La mañana del 17 de diciembre comenzó como cualquier otra para Sari, una joven con discapacidad visual que se preparaba para celebrar la posada navideña de su empresa en el Hotel Safi de Monterrey, Nuevo León. Sin embargo, lo que debería haber sido un día de alegría y celebración se convirtió se transformó en una dolorosa confrontación con la discriminación y la evidente falta de accesibilidad.
Sari llegó al hotel acompañada de su perro guía, Odín, quien es su compañero y apoyo constante. Pero al intentar acceder al hotel, el personal de seguridad le negó el ingreso, argumentando que no se permiten animales en el establecimiento.
A pesar de que Sari explicó que Odín es un perro guía y que, según la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, tiene derecho a acceder al hotel con ella, el personal se negó a cambiar su decisión y le ofreció varias opciones, incluyendo la posibilidad de dejar a Odín en resguardo mientras ella accedía al hotel con otra persona.
Sin embargo, lo que más llamó la atención de Sari fue que en todo momento, el personal del hotel se dirigió a su acompañante, y no a ella directamente.
Después de varios minutos de discusión, el hotel finalmente permitió el acceso a Sari y Odín, pero no sin antes hacerle sentir que “estaba haciendo un favor”.
"Me dijeron que 'por esta vez' me permitían el acceso. Me sentí como si estuviera pidiendo un favor, en lugar de ejercer mi derecho" (Sari.)
¿Qué dice la ley sobre este caso?
La respuesta del Hotel Safi ha generado una gran indignación en la comunidad, y ha puesto de relieve la necesidad de mayor conciencia y capacitación sobre la discapacidad y los derechos de las personas con discapacidad.
De acuerdo con el Artículo 16 de la Ley General para la Inclusión de Personas con Discapacidad, las personas con discapacidad tienen derecho a la accesibilidad universal y a la vivienda. Esto implica que se deben emitir normas y reglamentos que garanticen la accesibilidad obligatoria en instalaciones públicas o privadas, permitiendo el libre desplazamiento en condiciones dignas y seguras.
En específico, el artículo establece que:
- Las dependencias y entidades competentes deben vigilar el cumplimiento de las disposiciones relacionadas con la accesibilidad.
- Los edificios públicos deben sujetarse a la legislación y regulaciones vigentes para asegurar la accesibilidad.
- El Consejo debe coordinar programas y acciones para garantizar la accesibilidad y promover la inclusión de personas con discapacidad.
Además, el Artículo 58 de la Ley Federal de Protección al Consumidor establece que los proveedores de bienes y servicios no pueden establecer preferencias o discriminación alguna respecto a los solicitantes del servicio, incluyendo la exclusión de personas con discapacidad.
La ley es clara: las personas con discapacidad tienen derecho a la accesibilidad y a la no discriminación. Es importante que los establecimientos y servicios públicos y privados tomen medidas para garantizar la inclusión y la accesibilidad para todas las personas, sin importar su discapacidad.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, se pronunció sobre el caso de Sari. A través de sus cuentas oficiales de Facebook e Instagram informó que instruyó a la Comisión contra la Discriminación para que se abriera una indagatoria sobre el caso, que incluiría una visita al inmueble y la aplicación de posibles sanciones.
"Ayudenme a dar con Sari para apoyarla. Esto no debe pasar en ningún lugar, menos en Nuevo León, donde queremos igualdad para todas las personas" (Samuel García, gobernador de Nuevo León.)
¿Quién es Sari?
Sarahí Cruz Nava es licenciada en Educación Artística por la Facultad de Música y Artes de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su fiel compañero, Odín, es un perro guía que ha estado a su lado durante dos años. Lo que hace a Odín aún más especial es que es el único perro guía en Nuevo León.
Odín fue criado y entrenado en la Ciudad de México en la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos IAP, una institución que se dedica a ayudar a personas con discapacidad visual.
Es importante destacar que los perros guía no son mascotas comunes. Son animales entrenados para ser los ojos de personas con discapacidad visual, y su trabajo es crucial para la seguridad e independencia de sus dueños.
Por lo tanto, es fundamental tratar a los perros guía con respeto y cuidado. No se les debe distraer, alimentar o llamar la atención mientras están trabajando, ya que esto puede ocasionar accidentes. Al entender y respetar el papel de los perros guía, podemos ayudar a crear un entorno más inclusivo y seguro para todas las personas.
Foto: Especial