México se mantiene como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Desde el año 2000 hasta la fecha, la organización ARTICLE 19 ha documentado un total de 172 asesinatos de periodistas en México , en posible relación con su trabajo informativo.
Dentro de esta alarmante cifra, las mujeres periodistas representan una parte significativa de las víctimas, enfrentando riesgos crecientes por su compromiso con la libertad de expresión y el acceso a la información.
En el marco del Día de la Libertad de Expresión en México que se conmemora cada 7 de junio desde 1951, nombramos a las mujeres periodistas que han sido asesinadas por ejercer su trabajo.
¿Cuántas mujeres periodistas han sido asesinadas en México?
A lo largo de los últimos sexenios, ARTICLE 19 ha observado un patrón preocupante en los homicidios de las y los comunicadores. Del año 2000 al 2025 han sido asesinadas 12 mujeres periodistas en posible relación con su trabajo informativo.
El sexenio de Felipe Calderón se mantiene como el de mayor número de casos con cinco . Le siguen los de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, ambos con tres asesinatos documentados.
Es importante destacar que, en términos generales, el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa también se mantiene como el que tuvo más asesinatos de personas periodistas y personas comunicadoras en total, con 48 casos.
Foto: Cuartoscuro
Mujeres periodistas asesinadas en México
- Lourdes Maldonado López: asesinada el 23 de enero de 2022 en Baja California, trabajó para Sintoniza Sin Censura, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
- María Elena Ferral: asesinada el 30 de marzo de 2020 en Veracruz , colaboraba con Diario de Xalapa y Quinto Poder, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
- Norma Sarabia: asesinada el 11 de junio de 2019 en Tabasco, trabajó en Semanario Chontalpa, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
- Pamela Montenegro: asesinada el 5 de febrero de 2018 en Guerrero, conocida por Denuncias Acapulco Sin Censura, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
- Miroslava Breach: asesinada el 23 de marzo de 2017 en Chihuahua, colaboradora de La Jornada, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
- Anabel Flores: asesinada el 8 de febrero de 2016 en Veracruz , trabajó para Sol de Orizaba, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
- Regina Martínez: asesinada el 28 de abril de 2012 en Veracruz , reportera de Proceso, durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
- Elizabeth Macías Castro: asesinada el 24 de septiembre de 2011 en Tamaulipas, de Primera Hora, durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
- Yolanda Ordaz de la Cruz: asesinada el 27 de julio de 2011 en Veracruz , colaboradora de Notiver, durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
- Felicitas Martínez Sánchez: asesinada el 7 de abril de 2008 en Oaxaca, de Radio Copala, durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
- Teresa Bautista Merino: asesinada el 7 de abril de 2008 en Oaxaca, de Radio Copala, durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
- Dolores García Escamilla: asesinada el 16 de abril de 2005 en Tamaulipas, de Stereo 91, durante el sexenio de Vicente Fox Quesada.
El estado de Veracruz resalta como el de mayor registro de asesinatos de mujeres periodistas , con cuatro casos, tres de ellos ocurrieron durante el gobierno de Javier Duarte (diciembre de 2010 a noviembre de 2016) en la entidad.
Es importante señalar que, en un contexto más amplio, Veracruz tiene el mayor registro general de asesinatos de periodistas (hombres y mujeres) con 31 casos. Específicamente, el gobierno de Javier Duarte fue el más letal para los comunicadores en la entidad, registrando 18 asesinatos.
Violencia contra mujeres periodistas
Ser mujer y periodista implica enfrentar una doble amenaza : la violencia por el ejercicio de la libertad de expresión y la agresión por razones de género. Según el informe “Voces en Resistencia” de CIMAC, la tasa de asesinatos de mujeres periodistas en México aumentó del 6% en 2020 al 11% en 2021, un incremento que evidencia la creciente violencia contra las comunicadoras.
La violencia contra las mujeres en el oficio no se limita a amenazas laborales, sino que se extiende al ámbito digital, familiar e incluso económico. El diagnóstico de CIMAC, basado en testimonios de periodistas de varios estados, exponen que:
- El 73% de las reporteras encuestadas ha sufrido acoso o agresión sexual, principalmente de colegas o superiores.
- El 57% de los medios de comunicación carecen de protocolos contra la violencia. de genero.
- El 36% de los periodistas ha considerado abandonar la profesión debido a las condiciones y violencias vividas.
- La violencia que experimentan las periodistas se ve agudizada por la falta de protocolos de protección con perspectiva de género.
- Muchas veces, los periodistas son víctimas de violencia. Económico, psicológico, doméstico, patrimonial, físico y sexual, que trasciende el ámbito laboral y se imbrica en la vida cotidiana.
Pese a que las mujeres representan casi la mitad de las agresiones, los datos revelan una desproporción alarmante en los mecanismos de protección. . De las 670 personas periodistas protegidas por el Mecanismo federal, sólo el 28% son mujeres.
Además, la Fiscalía Especial para la Libertad de Expresión (FEADLE) solo tiene dos indagatorias por hostigamiento sexual. en 14 años. Un preocupante 81% de los periodistas denunciantes se sintió revictimizada al buscar justicia.
¿Cuáles son las consecuencias de esta violencia? ?
De acuerdo con CIMAC, la violencia de género en el periodismo tiene consecuencias invisibles y desatendidas, como la precarización, autocensura , falta de pagos , bloqueos informativos y la estigmatización.
Además, genera impactos a nivel de salud física y emocional y en las relaciones personales, poniendo en peligro no solo la integridad y el bienestar de los periodistas, sino también la posibilidad de seguir generando información con perspectiva de género.
A pesar de las profundas huellas que la violencia deja en ellas y sus familias, las mujeres periodistas continúan levantando la voz y comunicando las historias de la ciudadanía, así como sus propias experiencias, reafirmando que no son solo cifras, sino testimonios de una resistencia constante.