Desde muy pequeños, los niños y niñas expresan su deseo de ser grandes. Muchas veces se visten y calzan con los atuendos de sus padres y juegan esencialmente a imitarlos… pero ¿alguna vez te has preguntado cómo es que los niños aprenden a ser hombres?
Para responder esta pregunta platicamos con René López, responsable de investigación de la organización GENDES y Luis Antonio Islas Salinas, papá de Sofía una, sobre las formas en que se construyen las masculinidades en infancias y adolescencias.
Foto: Cuartoscuro
En su informe "Jugando a ser grandes", GENDES señala que los niños aprenden a ser hombres a partir de diferentes mensajes, pero también de diferentes prácticas que van observando, sobre todo en el entorno familiar. De manera que, los aprendizajes de género se empiezan a manifestar desde edades tempranas, lo que implica que tal como señalan las posturas feministas y de género, los comportamientos masculinos se van aprendiendo a lo largo de la vida.
Luis Antonio Islas Salinas de 58 años, tiene una hija, Sofía de 15 años. Para él vivir su paternidad ha sido un reto, sobre todo estos últimos años que se ha cuestionado la forma en que ha vivido su masculinidad. Ahora puede identificar que durante su crianza en su familia la violencia y el machismo eran normales, esto es sobre todo visible en la educación de mujeres.
"¿Cómo aprendí de mi papá? La verdad es que yo aprendí cosas muy malas, en cuanto a las mujeres. El papá educa a la niña para ser sometida, para seguir con los mismos roles y hacerla dependiente de los hombres: “tú tienes que ser la mujer, tú tienes que ser la mujer de la casa, la que cocina, tú vas a hacer, la que cuida, la responsable de la casa o cosas de ese estilo que los papás las y los educamos en esos roles", dice en entrevista para La Cadera de Eva.
La escuela, es otro lugar que refuerza estereotipos de género, René López explica que durante la etapa del preescolar se observa que en actividades de limpieza las niñas son las que más colaboran.
"Yo tengo muchas hermanas y crecí siendo misógino, cuando nos acompañábamos en la en la primaria había un profe que me decía: “cada que quieran ir a visitar a alguna de tus hermanas, tú les vas a cobrar 10 pesos y como todas tus hermanas son muy guapas, tú vas a tener mucho dinero”, eso me lo decía el profe y con la risa y entonces yo ahora lo traigo, digo, ¿qué me estaban enseñando ese hombre?" (Luis Antonio Islas Salinas)
Otro ejemplo es que a partir del tercer año de primaria los niños comienzan a avergonzarse si sus madres les demuestran afecto en público por temor a las burlas de sus compañeros, esto se ve reflejado en cómo los hombres expresan sus emociones, al menos el 21% de los niños y adolescentes varones señalan que no saben qué hacer para sentirse mejor cuando se sienten heridos, tristes, con miedo o inseguridad, de a acuerdo con GENDES.
Foto: La Cadera de Eva
Construir la paternidad
René López señala que la paternidad y el patriarcado establecen una relación muy compleja, esto se ve reflejado en la alta proporción de hogares sin padre de familia: un tercio de las personas entrevistadas para el informe "Jugando a ser grandes", no viven con su padre. Precisamente es esta ausencia paterna y el trato que recibieron de sus padres lo que impulsa a algunos hombres a reflexionar sobre su paternidad.
"Es complicado porque primero no se tienen modelos alternativos para expresar esa paternidad y si se tienen muchas veces no se existen las condiciones para ejercer una paternidad diferente. Por ejemplo, el trabajo es una gran limitante para que estos padres puedan estar cercanos" (René López)
El encargado de investigaciones en GENDES menciona que, la barrera emocional es la más difícil de tirar, el estereotipo de la paternidad se centra en un hombre que es proveedor, fuerte que no demuestra emociones.
Otro factor que agrava esta situación es la violencia que enfrentan algunos hombres desde niños, ya sea porque tuvieron que salir a trabajar desde pequeños, sufrieron maltrato en sus casas o escuela. Una de las experiencias que marcó a Luis en su vida fue cuando su papá lo reprendió por llorar.
"Una de las cosas que a mí me dolió mucho es que alguna vez hubo un pleito callejero. Y yo lloré mucho, y mi papá me decía: eso no, sea maricón, aguántese. Imagina toda la vida pensando que si llorabas eras maricón y obviamente ese maricón con todo lo que implica entre los hombres machines" (Luis Antonio Islas Salinas)
Desde que Luis tomó una capacitación con GENDES sobre masculinidad se dio cuenta que estaba viviendo una paternidad que alejaba a su hija Sofía por el machismo arraigado con el que creció, esa fue su motivación para empezar a cuestionarse y cambiar comportamientos, ahora se comparte con su familia desde el cariño, esa actitud ha hecho que Sofía se dirija a él con confianza y no con miedo.
"Me da mucha tristeza el haber, el saber todo el daño que causé, eso me duele mucho, me da tristeza reconocerlo, reconocerme como la persona que hizo daño también me duele, pero al mismo tiempo, el ahora saber que me puedo compartir desde otra manera me da mucha tranquilidad" (Luis Antonio Islas Salinas)
Foto: La Cadera de Eva
Perspectiva de género
Entonces, ¿cómo podemos generar paternidades diferentes? René López explica que aunque es complicado, porque por un lado está la herencia cultural de ausencia paterna física y emocional, que en los últimos años se hable de igualdad y perspectiva de género ha ayudado a que se cuestionen los valores tradicionales y se dé apertura a nuevos modelos.
"Cuando preguntamos sobre si el modelo de ser hombre actual es diferente al de la antigüedad, en algunos casos nos responden que sí, pero no necesariamente ese sí implica una conformidad con estas nuevas expresiones masculinas, porque lo que hacen es que asocian un ser hombre, pues que ya no es heterosexual y entonces, pues eso lo ven como amenaza, como ¿qué va a pasar con la familia, con estos hombres que ya no son hombres? Pero también con el hecho de que hay una idea de que los hombres de antes eran mejores proveedores que los actuales" (René López)
Al respecto, René López menciona que el género plantea un cambio de perspectiva muy compleja y eso genera mucho miedo entre las personas. Para hacer frente a esto, el especialista señala que es importante que la política pública en pro de la igualdad de género considere medidas específicas hacia los hombres para que puedan identificar las violencias y machismos que replican: "No pueden esperar que las mujeres mejoren su condición si los hombres no cambiamos comportamientos", menciona.
Luis concierta con esta idea, considera necesario que los hombres cuestionen su masculinidad para que puedan ejercer una paternidad responsable desde el cariño y la no violencia.
“Yo lo reviso con Sofía, si yo me trabajo, trato de ser mejor hombre la vara para que ella elija compartirse, pues tiene que ser con un hombre que no la violente. Si yo la violento, pues va a estar normalizado, que, si mi papá me pega, pues él otro mono, cuando menos no me pega, pero en sí me violenta de otra manera. Entonces, es una especie como de modelaje, para que ella vaya viendo que sí puede haber hombres que quieren cambiar no violentos y que creen en la igualdad" (Luis Antonio Islas Salinas)
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