Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, presentó la semana pasada 100 propuestas que serán prioridad en su agenda política para continuar con el “segundo piso” de la llamada Cuarta Transformación.
Sin embargo, uno de los pendientes que no mencionó, pero es de los más importantes, es el tema de la migración y en particular la condición de las mujeres migrantes. ONU Mujeres estima que esta población constituyen aproximadamente 20% de la población migrante en tránsito irregular por nuestro país, es decir, alrededor de 30 mil mujeres al año.
A nivel general, nuestro país tiene un gran reto en la agenda migratoria por las condiciones a las que se enfrentan al cruzar el territorio. Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se registraron al menos 14 incendios en estaciones migratorias. Una de las más grandes tragedias fue la que se registró en marzo de 2023, donde 40 migrantes perdieron la vida por el incendio de una estación en Ciudad Juárez y donde las mujeres que sobrevivieron a este hecho aún siguen en búsqueda de justicia.
A pesar de este panorama, la abogada de Estados Unidos, Mónica Ramírez, fundadora de Justicia para Mujeres Migrantes (Justice for Migrant Women, en inglés), ve una oportunidad histórica para incluir a las personas migrantes y sobre todo a las mujeres en esta nueva administración que lleva Claudia Sheinbaum.
“Son esperanzas que tenemos que la administración siga con planes de asegurar la seguridad de las mujeres incluyendo las mujeres migrantes”, comenta Mónica Ramírez en entrevista con La Cadera de Eva.
Las mujeres migrantes son vulnerables a la violencia sexual, acoso y explotación en las rutas migratorias, por parte de traficantes, autoridades, o incluso otros migrantes.
En 2003, Mónica Ramírez lanzó su primer iniciativa que puso, por primera vez en el mapa el abuso sexual contra migrantes. En su trabajo de investigación y asesoramiento legal, la abogada encontró que todas las mujeres migrantes con quienes se había relacionado para obtener datos habían sido asaltadas sexualmente en sus trabajos, como documentamos en esta nota.
Además, el equipo de Mónica Ramírez ha rastreado un fenómeno común de violencia psicológica y patrimonial, en donde, en caso de que la mujer decida hablar sobre el abuso que vivió en manos de su empleador, éste les quitará el empleo y difundirá rumores en su círculo para que la mujer y su familia, no sean contratados nuevamente, dejándolos en una situación de absoluta vulnerabilidad.
Inclusión de las mujeres migrantes en la creación de políticas
Tan solo entre enero y mayo de este año, el Instituto Nacional de Migración de México (INM) registró más de un millón 393 mil migrantes indocumentados que viajaban por México procedentes de más de 177 países y cinco continentes.
Estos datos reflejan el reto que tiene la primera presidenta de México porque nuestro territorio también es receptor, lugar de tránsito y desplazamiento de personas en contexto de movilidad, por lo que enfrenta todas las frases migratorias.
En este sentido, la especialista Mónica Ramírez señala que es primordial que la agenda de Sheinbaum garantice la inclusión en la sociedad de las personas migrantes porque aunque por años ha sido un país de paso para llegar a Estados Unido, de migrantes provenientes de Guatemala, Honduras y otros lugares, “se están quedando por más tiempo en México”.
“Va a necesitar ese esfuerzo de asegurar que las y los migrantes sean aceptados, bienvenidos e integrados en la sociedad”, explica la experta.
Por otro lado, aseguró que es necesario que el gobierno trabaje en conjunto con las organizaciones de la sociedad civil al momento de recibir una caravana de migrantes porque la migración es un fenómeno que no va a parar, por lo tanto tratar de cerrar fronteras es una decisión que no funciona para resolver la crisis migratoria.
“Las personas van a seguir llegando. Así es con la migración. Lo que hemos aprendido aquí en los Estados Unidos, hubo un intento de cerrar la frontera. Nunca vamos a poder cerrar la frontera. Las personas van a emigrar por la necesidad, porque están huyendo de violencia, por muchas razones válidas”, puntualiza Mónica Ramírez.
Políticas y financiamiento
Mónica Ramírez, quien fue nombrada en la lista de las 100 mujeres más poderosas de la revista Forbes 2023, explica que la creación de políticas es importante, sin embargo, es necesario que se garanticen los recursos financieros para apoyar a las mujeres migrantes y a sus hijos, porque son ellas las más vulnerable al momento de migrar.
“Entonces es importantísimo que haya recursos para poder apoyar a esas víctimas, a esos sobrevivientes con lo que necesitan para poder estar sanas y para poder empezar su proceso de sanar después de sufrir esa violencia”, menciona la abogada.
Por otro lado, señala que México tiene una oportunidad de incluir a las mujeres migrantes en la implementación del Convenio 190, un tratado internacional que tiene como objetivo terminar con la violencia en el lugar de trabajo.
Una Política Exterior Feminista incluyente
“Hay muchas posibilidades de crear una agenda binacional que tome en cuenta las prioridades de mujeres migrantes que son de México pero ahorita están viviendo en los Estados Unidos”, asegura Mónica Ramírez.
Para lograr una Política Exterior Feminista (PEF), las mujeres migrantes deben estar en el centro, es decir, ellas tienen que ser las que están encargadas de crear esa política, porque hay grupos que llevan decidiendo por años que es lo mejor y cuales son las prioridades de las mujeres que migran, dice Mónica Ramírez.
“Para poder crear algo que es lo mejor para las mujeres migrantes tiene que haber conversaciones entre mujeres migrantes sobre cuáles son las cosas que les preocupan más, cuáles son las prioridades”, comenta.
Además, tiene que mirar a las familias completas y garantizar la salud mental y física de ellas: “Una póliza feminista entiende eso, que salud para nosotros es salud mental, es salud espiritual, es salud física, es salud reproductiva. Entonces espero que cuando llegamos al punto de poder formar una póliza o framework binacional, feminista, para las mujeres migrantes que realmente tomamos como una vista grande para pensar en qué es ser, qué se necesita para asegurar que las mujeres migrantes son sanas y seguras. Y eso va a tomar en cuenta todas las formas de salud y las necesidades de salud para esas mujeres”, concluye.