Retratar la violencia intrafamiliar, las consecuencias de los feminicidios, el trabajo de las madres buscadoras, migración y otros escenarios de violencia y violencia de género implica visibilizar las asimetrías que atraviesan a las mujeres. Esto es lo que evidencia la obra de autor y mirada feminista de la fotógrafa Lourdes Almeida.
Creativa por naturaleza, a sus 52 años se ha consagrado como uno de los referentes más importantes de la fotografía contemporánea. Sus obras desenredan los enigmas de la cotidianidad humana y cuentan historias trascendentales a través de la imagen, el arte-objeto, la polaroid y más.
En entrevista con La Cadera de Eva, Lourdes Almeida, habla sobre la mirada feminista en su obra, la politización de la nueva generación de fotógrafas y sobre su más reciente libro Zurciendo la Historia. Fotógrafas nacidas hasta 1920, un trabajo de consulta que rescata el trabajo de más de 700 mujeres fotógrafas.
“Lo importante es la convicción, lo que tú quieres mostrar, y a mí sí me interesa mostrar que mi trabajo tiene que ver con la violencia contra la mujer”, explica Almeida, y es que su trabajo está repleto de imágenes que documentan el poderoso hueso resiliente de las mujeres.
La mirada feminista en la fotografía
“Soy feminista, fui activista muchos años dentro del feminismo, fui parte de Mujeres en Lucha por la Democracia diez años”. Para Lourdes Almeida, reconocer la autoría de una fotografía a partir del género es complicado, sin embargo, otros ángulos pueden delatar la mirada feminista detrás de la fotografía.
Lourdes Almeida forma parte del colectivo Patchwork Healing Blanket / La Manta de la Curación, en donde artistas, curadoras e historiadoras se unen para promover el arte de carácter público y colaborativo, con el objetivo de protestar de manera pacífica ante las violencias e injusticias contra las infancias, las mujeres y la Tierra.
“Yo tengo piezas de una pieza abordada de feminicidios con estadísticas. (...) (En) Patchwork Healing Blanket; La Manta de la Curación invitamos a gente, no tienen que ser artistas, a todas las mujeres que quieran participar y que quieran mandar una manta platicando su sentir. “¿Qué les ha pasado?” “¿Qué violencias han vivido?” “¿Qué piden las mujeres?”
Este proyecto extiende la protesta a aquellas personas que luchan día con día por el acceso a la justicia, como en el caso de las madres buscadoras de Sonora, que han denunciado la impunidad y la corrupción del Estado a través de mantas intervenidas por bordados, tejidos y pinturas.
Para Almeida, la mirada feminista se encuentra, sobre todo, en los actos de las mujeres jóvenes cada vez más politizadas, en los carteles de infancias en marchas feministas que llevan consigo la consigna “Las niñas no se tocan”, y es que la mirada feminista trasciende el arte y el acto filosófico de dirigir y redirigir la mirada. “El hecho de que las jóvenes de hoy ya estén alzando la voz es algo para mí fundamental, muy importante”, reflexiona Lourdes.
“No todo el arte es social. Inclusive lo que yo hago en mi exposición no es arte social pero cuando el arte es social es muy importante porque nos apoyamos las mujeres unas a otras”.
El arte social no sólo busca impactar a la sociedad mediante la enunciación de los conflictos sociales y políticos, sino que retrata la vida de las personas sin exotizar ni romantizar el conflicto, de ahí la importancia de que las mujeres y las personas en situación de vulnerabilidad documenten, fotografíen e intervengan las calles del país.
“Cuentan tus historias, las de sus vecinos. Sonia Madrigal tiene un trabajo espectacular y cuenta lo que pasa con la violencia que viven sus vecinos. (...) ese es el camino a seguir; contar tus historias, tus historias de violencia, lo que no te gusta, la inequidad, lo que vives en el transporte público, que te molestan, lo que hemos vivido todas las mujeres toda la vida, eso se puede contar con con fotografía. Atrévanse a las cosas con las que no están de acuerdo, denuncien la violencia y cuenten historias, no hagan fotos aisladas”.
Zurciendo la Historia. Fotógrafas nacidas hasta 1920
Tras la pandemia de Covid-19, Lourdes Almeida emprendió una arriesgada travesía junto a la Escuela Activa de Fotografía de Querétaro, sede en la impartía clases en línea: recopilar el trabajo de mujeres fotógrafas borradas de la historia.
Zurciendo la Historia. Fotógrafas nacidas hasta 1920 es un libro que contiene las historias, los rostros y la obra de mujeres fotógrafas de todo el mundo, pioneras del siglo XIX y principios del XX, invisibilizadas en la historia del arte.
“Es un proyecto universal y tenemos más de setecientas fotógrafas cuando la mayoría de la gente nada más conocíamos cinco. Y como es tiempo de mujeres, hay que hablar de mujeres y hay que hacer proyectos con mujeres”.
Para conocer más sobre Lourdes Almeida, no te pierdas la video entrevista con La Cadera de Eva.