Las mujeres fueron parte esencial del movimiento magonista; participaron como pensadoras activas, escritoras, periodistas, revolucionarias incansables que tomaron las armas. Tal es el caso de Elisa Acuña Rosete, una luchadora social cuyas ideas se alinearon con los valores del magonismo, que ha sido reivindicada durante los últimos años por el gobierno federal.
Sin embargo, la participación de las mujeres en la historia, como la de muchas otras, rara vez aparece en los planes de estudio universitarios. El magonismo, un movimiento político y social que surgió a principios del siglo XX en México, liderado por los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón, se caracterizó por su postura revolucionaria y anarcosindicalista.
Y aunque su legado ha sido ampliamente documentado, el papel de las mujeres dentro de este movimiento ha quedado relegado a los márgenes de la historia oficial.
La exclusión de las mujeres de los relatos históricos también se refleja en el presente. En México, sólo el 38.7% de las personas investigadoras inscritas al Sistema Nacional de Investigadores son mujeres, según datos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) 2022-2023.
La brecha de género en la investigación dentro de las ciencias sociales es un problema que implica poner no sólo la mente al frente de la producción científica, sino también la perspectiva de género.
Frente a esta realidad, académicas como Selene Aldana Santana, profesora en el Centro de Estudios Sociológicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, han apostado por transformar las aulas. Desde su proyecto “Las Magonistas Revoluciones”, busca reivindicar a las pensadoras mexicanas que han sido borradas del canon, integrando una perspectiva feminista en la investigación y la docencia.
La investigación con perspectiva de género
Reconstruir el archivo histórico y sociológico que se enseña en las universidades mexicanas no es una tarea sencilla, por el contrario, surge de la necesidad de expandir el tsunami feminista de América Latina de los últimos diez años a la academia.
Con más de 12 años en el campo de la enseñanza e investigación, Selene Aldana Santana vio de primera mano el levantamiento del movimiento feminista dentro y fuera de las aulas de la UNAM.
“El feminicidio de Lesvy Berlin Osorio en 2017 dentro de las instalaciones de Ciudad Universitaria en el campus central sacudió a la comunidad. (...) Hubo una proliferación grande de colectivas feministas en las distintas facultades, la movilización se vio en ejercicios de tendederas de denuncia y las asambleas separatistas, algo inédito en la UNAM”, cuenta en entrevista con La Cadera de Eva.
La efervescencia de los movimientos feministas retumbó en los salones de clase, y desde la sociología, carrera en la que Selene Aldana Santana imparte clases, surgió la pregunta: ¿Por qué en los cursos de teoría sociológica sólo se revisa a autores europeos?
Fue así cómo Selene Aldana Santana propuso un proyecto de investigación para el mejoramiento de la enseñanza, una idea que trazó junto a su compañera, la socióloga Amada Vollbert Romero. “Poco a poco fuimos explorando, en distintas tradiciones de pensamiento, la participación de las mujeres, hasta que llegamos al magonismo, y a las mujeres dentro del magonismo”.
Mujeres: pensadoras, anarquistas y magonistas
Compendios como “Las Magonistas (1900-1932)” del investigador Rubén Trejo Muñoz y publicado en 2021 recuperan textos escritos por las mujeres rebeldes que militaron en el magonismo. Para Selene Aldana Santana, las fuentes alternativas como las novelas, los cuentos, los poemas, las historias de ficción, y los periódicos, son un elemento fundamental y particular para conocer a las magonistas.
“Encontramos que para descubrir a las pensadoras hay que tomar fuentes alternativas; esas fuentes alternativas muchas veces pasan por cartas de amor, como en el caso de Rosa Luxemburgo, en donde encontramos que las cartas escritas a las amigas y las cartas de amor eran elementos importantes para entender el pensamiento de una autora como ella”.
Mujeres como las hermanas Villarreal González, Aurelia Rodríguez, Avelina Villarreal de Arriaga, Basilia Franco y Blanca de Moncaleano, son algunos de los nombres de mujeres magonistas que ya forman parte de un extenso registro que además contempla a escritoras que publicaron en los periódicos magonistas.
“La revolución necesita ser cuidada”, dice Selene Aldana Santana, recordando las palabras de su compañera de proyecto, Amada Vollbert Romero, pues han sido las mujeres quienes han hecho los trabajos de cuidados que garantizan la posibilidad de que existan figuras heroicas revolucionarias. “Para que exista un Zapata, hay mucho trabajo de cuidados hecho fundamentalmente por mujeres”.
Los desafíos para rescatar a las mujeres pensadoras pérdidas en la historiografía
La misoginia se esconde (o se muestra desenfadadamente) en cada rincón de la vida pública y privada; en el caso del pensamiento y la academia, la misógina se traduce en negarse a leer autoras, o en la simulación de apertura, pues si bien se reconoce la necesidad de recuperar las ideas de las mujeres pensadoras, finalmente no se incorpora a autoras en la bibliografía de prácticas académicas de investigación.
“Lo más importante es encontrar, de las pensadoras que vamos rastreando, qué lecciones nos dejan para nuestras propias luchas, para nuestras luchas en nuestros territorios. Por eso en este proyecto, del que formo parte, decimos a la sociedad ‘Hemos encontrado nuestras favoritas’, y nuestras favoritas han sido precisamente esas en quienes encontramos lecciones para nuestras luchas”.
Selene Aldana Santana ha encontrado a sus favoritas en las mujeres marxistas europeas que hablan de la clase desposeída, cuyas reflexiones hacen eco en América Latina, pero sobre todo y con particular afinidad en las magonistas del siglo XX. “Son más cercanas a nuestros territorios. Al encontrar el testimonio de la existencia de las magonistas, encontramos claves para entender que en nuestros territorios las mujeres siempre les ha tocado ser luchadoras sociales”.
A pesar de los retos, Selene Aldana Santana invita a hacer investigación fuera de la convencional mirada patriarcal, que caracteriza buena parte de la enseñanza universitaria en México. recuperar a las pensadoras pérdidas en la historia no es sólo una tarea de memoria, es una acción política urgente que desafía las estructuras patriarcales dentro de las academias.