¿Alguna vez has paseado por las calles de México, admirando la majestuosidad de sus murales, y te has preguntado quiénes son las manos detrás de estas poderosas narrativas visuales? Seguramente vienen a tu mente nombres como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros o José Clemente Orozco. Pero, ¿qué hay de las mujeres que también tomaron los muros como lienzo para sus voces, sus luchas y sus visiones?

Este 9 de septiembre se cumplen 117 años del natalicio de Aurora Reyes, la primera muralista mexicana. En La Cadera de Eva hacemos un repaso por la vida y obra de esta mujer que desafió un movimiento artístico dominado por hombres y dejó un legado imborrable, marcado por un profundo compromiso social y feminista.

¿Quién fue Aurora Reyes?

Aurora Reyes Flores (1908-1985) fue escritora, pintora, poeta y, sobre todo, la primera mujer en pintar un mural en México. Expulsada de la Escuela Nacional Preparatoria por motivos políticos, se formó de manera autodidacta y ejerció el magisterio durante 37 años.

Su arte nunca fue neutral: su voz fue política y feminista. En 1936, en el Centro Escolar Revolución, pintó "Atentado a las Maestras Rurales", un mural que denuncia la violencia contra las profesoras en el campo y que marcó un hito en la historia del muralismo mexicano pues visibiliza la violencia contra las maestras rurales. 

En entrevista para La Cadera de Eva, Dafne Cruz Porchini, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM menciona que, más allá del arte, Aurora fue dirigente sindical, militante de izquierda y feminista. 

Cofundó en 1937 el Instituto Revolucionario Femenino, antecedente del voto de las mujeres, y participó en organizaciones como la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR). También impulsó la creación de las primeras guarderías para maestras y defendió las luchas campesinas y estudiantiles.

Un legado vigente

Para la investigadora Dafne Cruz Porchini, Aurora Reyes incomodó a su época por su compromiso feminista y político, lo que pudo influir en el escaso reconocimiento que recibió frente a otros muralistas pues artistas cómo Diego Rivera llegaron a afirmar que "la pintura mural era un arte viril, un arte para los varones”. 

Aun así, su decisión de llevar “el discurso político a los muros” dejó un precedente de valentía y autonomía. El nieto de Aurora incluso relató cómo la artista rechazó ser directora de Bellas Artes bajo el gobierno de Luis Echeverría, lo que le costó un veto en la historia del país.

Hoy, su mural "Atentado a las Maestras Rurales" sigue siendo un recordatorio de la violencia normalizada hacia las mujeres. En un país donde 11 mujeres son asesinadas al día, su obra mantiene una vigencia dolorosa y necesaria.

"La obra de Aurora Reyes es un recordatorio visual de esta violencia social, pero que también se sexualiza hacia las mujeres. Es una llamada de atención también de ver que hay problemas que persisten en la actualidad, toda la violencia que se normaliza” (Dafne Cruz Porchini, investigadora)

Más allá de Aurora

El imaginario colectivo suele pensar en el muralismo como un terreno exclusivo de hombres. Pero la historia nos revela que otras mujeres también tomaron el pincel y el muro, movidas por el deseo de expresión y, en ocasiones, por un compromiso social. La investigadora Dafne Cruz nos invita a conocer a:

Isabel Villaseñor: artista mexicana que, antes que Aurora, intentó pintar un mural junto con Alfredo Salce en una escuela rural de Ayotla en 1929. Aunque su autoría a menudo no se le atribuye por ser una obra conjunta, su iniciativa fue un precedente importante.

Marion y Grace Greenwood: artistas estadounidenses invitadas por Diego Rivera, pintaron murales en el Mercado Abelardo Rodríguez en la Ciudad de México y en Michoacán en los años 30, incluso antes que Aurora Reyes. Marion realizó murales en Taxco en 1933 y en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Grace pintó en el Museo Michoacano en 1934 y también en el Mercado Abelardo Rodríguez.

María Izquierdo: en los años 40 intentó realizar un mural en el Palacio de Gobierno de la Ciudad de México, aunque el proyecto no se concretó.

Aurora Reyes y estas muralistas nos recuerdan que el arte también es resistencia. Sus muros siguen hablándonos, con mensajes de justicia, educación e igualdad que inspiran al presente.