Cada mañana, María publica una foto de su hija Sofía desayunando, con un pie de foto que dice "Mi pequeña princesa". Luego, viene la rutina escolar, donde María comparte fotos de Sofía con sus amigos, y por la noche, una historia de antes de dormir.

Sofía, de ocho años, crece rodeada de likes y comentarios, pero también de miradas curiosas y juicios. ¿Qué pasa cuando Sofía quiere tener una vida privada? ¿Qué pasa cuando quiere decidir qué compartir y qué no?

María cree que comparte la vida de Sofía por amor, pero ¿dónde está la línea entre el amor y la exposición? ¿Está protegiendo a su hija o la está exponiendo a un mundo que no siempre es amable?

El “sharenting” es el acto de compartir la vida de los hijos e hijas en redes sociales. El término es un anglicismo que proviene de share (compartir) y parenting (paternidad) consiste en que padres, madres y personas cuidadoras compartan, fotos, vídeos e historias sobre sus hijos e hijas en redes sociales.

Esto se ha convertido en una práctica tan habitual que, el diccionario británico Collins lo incluyó en sus páginas en 2016. Desde entonces, el fenómeno no ha dejado de crecer.

Al principio, puede parecer inofensivo. Pero, ¿qué hay de malo en compartir una foto de tu hijo o hija sonriendo en su cumpleaños? Te tenemos una noticia: el sharenting puede tener consecuencias no deseadas.

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La privacidad en riesgo

Cuando compartes la vida de tus hijos e hijas en internet estás creando un registro permanente de su infancia. Esto puede afectar su privacidad y seguridad en el futuro. El “sharenting” también puede influir en la autoestima de los niños y niñas. Si siempre están siendo observados y juzgados, pueden sentirse incómodos con su propia identidad.

“Cuando compartimos información sobre nuestros hijos en línea sin implicarlos en esa decisión, desaprovechamos una excelente oportunidad para enseñarles con un ejemplo la noción de consentimiento, explica Stacey Steinberg, directora del Centro para la infancia y las familias de la Universidad de Florida.

Antes de compartir contenido sobre tus hijos en las redes sociales, Stacey Steinberg nos invita a reflexionar sobre:

1. Su seguridad y privacidad

  • Compartir información sobre tus hijos puede ponerlos en peligro. Algunos adultos malintencionados podrían
  • Intentar contactarlos o hacerles daño
  • Crear expedientes digitales para vender datos personales
  • Utilizar imágenes para fines ilícitos o crear memes dañinos

2. Enseñarles sobre consentimiento y privacidad

Al compartir información sobre tus hijos sin su consentimiento, pierdes la oportunidad de enseñarles:

  • La importancia de la privacidad
  • A respetar la intimidad de los demás
  • A pedir permiso antes de compartir información o imágenes

Como padres y madres, es importante reflexionar sobre el impacto del sharenting en los niñas y niñas ¿estas compartiendo su vida por amor o pro vanidad? ¿Dónde está el límite entre compartir y proteger? Es importante considerar el impacto del sharenting en las infancias y tomar decisiones responsables sobre qué compartir y qué no. Su privacidad depende de ello.

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¿Qué medidas tomar?

Los especialistas en seguridad informática dicen que es importante comprobar los ajustes de privacidad y que los padres y madres deben asegurarse de que saben qué datos están haciendo públicos sobre sus hijos.

Las redes sociales cada vez atrapan más la atención y participación de niños, niñas y adolescentes. Supervisar lo que consumen y comparten en estas plataformas y saber con quiénes se comunican es vital para protegerlos de amenazas en Internet que pueden vulnerar su integridad y seguridad.

Tan solo en 2022, 2.9 millones de personas de entre 12 y 17 años experimentaron alguna situación de ciberacoso en México, de acuerdo con el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) del INEGI.

Además de riesgos como el ciberacoso, los menores de edad se enfrentan a delitos como el robo de identidad, de datos personales y la posibilidad de ser enganchados a redes de trata con fines de explotación sexual a través de las redes sociales, de acuerdo con el INEGI esto cobra mayor relevancia en un contexto donde el 50% de las niñas y niños de entre seis y 11 años ya son usuarios de Internet en México.

Aquí te dejamos algunas recomendaciones de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y Tejiendo Redes Infancia en América latina y el Caribe, para acompañar a las infancias en Internet.

  • Configurar la sección de seguridad parental en los dispositivos y aplicaciones de niños, niñas y adolescentes.
  • Hablarles desde una edad temprana, y con un lenguaje que comprendan, sobre el uso de las tecnologías, las pautas de seguridad, el derecho a su privacidad y la necesidad de autorregular los contenidos y el tiempo de acceso.
  • Acompañar a los menores de edad en la creación de cuentas de plataformas como Instagram, Facebook, Twitter, Tik Tok para que juntos configuren los controles de seguridad específicos, pensados para ellas y ellos.

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