La Ciudad de México arrastra una deuda histórica en materia de accesibilidad e inclusión: la ausencia de cambiadores inclusivos en espacios públicos de alta afluencia. Para atender esta omisión, la asociación civil Familias y Retos Extraordinarios solicitó formalmente a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, la instalación de estos espacios que garanticen el derecho al cuidado y a la dignidad de personas con discapacidad, adultas mayores y quienes enfrentan necesidades complejas de higiene.
En entrevista para La Cadera de Eva, Margarita Garfias, coordinadora y fundadora de Familias y Retos Extraordinarios, una asociación civil comprometida con los derechos e inclusión de infancias y juventudes con discapacidad, explica que cuando se habla de inclusión, a menudo se deja fuera a personas usuarias de pañal, ostomías o con necesidades complejas de higiene. Son personas que existen, transitan la ciudad y tienen derecho a hacerlo con dignidad.
Este olvido institucional no solo afecta a personas con discapacidad, sino también a adultos mayores, e incluso a mujeres mayores de 50 años que enfrentan incontinencia o menstruaciones abundantes. Hoy los cambiadores están diseñados únicamente para bebés, dejando sin un lugar digno y seguro a quienes necesitan un cambio de pañal siendo adultos.
La dimensión del problema está documentada. Datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señalan que al menos el 30% de mujeres y el 15% de hombres adultos mayores usan pañal, lo que revela lo urgente que es ampliar la noción de accesibilidad en la ciudad.
Margarita Garfias menciona que la ausencia de cambiadores adecuados hace que estas personas eviten los espacios públicos por miedo a que se desborde el pañal, limitando su derecho a la ciudad, al ocio y a la vida comunitaria. Cuando salen, la falta de infraestructura obliga a realizar cambios de pañal en lugares improvisados como el suelo, cajuelas de coche, bancas o jardineras, lo que es indigno, insalubre y conlleva riesgos de infecciones, lesiones físicas o daño emocional tanto para la persona que recibe el cuidado como para quien lo proporciona.
La propuesta central, impulsada por Familias y Retos Extraordinarios, es la instalación de cambiadores inclusivos en puntos estratégicos y de alta afluencia pública de la Ciudad de México. Esta iniciativa busca ser parte del Sistema de Cuidados de la Ciudad de México y una política pública de accesibilidad urbana y cuidado digno.
¿Qué es un cambiador inclusivo?
Un cambiador inclusivo va mucho más allá de una simple mesa con colchoneta. Las características técnicas ya están detalladas en la Gaceta de la Ciudad de México del 28 de junio de 2024. Los componentes indispensables incluyen:
- Área accesible: mínimo 12m², con espacio suficiente para maniobrar sillas de ruedas e, idealmente, ubicado en plantas bajas para evitar problemas de accesibilidad.
- Camilla abatible: regulable en altura para facilitar el aseo y los cambios de pañal de forma ergonómica para el cuidador y segura para el usuario.
- Grúa: un sistema de elevación para asistir a personas que rebasan el peso de quien les asiste, reduciendo la sobrecarga física de los cuidadores.
- Sanitario y lavabo accesibles: con espacio a ambos lados del sanitario en caso de que se necesite el apoyo de dos personas.
- Dispensadores: de jabón y para el secado de manos.
- Sistema de desechos sanitarios: un bote grande para pañales.
- Bote para punzocortantes: un recipiente específico para desechar medicamentos inyectables, jeringas o lancetas, algo que actualmente falta en los baños comunes y representa un riesgo para el personal de limpieza y recolección de basura.
- Señalización inclusiva.
- Protocolos de limpieza y seguridad.
Margarita Garfias enfatiza que estos espacios no solo benefician a las personas con discapacidad, adultos mayores y sus cuidadores, sino que también impactan positivamente a la comunidad en general, al evitar situaciones insalubres o incómodas en el espacio público.
También son cruciales para personas con otras necesidades de higiene, como aquellas con ostomías o mujeres con menstruaciones abundantes que podrían necesitar incluso una regadera.
Marco legal y respuesta gubernamental
La solicitud para implementar estos cambiadores inclusivos se basa en el marco de derechos humanos, incluyendo el derecho al cuidado y a la autonomía (Art. 9 de la Constitución de la CDMX), el derecho a la ciudad y al espacio público (Art. 12), y el derecho a la dignidad humana, tal como lo establece la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU. También se apoya en el reconocimiento de la diversidad de las familias (Art. 10).
Margarita Garfias señala que la falta de estos espacios perpetúa condiciones precarias e indignas y carga toda la responsabilidad del cuidado en las familias, a menudo mujeres, sin corresponsabilidad del Estado.
Sobre la respuesta gubernamental, Margarita Garfias menciona que han dirigido la solicitud a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina. Aunque la Jefa de Gobierno aún no las ha recibido directamente, ha canalizado la solicitud a las autoridades del Zoológico de Chapultepec, con quienes ya tienen agendada una cita.
Además, el proyecto para el cambiador en el Zoológico de Chapultepec fue presentado a través de un proyecto participativo por Carlos Antonio Avilés Garfias, el hijo de Margarita Garfias, quien tiene parálisis cerebral y es usuario de pañal. Aún falta ver si se canaliza la solicitud para el Zócalo.
La activista explica que la instalación de estos cambiadores inclusivos tendría un impacto significativo. No solo mejoraría la calidad de vida de las personas con discapacidad, sino que también permitiría la inclusión de familias cuidadoras en la vida pública, disminuyendo su aislamiento.
La solicitud busca visibilizar una necesidad urgente para que la Ciudad de México sea verdaderamente accesible e inclusiva para todas las personas que la transitan y habitan, garantizando que los cuidados estén realmente al centro del modelo de ciudad.