Memoria de un cuerpo desplazado surge en la pandemia de covid-19, en 2020, cuando Mariana Mendivil, directora del filme comienza a realizar collages analógicos donde se sentía en completa libertad “donde no hay reglas”, dice. Ahí encontró su propio lenguaje a partir de los recortes que iba realizando.
Para conocer más el trabajo que realiza la cineasta, La Cadera de Eva, habló con ella de su cortometraje que se estuvo proyectando en tres lugares diferentes de la Ciudad de México, entre ellos la Casa del Cine, Escuela Nacional de Artes Cinematográficas UNAM y en la Sala José Revueltas del Centro Cultural Universitario (CCU).
La pandemia tuvo encerrados a la mayoría de la población, para Mariana fue el momento en que comenzó a realizar collages que después la llevarían a realizar el cortometraje Memoria de un cuerpo desplazado con el que ganó el Premio FICUNAM al mejor cortometraje en la Selección Aciertos.
“De repente como encontrarme con el collage con algo que podía hacer sola, iniciarlo y terminarlo el mismo día que no tenía que verbalizar nada”, cuenta Mendivil.
Parte de la historia es recopilación de fragmentos de diarios de la cineasta en el que plasma el destierro al migrar y el desarraigo territorial en la infancia.
La historia surge también de una búsqueda personal interna, “estaba encerrada, lejos de toda mi vida que había sido diaria, cotidiana (...) el tratar de volver a mí, de conectarme a algo más profundo personal”, expone Mendivil.
El rodaje del corto fue una búsqueda para ella porque experimentó, no solo en la narrativa visual sino también en las secuencias.
“Hacer el cortometraje como si fuera un ritual y tratar a partir de él entenderlo más que yo exponerlas respuesta”.
A través de los fragmentos de sus diarios logra realizar autorretratos narrados por tres voces, que pertenecen a tres generaciones de mujeres del mismo linaje.
El cine para las mujeres sigue siendo un reto
Para la cineasta hacer cine es un reto “inmenso” en el que “necesitas una red tan grande de manos y de tutores que te puedan ir acompañando durante en el proceso, porque también creo que uno mismo va cambiando mientras está haciendo el cortometraje o la película”.
Mendivil también resalta que otro desafío para generar cine es que es muy caro, pero reconocer que hay cada vez más mujeres haciendo cine y haciendo sonido. Ella comenzó a los 16 años en el arte sonoro.
“En los rodajes mayormente eran hombres atrás de todas estás cosas técnicas, entonces ha ido evolucionando (...) También como mujeres me ha tocado entender este apoyo que necesitamos unas con otras”, cuenta Mendivil.
Otros trabajos de la cineasta
Mariana Mendivil es de Hermosillo, Sonora, no solo plasma sus ideas en el cine, también hace collage y stop motion. Egresada de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC-UNAM) como realizadora cinematográfica y de Bande a Part en Barcelona, donde estudió un diplomado en guión.
Fue galardonada en 2018 con el Premio al mejor cineminuto con dispositivo móvil del 7o Festival Metropolitano de Cineminuto y Narrativas Breves por Trayecto.
Por otro lado, su trabajo de collage análogo ha sido exhibido en exposiciones internacionales, como en la Bibart Biennale Internazionale en Bari, Italia (2021), así como en exposiciones colectivas en diversos estados como Oaxaca, Baja California Norte, Michoacán, la Ciudad de México, entre otros.
El año pasado tuvo el Fonca con el que comenzó su siguiente filme llamado Una parvada de estruendo y este año obtuvo una beca del Programa de Fomento al Cine Mexicano 2022 (Focine).
Finalmente, aunque el corto Memoria de un cuerpo desplazado actualmente no se está proyectando, la directora está buscando que se haga el recorrido por festivales para que se pueda volver a proyectar en Ciudad de México y fuera del país.