Con la aprobación de la Ley Karin, Chile dio un avance importante en el reconocimiento y prevención de la violencia laboral en su país desde una perspectiva de género. Esta iniciativa estuvo inspirada en el caso de Karin Salgado, quien se quitó la vida tras ser víctima de acoso en su trabajo.

La Ley 21.643, mejor conocida como Ley Karin entró en vigor el pasado 1 de agosto y tiene como objetivo la incorporación de la perspectiva de género, que busca proteger por igual a mujeres, hombres y personas de las diversidades sexo- genéricas. Además, en la ley se modificó el concepto de acoso laboral y se incorporó un nuevo concepto de violencia en el trabajo.

Esto con el objetivo de que las conductas no sean repetitivas, y que un solo acto de agresión u hostigamiento se pueda denunciar y sancionar. “Además, establece como posibilidad de sanción la destitución por este hecho, agravando la situación de quien incurra en acoso laboral”, se lee en el protocolo de la ley que se encuentra en el sitio web oficial de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso).

El concepto de violencia en el trabajo lo determinan como la violencia ejercida por terceros a la institución, ya sea personas usuarias o personas externas que no tienen vínculo y afectan a las personas funcionarias. Por otro lado, la ley marca que las entidades tanto públicas como privadas empleadoras tienen la obligación implementar y poner en conocimiento el protocolo de prevención de acoso laboral, acoso sexual y violencia en el trabajo.

¿Qué sanciona la Ley Karin?

Esta ley lleva el nombre de Karin Salgado, una mujer técnica en enfermería que se quitó la vida en noviembre de 2019 tras sufrir acoso laboral en su lugar de trabajo en el Hospital Herminda Martín de la ciudad de Chillán, Chile. Acoso y hostigamiento que ya había denunciado, de acuerdo con El País. Este caso fue fundamental para impulsar esta legislación. 

Claudia Salgado, hermana de Karin, fue una de las impulsoras de esta ley, quien presionó a las autoridades para que establecieran nuevas normas que permitieran resguardar a los trabajadores en sus entornos después del caso de su hermana. 

Esta ley contempla sancionar en tema de acoso sexual a las personas que presionen a alguien para que realice una actividad sexual en contra de su voluntad mediante amenazas, manipulación u otros medios. 

En cuanto al acoso laboral castigará las burlas de las discapacidades de los trabajadores, realizar  comentarios ofensivos como gritos, insultos y sexismo (darle a una mujer una explicación no solicitada cuando ella es experta en el tema)

Aunque hay sanciones establecidas, una de las metas de esta ley no es castigar sino prevenir.

“El objetivo de la ley no es hacer sanciones o cursar multas como ocurrencia de estas conductas, sino que evitar que se produzcan”, afirmó la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, en la presentación de la ley en una actividad realizada en el Centro de Extensión de la Universidad Católica.

Por otro lado, el gobierno de Chile específica que no es acoso laboral los siguientes puntos:

-Los comentarios y consejos legítimos de la jefatura sobre el desempeño siempre que sean realizadas en forma constructiva y respetuosa. 

-Las medidas disciplinarias con fundamentaciones válidas. 

-Los cambios organizacionales fundados en razones técnicas para la mejora continua del trabajo.

-Extender la jornada laboral en caso de situaciones laborales imprevistas.

¿En México existe una ley similar?

En nuestro país, el acoso laboral, como en muchos otros, ha normalizado actitudes y comportamientos que vulneran los derechos, por eso hay varias leyes sancionan el hostigamiento laboral. 

México cuenta con la Ley Federal del Trabajo en su artículo 133 menciona que “Queda prohibido a los patrones o a sus representantes realizar actos de hostigamiento y/o acoso sexual contra cualquier persona en el lugar de trabajo o permitir o tolerar dichos actos”.

El acoso laboral que se contempla dentro de las leyes mexicanas son: designar trabajos innecesarios, monótonos o repetitivos, sin valor o utilidad alguna; ignorar a la persona o no dirigirle la palabra; burlarse de algún defecto personal; gritar o insultar; ningunear, ignorar, excluir, fingir no verle o hacerle “invisible”, entre otros.

En 2022, se reportaron 109 mil 319 abandonos de empleo de personas por maltratos psicológicos, amenazas y agresiones físicas, de acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

También está el Reglamento Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo, en su Artículo 55, señala que “los centros de trabajo tienen que implementar ciertas medidas mínimas para garantizar un entorno organizacional favorable y prevenir la violencia laboral.

En el caso de las mujeres que hayan sufrido violencia laboral, moral y por razón de sexo, la persona agresora será sancionada por la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Algunos de los daños por el acoso laboral que pueden llegar a afectar a las víctimas son, tanto físicos y psíquicos que incluyen el estrés, ansiedad, depresión, frustración, impotencia, insomnio, fatiga, disminución de la autoestima, humillación, cambios en el comportamiento, aislamiento, enfermedades físicas y mentales, suicidio, hábitos adictivos, entre otras, de acuerdo con la Tesis 1a. CCLII/2014 de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México.