A 4 días de que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, prohibiera el uso del lenguaje inclusivo dentro de las aulas escolares, este 7 de octubre, Chihuahua se suma a esta tendencia conservadora.
El Congreso local de Chihuahua reformuló el artículo 8º de la Ley Estatal de Educación para prohibir el lenguaje inclusivo de las escuelas de educación básica, es decir en los kinders, primarias y secundarias del estado.
La iniciativa, presentada por el PAN el 18 de octubre de 2024, fue aprobada con 17 votos a favor y 14 en contra. Una vez que se publique en el Periódico Oficial del Estado de Chihuahua, las escuelas del estado deberán abstenerse de “promover o emplear” expresiones como “todes”, “elles” o terminaciones con la letra “x” como formas de neutralidad de género en el lenguaje.
En representación de la Comisión de Educación, Cultura Física y Deporte, el diputado Carlos Olson San Vicente afirmó que el dictamen responde “con una preocupación legítima, que las nuevas generaciones no pierdan el dominio de su lengua materna ni se diluya la enseñanza del español ante la influencia de modas digitales o de formaciones lingüísticas ajenas a la regla del idioma”.
Y añadió que “la enseñanza correcta es esencial para garantizar que los estudiantes comprendan, razonen, y participen activamente en la vida social y democrática de nuestro estado”, recalcando que no se trata de “imposición, es formación con sentido”.
Incluso el 3 de octubre, cuando Bukele prohibió el uso del lenguaje inclusivo dentro de los centros de educación básica, San Vicente celebró el acto y señaló que México debe tomar una ruta similar en donde “las escuelas enseñen las reglas gramaticales y no lenguaje ideologizado que adoctrina a nuestros niños y entorpece el aprendizaje”.
El Artículo 8 integraría la fracción XXVII a la Ley Estatal de Educación, que pide “fomentar el uso correcto de las reglas gramaticales y ortográficas del idioma español”.
Esta iniciativa se suma a la ola de reformas en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, promovidas por partidos de derecha, que intentan erradicar el uso del lenguaje inclusivo dentro de las instituciones educativas y documentos administrativos bajo el argumento del “uso correcto de la lengua”
Sin lenguaje inclusivo la diversidad está es riesgo
Como te contamos en esta nota, el lenguaje inclusivo, o lenguaje incluyente no sexista, es una pequeña insurrección feminista en contra de los usos lingüísticos hegemónicos que invisibilizan a las mujeres y a las personas de la diversidad LGBTQ+, cuyo propósito es nombrar lo que durante mucho tiempo ha sido invisibilizado en el sistema hetero-cis.
El lenguaje inclusivo surge desde un impulso político de resistencia que busca construir nuevos códigos y relaciones comunes. Sin lenguaje inclusivo, se socava el derecho de las personas a autonombrarse, pues se contradice con la misma fracción I del Artículo 8 de, que señala que “Contribuir al desarrollo integral del educando para que ejerza plena y responsablemente sus capacidades con base en los más altos valores sociales, con perspectiva de género y en un marco de equidad que permita una convivencia social armónica y justa”.
La diputada de Morena, Jael Arguelles, que se declaró en contra de la reforma, argumentó que “si cuidaran las vidas de niñas, mujeres y personas de la diversidad sexual con empeño con el que defienden paredes y palabras, otra realidad tendríamos”, señalando que tal medida significa un retroceso en materia de derechos humanos, diversidad y género.
¿Por qué es importante un lenguaje incluyente y no sexista?
En México, existen diversos manuales para el uso del lenguaje incluyente y no sexista que señalan que el uso sexista de la lengua como el Antimanual de la lengua española, del CIEG-UNAM, ya sea en conversaciones informales o documentos oficiales, refuerza relaciones asimétricas, inequitativas y jerárquicas entre géneros. Esto también ocurre con la reproducción de la lengua hegemónica que excluye a las personas no binarias y trans, ya que sus identidades son borradas del lenguaje.
De acuerdo con la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995, para promover los derechos de las mujeres, SE planteó que "la proyección constante de imágenes negativas degradantes de la mujer, la utilización de roles o estereotipos que discriminan, así como los productos violentos y degradantes (…) en los medios de difusión también perjudican a la mujer y su participación en la sociedad", esto incluye la forma en la que se representa y nombran a las mujeres a través de la lengua, tanto de forma oral como escrita.
El borramiento del lenguaje de género
En enero de este año, Donald Trump anunció públicamente que su gobierno sólo reconocería “dos géneros”, el de la mujer y el del hombre. Esta medida busca eliminar el reconocimiento legal de las personas trans y borrar la existencia de quienes no encajan en el esquema binario.
El caso más reciente es el de El Salvador cuando, el pasado 3 de octubre de 2025, el presidente del país, Nayib Bukele, ordenó prohibir el uso del lenguaje inclusivo en todos los centros educativos públicos del país, lo cual despertó alertas entre activistas y personas de la comunidad LGBTQ+, como organizaciones magisteriales de El Salvador, que señalan que mientras se prohíbe el lenguaje inclusivo, las escuelas se enfrentan a recortes de presupuestos y falta de insumos.
Argentina, por el contrario, venía de un camino de reconocimiento de la identidad, cuando en 2021, bajo la administración de Fernández, se convirtió en el primer país de Latinoamérica en implementar iniciativas que permitían tener una opción no binaria con la letra “x” en el campo de “género” de los Documentos Nacionales de Identidad (DNI) y pasaportes.
Sin embargo, con la llegada de Javier Milei a la presidencia en 2023 prohibió el uso de lenguaje inclusivo de género y todo lo relacionado con la perspectiva de género en toda la administración pública nacional, y eliminó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, bajo la premisa del avance de la ideología de género, un concepto utilizado por el gremio conservador para desacreditar las luchas de las mujeres y de la comunidad LGBTQ+.
Europa no está exenta de esta forma de invisibilización. Bajo la premisa de “hablar y escribir correctamente”, en mayo de 2021 Francia —citado en el discurso de Carlos Olson— prohibió el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas, argumentando que es un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura que dificulta el aprendizaje de los alumnos.