En México, 4 de cada 10 adolescentes tienen obstáculos para hacer preguntas sobre sexualidad y reproducción, los principales motivos son: vergüenza y miedo. Y, a pesar de que una educación integral basada en la inclusión e interseccionalidad podría mejorar la salud sexual de las personas adolescentes, sólo 4 de cada 10 jóvenes conocen sobre ella.

Estos y otros hallazgos importantes fueron encontrados por el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir por medio de la Encuesta Nacional sobre Educación Sexual, donde se encontró un hilo conductor importante sobre los principales fenómenos que aquejan a las adolescencias mexicanas al hablar de sexualidad, entre ellas, la desinformación, los tabúes  y una empobrecida educación en sus primeros años académicos. 

Una lectura interesante es que, pese a esta serie de factores sociales, culturales y educativos, 8 de cada 10 adolescencias heterosexuales consideran muy importante recibir información y 9 de cada 10 las adolescencias pertenecientes a la comunidad LGBTTTIQ+ piensan lo mismo

¿El problema? 9 de cada 10 adolescencias que aceptaron tener obstáculos para acceder a información sexual, señalaron que el principal imedimento es sentir “mucha pena”,  seguido de "no preguntar por los mitos que existen en la sociedad" y por último, porque la sexualidad es un tema del que no se habla en su seno familiar. 

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La interseccionalidad en la educación sexual

Existe una diferenciación importante que resalta la relevancia de la interseccionalidad al momento de hablar de educación sexual, pues la principal fuente de información para este grupo de edad son su madre, su padre y sus amistades. Sin embargo, cuando la persona adolescente pertenece a una comunidad indígena, la familia se convierte en su última opción, pues prefieren orientarse con el profesorado de su escuela y en los libros. 

Además, la Encuesta Nacional sobre Educación Sexual identificó el grupo que menos logra resolver sus dudas y que, además, obtiene menor información sobre su salud sexualadolescentes con discapacidad. El 57% de este grupo señaló no haber recibido educación sexual integral adaptada a su discapacidad

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Al observar otra estadística divisoria por género, se encuentra cómo el 9% de los hombres adolescentes utiliza la pornografía como fuente de información, esto por encima de las aplicaciones y los centros de salud. 

Ahora bien, de todas estas fuentes de información, ¿realmente resuelven sus dudas?: la respuesta es no, sólo la mitad de sus preguntas son resueltas. 

Los motivos más importantes por los que no resuelven sus dudas se debe a que no encuentran respuestas a sus preguntas en internet, la información no está bien explicada, la información no es clara y finalmente, porque no saben externar sus dudas sobre sexualidad de manera clara, por lo que reciben respuestas confusas. 

Si no es la escuela, ¿dónde?

Uno de los hallazgos que más destacan es que las personas adolescentes se sienten cómodas al recibir educación sexual al interior del aula y 7 de cada 10 se siente en un espacio seguro y de confianza, especialmente, las juventudes que pertenecen a la comunidad LGBTTTIQ+

Los temas de interés varían entre las adolescencias heterosexuales, LGBTTTIQ+ y de comunidades indígenas, sin embargo, hay un hilo conductor importante entre las tres y es que, los temas relacionados al cuerpo humano y al desarrollo son los que menos les interesan, pero son los que más reciben en la escuela durante sus clases de biología u orientación escolar

Por otra parte, violencia y seguridad, derechos sexuales y salud sexual, son los temas que más les interesan, especialmente, a la comunidad indígena y afromexicana. Cabe destacar que esta última, es el sector poblacional que menos educación sexual integral recibe en la primaria, según documenta la encuesta.

Esto sucede dentro de los planes de estudio, ¿pero qué ocurre cuando están fuera de sus escuelas?, ¿a dónde acuden?

La Encuesta Nacional sobre Educación Sexual señala que sólo 1 de cada 10 adolescentes recibe alguna información de salud sexual fuera de su escuela, sin embargo, para la comunidad indígena este número se reduce considerablemente

Las ferias de salud en vía pública y los servicios en centros de salud son los dos espacios principales donde las personas adolescentes reciben información fuera de la escuela. 

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De acuerdo con el informe, lo ideal es que las personas adolescentes reciban información complementaria en diferentes espacios privados, públicos y educativos, siendo el primer año de secundaria el momento ideal para que comiencen a recibir pláticas y acercamientos con personas especialistas que les hagan sentir segurxs, acompañadxs y resuelvan sus dudas desde una perspectiva de género, diversa e incluyente.