La activista LGBTTIQ+, Sofía Fernanda Juárez Guandulain, denunció acoso laboral y despido por transfobia en las actividades que desempeñaba en el Congreso de Oaxaca. El caso toma relevancia en medio del incremento de crímenes de odio que colocan a México en el segundo lugar internacional.

Sofía Fernanda, actual presidenta de Trans-Difusión y comisionada de la diversidad Sexual por la Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos para el Desarrollo de las Américas Capítulo Oaxaca, relató que la discriminación en su contra, así como otros actos de machismo iniciaron en 2023 con la llegada del exmilitar Rodrigo Arturo Ramírez Pinacho a la dirección del área de Seguridad y Resguardo a la que ella estaba adscrita. 

La activista, quien obtuvo su cambio de identidad de género en 2018 en la Ciudad de México, fue invitada a trabajar en el Congreso de Oaxaca por la diputada Inés Leal. Desde su ingreso en 2020 su postura fue clara para visibilizar a las personas LGBTTIQ+ en los espacios laborales gubernamentales.

¿Cuál es la trayectoria de Sofía Fernanda Juárez?

Pese a los trabajos de sensibilización sobre la equidad, igualdad, derechos humanos y derechos de las personas trans, la violencia en su contra se fue recrudeciendo y tornó en obstrucción de funciones, acoso y abuso laboral, hostigamiento y finalmente despido injustificado en junio de este año.

“Me aislaron, hubo un momento en que a mis compañeros de área de trabajo le aumentaron el sueldo, a mí me lo dejan igual. Exigí una explicación, pero simplemente cerraron las puertas de recursos humanos y no me dieron respuesta alguna”, destacó en rueda de prensa acompañada por Elizabet Mosqueda Rivera de Consorcio Oaxaca, Filadelfo Aldaz Desiderio, de la Comedora Comunitaria y Ariela Cristal Ruiz, abogada de la activista.

Un dato relevante es que le levantaron un acta administrativa fechada el 10 de abril por presuntamente haber acumulado cinco faltas, pero fue hasta el 18 de junio cuando le notificaron lo anterior.

“Lo más curioso del caso es que me entregaron una notificación de que había sido despedida del área de seguridad y resguardo cuando a mí me adscribieron en abril en recursos humanos con cinco faltas”, destacó.

En distintas ocasiones la quisieron obligar a firmar su renuncia al área de seguridad y resguardo, al no conseguirlo recurrieron a levantarle actas administrativas para despedirla.

“Mi expresión de género creo que les incomodaba”, expuso y relató que, pese a que su identidad de género es mujer, el uniforme de trabajo que le dieron fue de hombre bajo el argumento de que no había de su talla.

 “Me otorgaron una camisa y no una blusa como debería de ser porque soy una mujer transgénero y mi nombre legal es Sofía Juárez. Me dijeron que no había tallas para mí”, destacó.

Ante la violencia de la que fue objeto interpuso una denuncia penal por discriminación ante la fiscalía general de Oaxaca, además de una queja ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

Sofía confió en que su denuncia pueda motivar a otras personas de la diversidad sexual a identificar y denunciar abusos y violencias cometidas en su contra.  Además de exigir que se sancione a las y los funcionarios involucrados en la violación a sus derechos humanos.