23 años de impunidad, de revictimización y de no tener garantías de protección, así ha vivido Elisa Xolalpa desde el 2001 cuando su expareja la atacó con ácido. Hoy su vida y su integridad está de nuevo en riesgo porque el hermano de su agresor está amenazado a ella y a su familia, así como a la red cercana de apoyo con la que cuenta Elisa. 

Elisa Xolalpa, quien se dedica al cultivo de plantas en Xochimilco, lanzó un comunicado esta semana para pedir a las autoridades capitalinas que garanticen su protección y la de su familia, tras las constantes amenazas.

"Soy Elisa, la que trabaja, la que sale adelante, no nada mas soy Elisa la que atacaron con ácido, sino la mujer valiente y que está tratando de salir adelante y dejando atrás la esa violencia que sufrió", sostuvo en una entrevista con un medio de comunicación.

Su vida en riesgo

Tras 23 años de impunidad, la vida e integridad de Elisa corre riesgo por lo que a través de un comunicado emitió responsabiliza a la Fiscalía general de la Ciudad de México (FGJCDMX) por negar la protección que un juez previamente dictó en junio de 2024.

En el documento denuncia amenazas de Marcos “N” hermano del agresor de Elisa.  Esta no es la primera vez, que se visibiliza y se presentan este tipo actos. Desde 2011, Elisa presentó denuncias ante la Fiscalía de Xochimilco por violencia y amenazas de esta persona que ejerció en 2011 y 2023. 

Elisa Xolalpa, no solo sufrió un intento de feminicidio en 2001, desde ahí ha padecido una serie de agresiones por parte de Javier Ediberto “N” y su familia, como amenazas con arma de fuego y lesiones físicas a su red cercana. Además de difusión de información sensible de su caso por parte de los abogados de su agresor. 

Foto: Cuartoscuro
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En este sentido, manifiesta que la Fiscalía Territorial de Xochimilco a participado en diversas irregularidades y omisiones en el proceso de integración de las carpetas de investigación, por que exigen a las autoridades que se le brinde la protección de custodia permanente que le fue dictada como medida cautelar el pasado mes de junio por el juez de control Alfonso Martín Corona. 

El proyecto de vida de Elisa ha sido fragmentado ante la impunidad y la complicidad de la fiscalía que bajo continuas omisiones ha tolerado la violencia que la familia del agresor ejerce contra ella”, se lee en el comunicado. 

Ante la falta de respuesta para garantizar la protección de Elisa desde hace años, en 2022 la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDH-CDMX) emitió la recomendación 08/2022, en la que señalan que la Fiscalía General de la Ciudad de México (FGJCDMX) está siendo omisa en garantizar el derecho a la justicia y el derecho a vivir una vida libres de violencia.

Dos años después, la fiscalía sigue sin garantizar ni dar cumplimiento a las medidas cautelares para garantizar la vida y la protección de Elisa. 

Foto: Cuartoscuro
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La historia de Elisa 

Elisa Xolalpa es una mujer campesina chinampera de Xochimilco que en 2001 fue víctima de intento de feminicidio por parte de su expareja Javer Ediberto “N”, quien la atacó con ácido. Actualmente, su agresor se encuentra en prisión condenado por violencia familiar y enfrenta un proceso por tentativa de homicidio.

Su agresor estuvo por varios años libre, sin embargo, en 2021 fue detenido, después de que en 2019, nuevamente Javier regresó a agredir y a amenazar a Elisa. Pero el encarcelamiento de su agresor, no llegó solo Elisa contó con el apoyo de toda una red de mujeres que lucharon para lograr que Javier Ediberto “N” fuera procesado. Además de luchar contra la violencia institucional que sufrió en todo el proceso. 

Foto: Cuartoscuro
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“Elisa y su red cercana no están solas. Junto a Elisa caminamos muchas mujeres, activistas, académicas, víctimas sobrevivientes de violencia y personas comprometidas con la vida y los derechos de las mujeres”, concluye el comunicado.

La violencia ácida es un fenómeno que lleva sucediendo en nuestro país, hace más de tres décadas de acuerdo con Carmen Sánchez sobreviviente de este tipo de violencia, quien junto con su fundación que lleva su mismo nombre ha registrado el caso de 44 mujeres atacadas con ácido en México en los últimos 20 años.