En el corazón del Instituto Politécnico Nacional (IPN), tres mujeres investigadoras están transformando el panorama científico de México. Jazmín García Machorro, Elsa Rubio Espino e Isabel Salazar son protagonistas de innovaciones que van desde medicamentos contra la influenza, pasando por la movilidad urbana inteligente, hasta la investigación de vacunas que podrían revolucionar el futuro de la salud pública en nuestro país.
En el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha que busca visibilizar la participación femenina en el ámbito científico y fomentar vocaciones en las nuevas generaciones, presentamos las historias de tres investigadoras que están abriendo camino en la ciencia mexicana.
Aunque las mujeres han hecho avances significativos en la ciencia, las cifras siguen siendo preocupantes. Según la UNESCO, aunque las mujeres representan el 33% de las personas investigadoras a nivel mundial, solo el 12% de las integrantes de las academias científicas son mujeres.
Jazmín García Machorro: la lucha contra la influenza
Jazmín García Machorro es una médica cirujana que se ha destacado en la investigación biomédica molecular. Egresada de la Escuela Superior de Medicina, Jazmín ha dedicado su vida a la ciencia con un enfoque en la búsqueda de soluciones para los virus respiratorios, como la influenza, el dengue y otros patógenos que siguen amenazando la salud pública.
Desde pequeña, Jazmín mostró interés por entender cómo funcionaban los órganos y los virus, lo que la llevó a estudiar medicina. Sin embargo, fue durante su maestría y doctorado en biomedicina molecular en el CINVESTAV cuando descubrió su verdadera pasión por la investigación viral.
Jazmín recuerda con emoción su trabajo sobre el dengue, donde propuso una vacuna en un sistema eucariote. "Cuando anunciaron la vacuna Abdala para el SARS coronavirus, me sentí feliz al ver que la plataforma que había probado en mi investigación sobre el dengue estaba siendo útil en otro contexto", cuenta con entusiasmo.
Además, en su trabajo con la influenza, ha propuesto antivirales que podrían ser clave en la prevención de futuras pandemias. "El virus de la influenza sigue cambiando y ha sido responsable de varias pandemias a lo largo de la historia, por eso mi trabajo con antivirales es tan importante," explica.
Su trabajo con antivirales tiene como objetivo impedir que los virus ingresen a las células, se reproduzcan o salgan de ellas, deteniendo la propagación del virus.
Cuando le preguntamos cómo explicaría su trabajo a las niñas, Jazmín lo describe de manera sencilla: "Los virus son como esferas que tienen dentro un genoma que les permite hacer más virus. Yo busco fármacos que puedan detenerlos, ya sea evitando que entren a las células o deteniendo su reproducción dentro de ellas”.
Elsa Rubio Espino: la movilidad urbana del futuro
En un mundo donde la Inteligencia Artificial (IA) lo está transformando todo, Elsa Rubio Espino lidera un proyecto innovador: una bicicleta inteligente diseñada para recoger datos del entorno urbano y mejorar la movilidad. Con sensores que detectan rayos ultravioleta, contaminación y más, esta bicicleta ofrece retroalimentación personalizada a través de una aplicación, permitiendo optimizar la experiencia de transporte.
Desde sus primeros días en el Politécnico, Elsa se interesó por la automatización, buscando entender cómo las máquinas podían moverse de manera autónoma. Hoy, su proyecto de movilidad busca ser una herramienta crucial para el urbanismo de la Ciudad de México.
Con el objetivo de colaborar con el gobierno y fomentar políticas de transporte basadas en datos, Elsa cree firmemente que el futuro de la movilidad debe ser más inteligente y sostenible.
A lo largo de su carrera, Elsa ha sido testigo del aumento de mujeres en el ámbito científico y tecnológico. Aunque recuerda cuando solo había tres mujeres en su clase, hoy se muestra optimista, pues cada vez hay más jóvenes, especialmente mujeres, interesadas en estas áreas.
A las futuras generaciones, Elsa les recomienda explorar la ciencia con curiosidad, hacer preguntas y buscar siempre el "por qué" de las cosas. Su consejo: ser más conscientes del impacto que las nuevas tecnologías pueden tener en el mundo y cómo cada disciplina científica puede contribuir a un futuro mejor.
María Isabel Salazar: la investigadora que busca revolucionar las vacunas contra virus tropicales
La doctora María Isabel Salazar Sánchez lidera investigaciones clave en el primer Laboratorio Nacional de Vacunología y Virus Tropicales de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN. Con una carrera dedicada a comprender los virus y su impacto, Salazar ha convertido su pasión por la microbiología en un motor para desarrollar estrategias de prevención y vacunación contra enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue.
Su interés por la ciencia comenzó en un campo totalmente distinto: la astronomía. Sin embargo, con el tiempo descubrió su verdadera vocación en la microbiología. Fue en su doctorado cuando se especializó en virología y en el estudio de vectores como los mosquitos, que transmiten enfermedades virales. "Los virus son entidades biológicas muy simples y fascinantes. A pesar de su tamaño diminuto, pueden intervenir en procesos biológicos clave y moldear el mundo natural", explica.
Entre los virus que ha investigado, la doctora Salazar destaca dos que representan retos urgentes para la salud pública: el dengue y la influenza. "Comprender cómo el dengue genera daños y diseñar estrategias para prevenirlos es un reto constante. Por otro lado, la influenza sigue siendo una gran preocupación, especialmente con los brotes de influenza aviar a nivel global", señala.
Su trabajo en el laboratorio también busca desarrollar nuevas plataformas para vacunas y generar conocimiento que pueda trasladarse a tratamientos y estrategias de prevención efectivas. "Estamos apostando por la ciencia trasnacional: llevar nuestras investigaciones del laboratorio al mundo real para impactar la salud pública".
A lo largo de su carrera, Salazar ha enfrentado desafíos por ser mujer en la ciencia.
"Siempre hay escepticismo, cuestionamientos sobre nuestras capacidades. Pero creo que en lugar de verlos como bloqueos, pueden ser oportunidades para crecer y demostrar de lo que somos capaces".
Para ella, la inspiración ha venido de grandes mujeres en la historia de la ciencia, pero también de sus propias estudiantes. "Las jóvenes científicas que vienen detrás de nosotras también son motor de inspiración. Es nuestro deber decirles: 'Sí se puede, hay camino para nosotras'".
Uno de los mayores obstáculos en la lucha contra las enfermedades infecciosas es la desinformación.
"La gente desconfía porque no puede ver un virus a simple vista. Pero los científicos estamos aquí para estudiar, entender y desarrollar soluciones para protegernos. Hay que confiar en la ciencia, no en curas milagrosas o en teorías sin fundamento", dice.