El 2 de noviembre está llegando y con ello, la celebración mexicana que, por excelencia, celebra la vida y da consuelo. Un día de tal envergadura no podría estar completo sin recordar a las mujeres que transformaron la historia y que son fuente inspiración, por eso, de cara a este día festejamos su historia.

Valientes, poderosas y sumamente talentosas, este grupo de mujeres desafiaron las normas establecidas y lucharon por hacerse un camino en una sociedad que intentó subordinarlas. Hoy prendemos una veladora en su nombre y les damos la bienvenida en nuestra ofrenda

Elena Garro

No importa el trabajo que se mire de Elena Garro, su talento fue desbordante y su facilidad con la palabra logró producir temores e inseguridad entre sus colegas escritores... incluyendo a su esposo, Octavio Paz. 

De acuerdo con el Centro Cultural Elena Garro, las pasiones más grandes de la escritora eran el teatro y la danza, llegando a ser coreógrafa del Teatro Universitario. Entrar en detalles de su matrimonio con Octavio Paz y la serie de violencias que vivió, no es de especial importancia en este espacio, pero sí cómo encontró una liberación importante tras su divorcio y su trabajo floreció. 

Sus obras fueron llevadas a la pantalla grande como Archibaldo Burns y Las Señoritas Vivanco, encontró un amor correspondido con Adolfo Bioy por 20 años y construyó personajes imprescindibles de la literatura mexicana. 

Ejemplo de esto es "Los recuerdos del porvenir", que ganaría el premio Xavier Villaurrutia en 1963. Es así que Elena Garro dedicó sus últimos años al teatro, la novela y al activismo en comunidades rurales, hasta su fallecimiento en 1998. 

Elena Garro nos llena el corazón por su constante lucha contra la violencia de género que dejó por sentado en sus obras de teatro como "Andarse por las ramas" y su espíritu rebelde de juventud que nunca perdió; un espíritu indoblegable contra la tiranía, el autoritarismo y el salvaje mundo patriarcal.

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Berta Cáceres

Activista indigena lenca y defensora de las tierras, Berta Cáceres fue asesinada un 3 de marzo del 2016. "Agua Zarca", un proyecto internacional se anunciaba en Honduras y produciría la explotación de los mantos acuíferos de la zona del Río Blanco, espacios ocupados por la comunidad indigena lenca. 

En respuesta, Berta Cáceres inició una revolución en el poblado, se opuso fuertemente contra el proyecto y llevó el caso a la comunidad internacional, ganando así el Premio Goldman (conocido como el Nobel Verde), un año después de recibir el galardón fue víctima de feminicidio político por el director de Agua Zarca, Roberto David Castillo quien fue condenado en 2022 a 44 años de prisión. 

En este día, recordamos a Berta Cáceres, la mujer que defendió los ríos hondureños y que, solía gritar: ¡Despertemos humanidad, ya no hay tiempo!

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Pita Amor

Existencialista, rebelde, vegetariana y en contra de cualquier tipo de violencia que lastimara a los animales, Guadalupe "Pita" Amor, es una de las figuras literarias más enigmáticas y sorprendentes de habla hispana. 

Los adjetivos para definirla sobran y es que, su irreverencia la ha convertido en una leyenda. ¿Ya mencionamos que es la pionera del cuento homosexual y lésbico?

Aunque Pita Amor provenía de uno de los senos familiares más acaudalados de la época, ella disfrutaba de escapar de su casa para pasar las tardes en las cantinas, recitar poesía y convivir con la esfera artística de la capital. 

Es así que comenzó a escribir  y su talento rápidamente comenzaría a producir incomodidad entre sus congéneres quienes rumoreaban que su trabajo era escrito por sus amantes escritores, pues ella no contaba con ninguna clase de formación académica. 

La poetisa no tardó en encarar a quienes dudaban de ella y terminaría publicando sus primeras obras a finales de los años 40s, donde exploraría el erotismo, la excentricidad, la emancipación de la mujer, la sexualidad y la vejez; todos, temas que daban dolores de cabeza a los grupos conservadores que, con fuerza, lanzaban críticas contra Pita Amor

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Murió en el año 2000 en su departamento de la Zona Rosa de la Ciudad de México, figura emblemática, incómoda, poderosa y sumamente extravagante. La recordamos en este día por su capacidad de crear los versos más ingeniosos y poner en aprietos a aquel que se atraviese a cuestionar su trabajo. A 23 años de su muerte, Pita Amor será hoy y siempre "la mujer volcán".

Cordelia Urueta

Para Cordela Urueta, el arte no se trataba de exteriorizar ideas, sino de mirar hacia los adentros de la humanidad, ¿qué hay detrás de cada vida? A partir de estos cuestionamientos, la pintora mexicana dedicó su obra a explicar el porqué las personas existen y cuál es su propósito de vivir. 

En su trabajo se exploran cuestiones sumamente oscuras sobre el mundo espiritual y también, Cordela Urueta dedicó parte de su obra a los conflictos sociales, bélicos y ecológicos, todo esto, bajo el mismo precepto: lo místico. 

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En su trabajo se encuentra una resistencia importante a la modernidad y más bien, vuelve a los orígenes de la pintura con colores sólidos, elementos de la naturaleza y expresiones muy humanas en sus personajes. ¿Otra cosa más? Cordelia Urueta fue demasiado rebelde para andar dentro de los círculos artísticos y jamás se unió a ninguna corriente de la época; prefirió pintar en libertad en la capital mexicana, no seguir ninguna filosofía, ni politizar su obra. 

Rosario Castellanos

Considerada la primera escritora feminista autoproclamada, Rosario Castellanos es una de las figuras más emblemáticas de nuestro país y para muchas mujeres, la primera escritora que las acompañó en su camino feminista.

Ensayista, narradora, dramaturga, directora de teatro y de cine, Rosario Castellanos fue pionera en muchos escenarios, quebrando el techo de cristal de la intelectualidad mexicana y abriendo la ventana para que otras pudieran entrar. Rosa Beltrán, directora de la Facultad de Literatura de la UNAM, Rosario Castellanos fue la primera mujer en obtener un reconocimiento de su obra como autora, periodista y profesora, abriendo así un camino para las generaciones más jóvenes; su figura pública tenía un gran peso y reconocimiento a nivel nacional, siendo esto parte de una gran revolución por los derechos de las comunidades indígenas, el reconocimiento de la maternidad cruda, el matrimonio como institución y la sexualidad de la mujer, pues su feminismo no quedó en la academia, sino que fue parte activa del movimiento.

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