Latina y el Caribe. Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) y BANORTE: México

Levitt, P., & Lamba-Nieves, D. (2013). Rethinking social remittances and the migration-development nexus from the perspective of time. Migration Letters, 10(1), 11-22.

Ramírez García, T., & Román Reyes, P. (2007). Remesas femeninas y hogares en el estado de Guanajuato. Papeles de población, 13 (54), 191-224.