En el mundo de las relaciones, sobre todo en ese espacio tan íntimo y vulnerable como es el sexo, a veces no todo es color de rosa. Pueden aparecer grandes o pequeñas alertas que nos dicen "¡ojo, algo no anda bien aquí!".

Y como tu bienestar es nuestra prioridad, decidimos poner el tema sobre la mesa, conversamos  con el doctor Eduardo Ceh, ginecólogo y obstetra, y vocero de M de Mujer, una organización dedicada a proveer información accesible y adecuada sobre salud sexual y reproductiva a través de consejería completamente gratuita en México y Centroamérica. Él nos dio las claves para identificar esas famosas "banderas rojas" en una pareja sexual.

¿Qué son las red flags?

Las red flags (banderas rojas) son señales de alerta que pueden indicar que algo no está bien en la relación. Pueden ser comportamientos, actitudes o comentarios que te hacen sentir incómoda, insegura o incluso asustada.

Piensa en esto como un semáforo. La luz verde es "todo cool", la amarilla es "atenta" y la roja es "¡ALTO TOTAL!". Las banderas rojas son esas señales que gritan "¡Peligro!" o al menos "¡Presta atención aquí!". Ignorarlas puede afectar tu salud física, emocional y tu paz mental.

El doctor Ceh nos explicó cuáles son esas señales que deberíamos tener en nuestro radar. ¡Toma nota, amix!

Silencio total sobre salud sexual: si hablar de cuidarse, hacerse estudios o preguntar sobre el historial de salud es un tabú, ¡eso es una bandera roja! Una comunicación abierta y honesta es básica para prácticas sexuales seguras y consensuadas. Si no pueden hablar de esto, ¿de qué más no están hablando?

¡No quieren usar protección! Amix, esta es GIGANTE. Si tu pareja se niega a usar preservativo, que es la única barrera real contra infecciones, o a hablar de otros métodos anticonceptivos si no buscan un bebé, ¡huye!. Es una falta de cuidado hacia ti. 

El doctor Ceh nos dio un dato preocupante: menos del 50% de los jóvenes usan preservativo en su primera relación. ¡Eso nos dice que hay que estar muy atentas y cuidarnos nosotras primero!

Empiezas a sentir presión, rechazo o ansiedad: si la idea de tener intimidad con tu pareja empieza a generarte una sensación de presión, de que no quieres, o incluso ansiedad... ¡Hazle caso a tu cuerpo!. Esas emociones te están diciendo algo importante. A veces, nos sentimos hasta culpables por no querer, ¡pero eso no está bien!.

El “no" no es suficiente: ¿dices que no quieres y sigue insistiendo? ¿Presiona una y otra vez?. Esto es una clara falta de respeto a tus decisiones. Tu "no" es un "no", punto.

Te hacen sentir culpable (chantaje emocional): usan el drama, la culpa o el chantaje para convencerte de tener relaciones. "Es que si no, es que no me quieres, es que...", ¿te suena?. Caer en esto te hace sentir mal contigo misma. ¡No te dejes manipular!

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Ignoran tu consentimiento: directamente, no les importa si realmente quieres o no. Minimizan la importancia de que tú des un consentimiento claro antes de hacer algo. El consentimiento no se adivina, no se asume, ¡se platica y se siente mutuo!

Manipulan las situaciones: crean el ambiente perfecto (para ellos) para que te sientas obligada a decir que sí. El doctor Ceh mencionó algo muy grave que es un gran foco rojo: aislarte de tus amigos o familia para tener más control sobre ti. ¡Cuidado si notas que te aleja de tus seres queridos!

Usan el alcohol o las drogas para convencerte: si intentan que bebas o consumas algo para "afectar tu juicio" y que accedas, ¡eso es manipulación pura y peligrosa!.

Comentarios hirientes: esos comentarios pasivoagresivos o directos que te hacen sentir culpable o avergonzada por no querer tener relaciones sexuales en un momento dado. Nadie tiene derecho a hacerte sentir mal por tus decisiones.

No respetan tus límites: en general, si tus decisiones sobre qué te hace sentir cómoda o no (física o sexualmente) son ignoradas. El respeto es la base de TODO.

El doctor  fue muy claro: el consentimiento es lo más básico y FUNDAMENTAL para disfrutar la intimidad. Si hay presión, si no hay un "sí" genuino de tu parte, esa experiencia, lejos de ser placentera, va a ser incómoda y puede afectarte en otros aspectos de tu vida: tu trabajo, tu familia, tus amigos. 

¡Y ojo! Es muy, muy común que las personas en relaciones donde falta el consentimiento desarrollen problemas de salud mental, ¡incluso depresión!. Tu bienestar emocional es súper valioso y debe ser protegido.

¿Cómo nos cuidamos nosotras mismas?

Además de estar atenta a las banderas rojas y tener una comunicación honesta, ¿qué más podemos hacer?

1. ¡Habla de historiales de salud! Sí, puede ser incómodo, pero es vital.  De acuerdo con el doctor Ceh, solo la mitad de las personas hablan de su historial de salud sexual con parejas nuevas. Un historial que no conoces puede traer complicaciones serias. ¡Pregunta sin miedo! Estás cuidando tu salud.

2. Siéntete segura contigo misma, es clave. Esa seguridad interna se proyecta en tu relación. Trabaja en tu autoestima, ¡eres increíble tal como eres!

3. ¡Vayan juntos al doctor! Si ya llevas un tiempo con tu pareja (más de 6-12 meses) y la relación es estable, ¡hagan un pacto de salud! Vayan juntos a hacerse pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual. Ir en pareja demuestra responsabilidad mutua y cuidado. Como dice el doctor Ceh, cuando te cuidas a ti, en automático estás cuidando a tu pareja.

Identificar estas señales no es para vivir con miedo, ¡es para darte poder! Te da las herramientas para tomar decisiones que protejan tu corazón, tu mente y tu cuerpo. La intimidad saludable se basa en el respeto, la comunicación sincera y, lo más importante, en un consentimiento que se siente bien para ambas partes.

Si necesitas más información o ser derivada a especialistas, recursos como la página de M de mujer (www.mdemmujer.org ) ofrecen un blog informativo con distintos temas y directorios médicos con profesionales a los que puedes acudir. También puedes contactar al doctor Eduardo Ceh en sus redes sociales: IG (doctor_ceh), Tik tok: @dr.eduardo.ceh.

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