El transporte público puede ser un espacio donde muchas de nosotras, a diario, nos sentimos vulnerables. El acoso sexual no es solo una molestia, es una forma de violencia con connotación lasciva que nos roba nuestra paz y seguridad, manifestándose en miradas incómodas, silbidos, tocamientos o incluso acecho.
No eres la única que lo ha sentido. Los números lo confirman: nueve de cada diez mujeres hemos vivido algún tipo de violencia sexual en el transporte público o sus alrededores en la Ciudad de México. Lo dicen los datos de ONU Mujeres y el Gobierno de la CDMX, y también un estudio de la Organización de las Naciones Unidas.
¿Te suena familiar esa sensación de miedo al moverte por la ciudad? No es una casualidad. Una encuesta de 2018 realizada por la Fundación Thomson Reuters reveló que la CDMX tiene el sistema de transporte público más peligroso para nosotras. ¡Tres de cada cuatro capitalinas tememos sufrir acoso, abuso o violencia sexual en él! Nuestra seguridad es una preocupación constante al desplazarnos.
Foto: Cuartoscuro
Además de sufrir más agresiones, gastamos más tiempo y dinero en nuestros traslados. Mientras los hombres tardan menos de 2.5 horas, nosotras podemos pasar más de 2.5 horas en nuestros trayectos diarios. Y sí, esto muchas veces nos lleva a usar más taxis (de calle o aplicación), lo que implica un mayor gasto.
Piensa en los Centros de Transferencia Modal (CETRAMs) como Indios Verdes o Pantitlán. Según un análisis de Paula Soto, investigadora de la UAM, 7 de cada 10 mujeres nos sentimos inseguras en ellos. Hemos experimentado acoso verbal, tocamientos de carácter sexual, o incluso el miedo de ser atacadas sexualmente. En Indios Verdes, ¡3 de cada 10 mujeres han presenciado masturbación y eyaculación pública frente a ellas! Es impactante, y es parte de lo que vivimos mientras hacemos nuestro día a día.
Y lo más frustrante es que, de todos estos delitos sexuales en el transporte público, hay una "cifra negra" de casi el 98%, lo que significa que solo poco más del 1% se denuncia. Esto nos lo mostró un diagnóstico de 2017 del gobierno capitalino, el Instituto de las Mujeres, El Colegio de México y ONU Mujeres México.
¿Qué es la autodefensa feminista?
Frente a esta dura realidad, ¿qué podemos hacer? Aquí es donde entra la autodefensa feminista, una herramienta poderosa que nos devuelve el control. Ana Carvajal, de Comando Colibrí (una organización feminista y autónoma que busca empodera a mujeres y otras personas en riesgo), la define como "la prevención, acción y sanación frente a las violencias, una forma de construir nuestro 'buen vivir' basado en el cuidado y la autonomía, sin depender del Estado".
Se trata de construir nuestras propias herramientas desde nuestras experiencias colectivas. Comando Colibrí nos enseña que conocer nuestro cuerpo, escuchar nuestra intuición y tener una actitud decidida son pilares fundamentales.
Claves de autodefensa
Comando Colibrí nos comparte valiosos tips de seguridad para transitar por el transporte público:
- Prioriza tus alarmas naturales, ¡tu cuerpo habla! Tu intuición es tu principal herramienta de autodefensa. ¡Escúchala! Si sientes algo incómodo, si alguien te da "mala espina", no lo dudes: acciona y busca protegerte. Puedes bajarte en un lugar seguro.
- ¡Ojo con el celular! Si toda tu atención está ahí, perdemos la noción de lo que pasa a nuestro alrededor.
- Pide seguimiento: comparte tu ubicación en tiempo real (por ejemplo, por 8 horas) con alguien de confianza.
- Haz una llamada y habla durante el trayecto. Y comunícate apenas llegues a tu destino.
- Analiza tu entorno: observa el espacio, a las personas cerca de ti y piensa en posibles rutas de escape. Identifica cualquier objeto que pueda servirte como herramienta de defensa si lo necesitas.
En taxis o Uber:
- Verifica la información: en la app, revisa que las placas y la foto coincidan con el conductor. En taxis de calle, asegúrate de que placas y tarjetón estén visibles.
- Toma y envía los datos: anota la información del vehículo y compártela con alguien.
- Elementos de seguridad: siéntate siempre en el asiento detrás del conductor. Ponle seguro a las puertas traseras. Mantén la ventana un poco abajo por si necesitas gritar o salir rápidamente.
- Sigue la ruta: ten clara la ruta y presta atención si el conductor se desvía intencionalmente.
En el Metro:
- Si alguien te está siguiendo: acércate a la pared del andén o quédate en el vagón y ¡jala la palanca de emergencia!. Si puedes, no salgas del Metro hasta que alguien se acerque a ayudarte.
- Socializa la situación: pide ayuda a las personas que estén cerca de ti. Hazlo de forma personal y directa para que sea más efectivo.
En camión:
- Siéntate cerca de la puerta.
- Si hay pocas personas, evita quedarte sola.
- Respira: la respiración consciente es clave para manejar tus emociones y te ayudará a actuar y tomar mejores decisiones. Escucha tu cuerpo y tus necesidades.
Recuerda siempre: la violencia NUNCA es tu culpa. Lo que te pasa no es tu responsabilidad y podría ocurrirle a cualquiera de nosotras.
Si deseas explorar más sobre este tema Comando Colibrí impartirá un entrenamiento focalizado en estrategias de seguridad en el espacio y transporte público los días 16 y 18 de junio a las 6:30 p.m. en Básica Estudio. Si es tu primera clase es gratis.
Recursos y medidas oficiales a nuestro alcance
Además de estas estrategias de autodefensa, hay recursos y medidas oficiales para apoyarnos:
- Comunica tu incomodidad: si puedes, enfrenta a quien te acosa y hazle saber que su comportamiento es inaceptable y ofensivo.
- Activa la palanca de seguridad: en el Metro, úsala sin dudar. En otros transportes, busca auxilio directamente con el operador de la unidad.
- Utiliza aplicaciones de seguridad: descarga la app "Mi Policía" (disponible para iOS y Android) para obtener atención inmediata frente a delitos que amenacen tu integridad.
- Reporta cualquier incidente: si eres víctima de acoso sexual o presencias un acto de acoso hacia otra persona, repórtalo a las autoridades de manera inmediata.
- Apoyo emocional y jurídico: si necesitas apoyo emocional o asesoramiento legal, puedes comunicarte con la Línea de Seguridad y Chat de Confianza del Consejo Ciudadano al número 55 5533 5533. Este servicio es gratuito, confidencial y está disponible las 24 horas del día.
- Sanciones legales: el acoso sexual en el transporte público está tipificado como un delito, y las sanciones pueden incluir de uno a tres años de prisión. Casos de violación, abuso sexual y acoso sexual contra menores de doce años conllevan penas de prisión de ocho a veinte años.
Tu seguridad es tu derecho. ¡Reclámalo!
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