¿Alguna vez te has topado en redes sociales con un video viral de una persona en silla de ruedas bailando con alegría, o de alguien con una prótesis corriendo un maratón, y tu reacción inmediata fue "¡Qué inspiración!"?
Esta respuesta, casi automática, impulsada por narrativas que nos han enseñado a ver la discapacidad a través de un lente de asombro y admiración desmedida por actos que, para las personas sin discapacidad, serían completamente ordinarios tiene un nombre: porno inspiracional.
Conversamos con Jen Mulini, fotógrafa, periodista y activista de los derechos de las personas con discapacidad, quien nos invita a reflexionar sobre cómo estas "historias inspiradoras" pueden ser, en realidad, una forma de opresión. Te contamos.
¿Qué es el porno inspiracional?
El término "porno inspiracional" fue acuñado por la comediante y periodista australiana Stella Young. Este concepto describe todo el contenido creado y compartido por personas sin discapacidad que muestra a personas con discapacidad realizando acciones cotidianas (como bailar, cocinar o estudiar) como algo sensacionalista y extraordinario.
El objetivo oculto de este tipo de contenido es convertir a las personas con discapacidad en "sujetos de inspiración", permitiendo a las personas que no tienen discapacidad sentirse mejor consigo mismas al percibir un mayor bienestar frente a quienes viven con discapacidad.
Jen Mulini explica que este fenómeno es una forma de capacitismo, una opresión que valida los cuerpos normativos y le resta agencia a las personas con discapacidad. Es la "exacerbación de alguna capacidad" para generar un "¡wow!". Al replicar estas acciones, se sigue perpetuando el capacitismo.
Al respecto, el activista Guz Guevara ha señalado lo siguiente:
"Las personas con discapacidad no somos sujetos de inspiración de NADIE, y nuestra identidad y existencia no se encuentra al servicio de llenar vacíos ni cualquier otra necesidad o carencia afectiva/emocional de quienes viven sin discapacidad".
Narrar con dignidad
La narrativa del "porno inspiracional" es profundamente reductora. Tiende a infantilizar a las personas con discapacidad y a sugerir que no pueden ser negativas, violentas, sexuadas o incluso independientes.
Jen Mulini señala que el capacitismo va de la mano con el asistencialismo, es decir, la creencia de que las personas con discapacidad necesitan ayuda en todo momento y para todo. Aunque esto puede ser cierto para diagnósticos muy específicos que limitan la independencia, no es el contexto general de la vida de la mayoría de las personas con discapacidad.
El impacto en la autoestima y la identidad es significativo. Jen comparte su propia experiencia: "Antes de que yo fuera independiente y antes de que yo decidiera qué hacer, cómo vestir, qué silla de ruedas comprarme... antes de esa parte de independencia mi autoestima era casi que nula".
Jen, quien se define como una mujer con discapacidad, bisexual, hablante de náhuatl y originaria de una comunidad rural indígena, ha sido una voz fundamental en la lucha por la visibilidad y la representación digna al señalar que los prejuicios sociales y las limitaciones percibidas por otros afectan directamente la vida de las personas con discapacidad, de acuerdo a su contexto.
Como periodista y activista, Jen Mulini enfatiza la responsabilidad crucial de los medios de comunicación en la promoción de narrativas anticapacitistas. Ella ofrece recomendaciones esenciales para narrar historias con dignidad y respeto:
- Abordar la discapacidad desde la dignidad y los derechos humanos, evitando valorar primordialmente las capacidades o funcionalidades de una persona.
- Evitar frases sensacionalistas y la revictimización como “a pesar de su discapacidad”, “un verdadero caso de inspiración” o “a pesar de todo lleva una vida normal”.
- Dar voz directa a las personas con discapacidad, permitiéndoles contar sus propias historias en primera persona, lo cual dignifica su experiencia.
- No asumir que vivir con una discapacidad es sinónimo de sufrimiento; lo que se padece es la discriminación y la falta de accesibilidad, no la discapacidad en sí, que es una condición de vida.
- Utilizar lenguaje respetuoso: por ejemplo, decir "vive con una discapacidad" o "tiene una condición de discapacidad" en lugar de "padece una discapacidad".
- Aplicar la interseccionalidad y una perspectiva de género: Jen destaca la brecha económica en México, donde la participación económica de las mujeres con discapacidad es del 31% frente al 51% de los hombres con discapacidad, evidenciando que la perspectiva de discapacidad no es homogénea, de acuerdo con el INEGI.
- Evitar los extremos en la narración: no caer en la victimización ni en la glorificación excesiva (como si un atleta paralímpico fuera un "superhumano").
- Visibilizar realidades, no crear fuentes de inspiración que ignoren las redes de apoyo o los desafíos superados para alcanzar logros.
- No crear dicotomías: las personas con discapacidad son tan diversas como cualquier otra población.No son solo mendigos o atletas paralímpicos”, dice Jen.
Jen Mulini: una lente hacia la dignidad y la resistencia
Jen Mulini fue la única mexicana en su categoría en la Convocatoria Global "Esto es Género: Género y Discapacidad", siendo parte de la exposición virtual "Cripping the Lens", que reúne a artistas con discapacidad de más de 65 países. Cuando se le pregunta cómo le gustaría que fuera narrado este gran logro, es clara en que lo importante no es solo su premio personal, sino lo que representa:
"Más allá de celebrar a la persona, yo en lo particular pienso es celebrar esta visibilización de manera internacional, sobre todo en un tema que tiene que ver con cuidados y resistencia" (Jen Mulini)
Su fotografía ganadora visibiliza un tema crucial: "Las personas con discapacidad que viven en la tercera edad también tienen derecho al placer".Para Jen, su participación en "Cripping the Lens" es una plataforma crucial para su activismo y su compromiso con la interseccionalidad y la desarticulación de prejuicios sociales.
La exposición busca "alejar la cámara del voyeurismo y orientarla hacia la resistencia; desaprender la estética normativa en favor de narrativas forjadas desde el dolor, el placer, la protesta, el cuidado y la supervivencia". Su participación es la forma más genuina de su pasión y su lucha diaria por asegurar que la inclusión no sea un lujo, sino un pilar de justicia social.
"Se trata de desarticular prejuicios sociales y de asegurar que las personas con discapacidad no solo seamos vistas, sino tomadas en cuenta en los liderazgos, nada de nosotras sin nosotras” (Jen Mulini)
El trabajo de Jen Mulini nos invita a una reflexión profunda sobre cómo construimos nuestras narrativas y cómo podemos, desde la dignidad y el respeto, desmantelar las barreras del capacitismo para construir una sociedad verdaderamente inclusiva.
Puedes explorar la exposición virtual "Cripping the Lens" y el trabajo de Jen Mulini en: https://thisisgender.global5050.org/stories/2025-cripping-the-lens/
Foto: Cortesía