Cuando una pareja se divorcia, la persona de la relación que dejó de trabajar y se dedicó a los cuidados o tuvo un estado de salud grave también tiene derecho a una pensión alimenticia. Por lo regular, quien solicita la pensión alimenticia son las mujeres ya que son ellas quienes renuncian a sus empleos para dedicarse a las labores de cuidado y las tareas del hogar.
Algunas de las cosas que se evalúan para considerar si una persona divorciada puede ser acreedora a la pensión son los ingresos, la capacidad de generarlos en un futuro, ahorros, nivel de vida mantenido como pareja casada y que no se haya firmado ni un documento que limite el pago de pensión, la excepción es que exista un acuerdo prematrimonial que limite el derecho a recibir pensión alimenticia.
¿Cómo se destina el monto al cónyuge después del divorcio?
Los cónyuges pueden fijar el monto de los alimentos mediante convenio o bien puede determinarlo el juez mediante sentencia. Lo que se considera para establecer el monto son los siguientes aspectos:
- Edad y estado de salud
- Grado de estudios y posibilidad de acceso a un empleo
- Medios económicos de uno y otro cónyuge de acuerdo con sus necesidades
- Otras obligaciones que tenga el cónyuge deudor
- Otras circunstancias que el Juez estime necesarias y pertinentes
¿Qué pensión le toca a una mujer separada sin hijos?
Cuando una mujer se separa tiene derecho a pensión alimenticia, aun cuando no haya hijos de por medio. Diversos códigos civiles y leyes para la familia de las entidades federativas hacen referencia al derecho de recibir pensión de alimentos que tienen los exconcubinos o las exparejas que no tengan alguna propiedad o que se hayan dedicado cotidianamente al trabajo del hogar, como las amas de casa. En estas condiciones, la mujer que tiene derecho a pensión alimenticia por el tiempo que haya durado la relación.
Ser ama de casa debe ser un trabajo remunerado
Desde 2018, la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió una sentencia en la que reconoció la importancia de las labores domésticas. Las ministras y los ministros analizaron el caso de una pareja que se había divorciado después de varias décadas de matrimonio. La mujer se había dedicado a la familia, así que no tuvo un empleo remunerado. Sus hijos eran mayores de edad, por lo que su exmarido se negaba a dar alguna pensión. Sin embargo, la Primera Sala resolvió que ella tenía derecho a una compensación, pues por haber dado todo su tiempo a cuidar de hijos y esposo, ahora no tenía los medios de supervivencia.
Foto: Cuartoscuro
Tan sólo en 2021, la Dirección Estadística de la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México registró en 2021, 6 mil 102 denuncias contra deudores alimentarios morosos. Si a esto sumamos la situación de desempleo en la que se encuentran las mujeres, la situación se complica. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), en México solo cuatro de cada 10 mujeres tienen o están en búsqueda de un empleo remunerado. Esta participación laboral femenina está por debajo del promedio mundial (48.5%) y de la región latinoamericana (49.3%).