Jeff Bezos, el magnate millonario dueño de Amazon, se casó este viernes 27 de junio en Venecia, Italia, con la periodista y presentadora de noticias, Lauren Sanchez

El evento duró tres días y culminó en la Isla de San Giorgio Maggiore, en San Marcos. Según estimaciones de la revista Forbes, la boda habría costado unos 25 millones de dólares, 600 veces más que una boda promedio en Estados Unidos. Algunos medios, sin embargo, estiman cifras superiores a los 50 millones de dólares. 

La lista de doscientos invitados incluyó a diversos personajes de la esfera del entretenimiento y los negocios, entre ellos el millonario cofundador de Microsoft, Bill Gates; actores como Leonardo DiCaprio y Sydney Sweeney; figuras de la política como Ivanka Trump, y celebridades como integrantes de la familia Kardashian. 

Este evento ha sido duramente criticado por locales venecianos, quienes denuncian las consecuencias del turismo proveniente de millonarios, el uso del espacio público para fines privados y la desigualdad económica en Italia.

  

No hay lugar para Bezos

El Ministerio de Turismo de Italia estimó que la boda tendría una derrama económica de más de mil millones de dólares para la ciudad. A pesar de que el gobierno de Venecia promovió el evento como una oportunidad de “relanzar” la ciudad para el turismo,  cientos de jóvenes venecianos salieron a las calles para rechazarla. 

Activistas contra la turistificación, un proceso en el que una ciudad se transforma para complacer las demandas del turismo a expensas de la población, desplegaron carteles y pancartas con diversos mensajes críticos por distintos puntos de la ciudad bajo el lema de “No hay lugar para Bezos”.

A pesar de las protestas, el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, declaró que Venecia debía disculparse con Jeff Bezos por la “mala recepción” y lo animó para seguir con sus planes de boda

El colectivo  “No Space for Bezos” denunció el superturismo y la dominación de los millonarios a través de redes sociales: Venecia no es el telón de fondo para tus pasarelas de lujo, no es la exhibición de una élite que se enriquece más financiando guerras y perpetuando modelos de explotación de personas y territorios y que nunca estará del lado de estos nuevos tecnofeudalistas cuya retórica, junto con el la extrema derecha mundial, es ese superextractivista de ganancias a cualquier precio, incluso antes de la vida”.

Además, señalaron la complicidad de Luigi Brugnaro y denunciaron su administración como “incompetente”.

Las protestas recibieron apoyo por parte de la comunidad internacional, pues usuarios en redes sociales se solidarizaron con la lucha de los venecianos. 

La boda causó tal indignación que incluso la actriz sudafricana, Charlize Theron, tomó un espacio durante un evento conmemorativo de su fundación para jóvenes en Sudáfrica, The Charlize Theron Africa Outreach Project. “Somos los únicos que no recibimos la invitación de Bezos, pero no importa porque ellos apestan y nosotros somos geniales”, dijo, según rescató The Hollywood Reporter.

Turistificación y crisis ecológica en Venecia

La boda de Jeff Bezos y Lauren Sanchez ocurrió en medio de una crisis climática, de turismo y habitacional en Venecia. Entre los conflictos que enfrenta la ciudad está la baja tasa de residentes locales en el área, con apenas 55 mil personas, una cifra que se reduce año con año por el elevado costo de la vivienda.

Venecia se ha convertido en un símbolo de turismo excesivo; la revista The Guardian, reportó que la ciudad recibe alrededor de 30 millones de visitantes al año, una cifra que le ha costado el riesgo de ser incluída en la lista de “Patrimonio Mundial en Peligro” de la Unesco, una selección de 56 bienes culturales amenazados por el cambio climático, los conflictos armados, desastres naturales, caza furtiva y desarrollo turístico descontrolado, y en la cual, México aparece en doce ocasiones.

La Unesco ha señalado que las constantes intervenciones de los humanos, el desarrollo del turismo masivo y el cambio climático están causando daños irreversibles para la zona. Ante estas advertencias, el gobernador de VeneciaLuigi Brugnaro, anunció en 2024 una nueva tarifa de ingreso a la ciudad, con el objetivo de reducir el flujo turístico, con un costo 2.50 (aproximadamente 55 pesos mexicanos) euros  durante todo el año y en temporada alta de entre 5 y 10 euros (hasta 220 pesos mexicanos). 

Sin embargo, activistas han denunciado que esta medida no soluciona el problema, pues el turismo masivo también tiene consecuencias climáticas a la ciudad como el desbordamiento de los canales que dañan la infraestructura de la ciudad, inundaciones y la acumulación de plásticos en el agua.