¿Por qué el sexo de las personas implica una desigualdad social?, esta es una de las preguntas que coloca la perspectiva de género y, de manera incisiva, intenta comprender todo lo que atraviesa a las mujeres y cómo se puede propiciar la igualdad de oportunidades, pues no se trata sólo de paridad, sino del acceso libre a una vida sin violencias, sin discriminaciones y sin condicionantes culturales, sociales y políticas. 

Hablar de perspectiva de género no nace de una hoja en blanco, ni de un día a otro. La perspectiva de género más que un postulado, es una necesidad impostergable para todos los Estados del mundo, pues da un paso adelante en la política global, la economía, democracia, socialización, educación, el campo y en general, en todo espacio donde se ponga el ojo, ¿por qué?, porque las mujeres representan la mitad de la humanidad, la mitad de la fuerza y la mitad del trabajo, son hacedoras de la historia y motor imparable. 

La Universidad Nacional Autónoma de México señala en el documento La Perspectiva de Género que, con frecuencia, se reniega del sexismo o se cae en una constante ginopia donde se considera que no es necesario aplicar la perspectiva de género, siempre y cuando exista la defensa de los derechos humanos para todas las personas, sin embargo, se debe diferenciar que la violencia de género es distinta a otros tipo de discriminación y es que, la mujer está sujeta a una estigmatización, la UNAM lo ejemplifica de la siguiente manera. 

“En el racismo del mundo laboral es evidente la discriminación, es absurdo tomar en cuenta el color de piel para el desempeño de un trabajo y eso es innegable. En cambio, en relación a las mujeres hay presunciones culturales con gran arraigo histórico sobre su debilidad, vulnerabilidad o durante el embarazo, considerarlas especiales (…) está justificado proteger a la mujer, un trato que encubre discriminación”

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El prejuicio que carga el cuerpo feminizado lo ata a tener salarios desproporcionales, silenciar sus voces, cuestionar sus capacidades, romantizar sus labores de cuidado y trabajo no remunerado, no tener acceso a la justicia sin atravesar revictimización, cuestionamientos, acoso y/o abuso. En palabras de la escritora feminista Marcela Legarde, la mujer nace en un mundo hecho y dominado en el que sólo nos corresponde vivir en el cautiverio, siendo la perspectiva de género una clave importante para la libertad

  • ¿Qué es la perspectiva de género?

Como se abordó en un principio del texto, las condiciones de las mujeres, si bien variables, tienden a permanecer en un constante estado de subordinación y es que, la diferencia femenina (biológica, psicológica y social) sienta las bases para determinar las disparidades en la vida de una persona. En ese sentido, la perspectiva de género coloca en el visor las experiencias individuales y colectivas de las mujeres en la sociedad. 

La perspectiva de género ayuda a comprender más profundamente tanto la vida de las mujeres como la de los hombres y las relaciones que se dan entre ambos. Este enfoque cuestiona los estereotipos con que somos educados y abre la posibilidad de elaborar nuevos contenidos de socialización y relación entre los seres humanos, explica la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia. 

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  • La perspectiva de género y su importancia en las infancias y adolescencias 

Implementar la perspectiva de género es necesario desde lo público hasta lo privado en cada una de las instituciones. Por ejemplo, en el diseño de libros educativos, ¿qué pensamiento se difunde en la educación de nuestro país?, en un mapeo informativo se encuentra que hasta hace 40 años los libros de texto tenían una fuerte carga discriminatorio en contras de las mujeres donde se señalaba que su espacio de desarrollo debía ser en el hogar. 

En este mismo ejemplo, la UNAM cuestiona si los programas educativos realmente contemplan esta herramienta, pues es crucial que las infancias y adolescencias se desarrollen sin replicar el pensamiento sexista instaurado. Para poner esto de una manera palpable, sólo basta con observar el porqué se les muestra a los infantes a relacionarse desde el poder, mientras los niños ocupan el patio de juegos entero, las niñas se desenvuelven en espacios privados y pasivos, ya sea a las orillas del espacio o si se involucran con sus compañeros, es para servirles o cuidarles a través de juegos como la comidita o la mamá y sus hijos. Este postulado lo sostienen las pedagogas Carmen Teresa García, Margolfa Ayaso y María Gabriela Ramírez en su texto “Un espacio de socialización diferencial de niñas y niños

Los niños ocupan la mayor parte del mismo (patio), apropiándose del centro, mientras que las niñas se reparten en los espacios periféricos, en los rincones. Evidentemente, ellos/as no tienen conciencia de esta realidad. Así, desde los primeros años construyen socioculturalmente qué es ser niño y qué es ser niña, de manera no sólo diferenciada, sino también excluyente; práctica que aprenden y ejercen muy tempranamente, qué se puede hacer y qué no se puede hacer de acuerdo a su sexo

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“Aprenden qué es ser una niña y qué es ser un niño”, se lee en el artículo académico que, a través de un ejercicio de observación tan simple como un patio de recreo nos acerca a entender la dicotomía del género. Aprendemos a socializar y a repetir la cadena sexista, tomamos los libros de texto y se incita a los hombres a ser activos, a surcar los cielos, a programar robots y a tomar lo que les pertenece, entonces, ¿qué le pertenece a las niñas? La revista de Educación y Cultura del Grupo de Información y Reproducción Elegida recoge lo siguiente de un libro de texto de educación básica. 

“Una escena, que hacía referencia al paso de la infancia a la edad adulta, era especialmente elocuente. Se veía a un niño y una niña, ambos jugando, él con un carrito, ella a la cocinita, haciendo tortillitas; después lo mostraban en la juventud, él con libros bajo el brazo y ella en una cocina, arreglando la comida; la última escena era el hombre adulto manejando un camión y la mujer, ¿adivinan?: cocinando. No es difícil comprender qué mensaje recibían y aún reciben niñas y niños con esas imágenes.”

De aquí, una serie de estructuras, desigualdades, brecha salariales, mínima participación femenina, violencia, acoso y economía dispareja comienzan a desarrollarse, todo en el sistema se encuentre tejido, por ello, preguntar en dónde es necesario implementar la perspectiva de género tiene una respuesta concreta: en toda política pública y en todo órgano estatal, no debe existir pedazo sin teñir de morado.  Este es un desglose de las acciones que la Secretaría de Gobernación recomienda para implementar la perspectiva de género

  • Redistribución equitativa de las actividades entre los sexos (en las esferas de lo público y privado).

  • Justa valoración de los distintos trabajos que realizan mujeres y hombres, especialmente en lo referente a la crianza de las hijas e hijos, el cuidado de los enfermos y las tareas domésticas.

  • Modificación de las estructuras sociales, los mecanismos, las reglas, prácticas y valores que reproducen la desigualdad.

  • El fortalecimiento del poder de gestión y decisión de las mujeres.

  • ¿Cómo beneficia a todas las personas la perspectiva de género?

Uno de los problemas que enfrenta esta herramienta es creer que se focaliza sólo en un sector de la población y posterga a toda la ciudadanía. La realidad es que no es así. Implementar la perspectiva de género es un beneficio colectivo en cada una de las áreas de nuestra vida sin importar tu identidad sexo-genérica y para determinar su importancia, se pueden encontrar los siguientes postulados. 

  • Fue hasta los años 80 que un grupo de mujeres pudieron hacer una ilustración del tracto urinario y vaginal de las mujeres, lo que permite prevenir enfermedades, conocer las terminaciones del clítoris y desarrollar medicina para las enfermedades de vías urinarias, por mencionar algunas. 

  • Las mujeres en el campo producen hasta el 70% de los alimentos, sin embargo, muchas abandonan el cultivo por situaciones laborales preconizadas,  brecha salarial, violencia de género y abuso / acoso sexual. Asegurar su integridad económica y velar por sus derechos podría terminar con el hambre del mundo y mejorar la pobreza alimentaria de hasta 48 millones de personas a nivel global. Lee más aquí sobre el tema. 

  • La perspectiva de género en nuestra tecnología también es fundamental y es que, la participación de mujeres y personas de la diversidad sexual es mínima, lo que propicia que las Inteligencias Artificiales tengan sesgos en su programación; la perspectiva abonaría para que herramientas poderosas como esta fuera incluyente, recogiera información sin sexismo y velará por la seguridad de las personas, ¿cómo?, conoce más de este tema aquí

  • La perspectiva de género y la paridad en nuestros sistemas de justicia permitiría que el acceso a una vida sin violencia fuera propicia. Se erradicaría la revictimización y toda persona tendría derecho a un sistema penal transparente que anteponga los derechos humanos. 

  • La perspectiva de género en nuestra planeación urbana es fundamental, generaría espacios más seguros para todas las personas que habitan a la periferia, más alumbrado público, mejores ciclovías, transporte público eficiente, espacios verdes, lugares de recreación para las infancias y personas mayores. Las mujeres realizan la mayoría de los viajes en transporte público en El Valle de México, por lo que la perspectiva de género urbanista sería un acierto para toda la ciudadanía. 

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La perspectiva de género no es focal, es colectiva y trabaja por el bien común, por el campo, por la ciudad, por las infancias, por los adultos mayores, por la educación, por mejores oportunidades, por nuestro transporte público, por la justicia, por la medicina, la ciencia y la tecnología -por mencionar algunos-. El beneficio nos trastoca a todas las personas y en las manos está el poder de demandar el uso de esta herramienta por las generaciones futuras.