En un mundo construido casi exclusivamente para personas adultas, las infancias, la crianza y la lactancia no son una prioridad, criticaron las madres entrevistadas por La Cadera de Eva respecto a la inclusión de espacios para la maternidad en los centros de trabajo. Señalaron que, con frecuencia, las madres han tenido que alimentar a sus bebés escondidas en los baños para evitar “incomodar” a las demás personas.

La lactancia permea en todos los ámbitos en la vida de las mujeres, su trabajo y relaciones sociales no son la excepción. En diversas ocasiones se han visto obligadas a dejar a un lado la lactancia porque su trabajo interfiere en este proceso, e incluso dejan de salir a la calle para no tener que lidiar con las incómodas miradas que juzgan a una madre amamantando a su bebé, coinciden expertas.

Foto: UNAM Global TV
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“Desde el primer momento que yo supe que estaba embarazada, sabía que quería darle pecho a mi bebé”, comenta la maestra de baile Pilar Vázquez, quien tiene una hija de tres años.

Pilar comenzó a leer toda la información que encontraba acerca de la lactancia materna, sin embargo, al hallar demasiada información que la confundía, optó por dejar fluir su proceso. 

“Los primeros días fueron un poquito complicados, me dolía, tenía grietas, sangre. Algo un poquito feo”, Pilar sonríe y continúa, “pero desde el momento en el que comencé a dejar que fluyera y hacerlo un poco más natural sin tanta presión, nunca tuve ningún problema con mi lactancia”.

Las madres se enfrentan a presiones incluso antes de que nazcan sus hijos: se informan sobre cómo amamantar, cómo cuidar, cómo ser la madre ideal, relata la madre e investigadora Brenda Morales Muñoz, en la columna “Sólo quiero un capuchino”, publicada en La Cadera de Eva al inicio de la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

El punto es que siempre hay culpa, como si se fuera mejor madre o más madre haciendo tal o cual cosa. Cuando estaba embarazada decidí que quería hacer lactancia a libre demanda con mi hija, pero una madre nunca puede decidir antes de tiempo”, menciona Morales Muñoz.

Lactancia materna: benéfica para bebés y madres

La leche materna es el alimento más completo para los bebés durante sus primeros seis meses de vida, ayuda a prevenir la mala nutrición, transmite defensas contra enfermedades, además le da amor, confianza y seguridad al bebé, asegura la doctora Elina Alvarado de Luzuriaga, jefa del Área de Atención Prenatal del IMSS.

“Es muy rica en proteínas, vitaminas y minerales son defensas naturales que se le están dando a los bebés, por esto es que ellos se enferman menos”, explica Alvarado de Luzuriaga.

Además, la lactancia materna también tiene beneficios para las madres. “Disminuye el sangrado posterior al parto, ayuda para que el útero regrese a su tamaño normal. Es muy importante para nosotras como mamás pues de igual manera, disminuye el riesgo de que padezcan diabetes, cáncer de mama, cáncer de ovario, osteoporosis y también ayuda a prevenir la depresión postparto”, agrega Alvarado de Luzuriaga.

Para Julia Cuéllar el inicio de la lactancia fue complicado. “No tenía mucha idea de cómo hacerlo, me acuerdo que en el hospital solo me explicaron cómo se tenía que agarrar la teta, pero esa fue toda mi explicación”, comentó en entrevista con La Cadera de Eva.

Durante 2022, al 86.3% de las madres mexicanas, el personal de salud les aconsejó dar sólo leche materna a su bebé y les explicó cómo amamantarlos de acuerdo con ENSANUT Continua 2022 y Redim.

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“Dejar que ella tenga sus tiempos definidos”: ¿qué es la lactancia de libre demanda y extendida?

La escritora Julia Cuéllar buscó a un pediatra que le recomendó llevar una lactancia de libre demanda. “Al principio como que yo no entendía cómo era. Se quedaba con hambre porque cada ratito lloraba, hasta que el doctor me explicó que en la libre demanda la leche materna se consume rápido, y me dijo ‘no sientas que no estás produciendo’”, comenta.

La Organización Mundial de la Salud explica que los bebés deben ser amamantados bajo libre demanda, es decir, “tan a menudo como el niño quiera, día y noche”.

En México, el 95% de niñas y niños de 0 a 1 años recibieron alguna vez lactancia materna durante el 2021 y 2022. Además, el 33.6% recibió una lactancia materna exclusiva.

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A nivel mundial se recomienda que la lactancia sea exclusiva durante los primeros seis meses de vida, es decir, sólo darle leche materna. No hay que darle ningún otro líquido, ni agua, ni nada. La leche tiene todo lo que el bebé necesita durante los primeros seis meses de vida. Después la continuamos de manera complementaria ya con otros alimentos hasta los dos años o más de edad”, explica Alvarado de Luzuriaga.

Pilar Vázquez, menciona que cuando nació su hija pidió que desde el primer momento permaneciera con ella. En México, el 49.2% de las niñas y niños son puestos en el seno materno durante la primera hora de vida, según con ENSANUT Continua 2022 y Redim.

Foto: UNAM Global TV
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“Actualmente ya voy para cuatro años -amamantando-. Obviamente, ya en este momento yo pienso que es más lactancia de apego, por cariño y por seguridad que ella lo busca, que realmente ya por la leche”, comparte Pilar.

La bailarina ha percibido que hay un gran estigma en contra de que se expanda el tiempo de la lactancia

“Piensan que solamente es el nutriente a la hora de nacer el tiempo que lo requieren, y a partir de ello como si ya no sirviera. Yo me he dado cuenta muchas veces que cuando se enferma, o se comienza a enfermar de algo, me doy cuenta que está más cerca de mí, me pide más pecho. Afortunadamente nunca hemos tenido ni siquiera una infección, una enfermedad fuerte”.

Vázquez comenta que ella decidió extender el tiempo de su lactancia hasta que su hija decida que ya no lo requiere. “Parte de mi método de crianza es dejar que ella tenga sus tiempos definidos, que no le tenga que marcar yo un tiempo específico porque mi abuelita, mi mamá y la sociedad me lo dicen”, enfatizó Pilar.

Mariana Villalobos, directora y fundadora de Infancia Plena, recomienda que la lactancia sea libre y deseada, tanto de la madre como del bebé, para que su lazo siga fortaleciéndose. 

No existe evidencia científica con relación a la caducidad de los beneficios de una lactancia libre y deseada. Esto es muy importante porque hay lactancias de dos, tres o cuatro años que ya no son deseadas y empiezan a generar violencias hacia las infancias, afectan el vínculo y la salud mental de mamá y de bebé”, explica Mariana Villalobos.

¿Se puede continuar con la lactancia materna en el trabajo?

Julia Cuéllar era maestra de tiempo completo en la Universidad Iberoamericana cuando fue mamá. La también escritora afirma que tuvo que reducir sus horas de trabajo para poder seguir con el proceso de lactancia, pues en ese momento las instalaciones no contaban con salas de lactancia materna y, para ella, la prioridad era su bebé.

Con su primer hijo, Ayari Pasquier Merino, quien es investigadora de la UNAM, también tuvo que aprender a balancear su trabajo con la lactancia materna. Incluso tuvo que encontrar la manera de extraerse leche sin tener que acudir al baño de las oficinas.

Foto: UNAM Global TV
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En el trabajo era difícil, yo estaba como posdoctorante. El hecho de no tener un espacio para sacarme la leche, porque tenía que cumplir con un número de horas, y yo me las ingeniaba para extraer leche: una amiga se ponía atrás y me hacía como casita”, narra Ayari Pasquier Merino.

El regreso al lugar de trabajo es uno de los principales factores que impiden que las mujeres continúen con su lactancia. Sólo una de cada 10 mujeres que trabaja fuera de casa continúa con su lactancia, de acuerdo con el “Diagnóstico y recomendaciones sobre las políticas a favor de la lactancia materna en el lugar de trabajo” realizado por Unicef en 2021.

 

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En México hay diversas leyes que contemplan que las mujeres tienen derecho a continuar con su proceso de lactancia. En la Ley Federal del Trabajo se establece que las trabajadoras tienen derecho a tener dos descansos extraordinarios, de 30 minutos cada uno o uno de una hora para extraerse leche o amamantar a su bebé

También ordena que las trabajadoras cuenten con un espacio adecuado e higiénico para llevar a cabo la lactancia dentro del lugar de trabajo. A inicios de este año se aprobó una reforma en la que se amplió el periodo de lactancia de seis meses a dos años.

“Está la cuestión de tener un espacio digno. Sacar la leche en el baño es bastante incómodo, sobre todo si piensas en guardar la leche. Y luego está la cuestión de infraestructura. Generalmente te sacas la leche y la guardas para que alimente al siguiente día al niño, necesitas una hielera, un refri que esté limpio”, comenta Ayari Pasquier Merino.

“Las mujeres deben saber que si son trabajadoras del sector público cuentan con la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado; si son del sector privado tienen la Ley Federal del Trabajo; y en general tenemos la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que reconoce la violencia laboral cuando hay negativa de que las mujeres extraigan leche”, dice Mariana Villalobos.

Foto: UNAM Global TV
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Francesca Romita, oficial nacional de Responsabilidad Social Corporativa en Unicef México, afirma que durante el diagnóstico que realizaron “encontramos que hay poca sensibilidad y empatía de las empresas. Hay inadecuado conocimiento de los derechos parentales, estamos hablando de las licencias de maternidad, paternidad y también de los derechos que tenemos en la Ley Federal del Trabajo para continuar con la lactancia”.

“Nosotros hicimos una encuesta el año pasado y sólo el 24% de las empresas promovían la lactancia materna, a pesar de que garantizarlo está en la Ley Federal de Trabajo”, añadió Francesca Romita.

¿Cuáles son los beneficios de promover la lactancia materna en espacios laborales?

  • Retención del talento
  • Incremento en la productividad por la disminución en la tasa de ausentismo
  • Aumento en la tasa de retorno al trabajo después del parto
  • Mayor compromiso de las colaboradoras y satisfacción laboral

De acuerdo con Unicef, México tiene una de las tasas de lactancia más bajas de todo el mundo.

Discriminación en los espacios públicos

Ser mamá nunca es fácil, constantemente se enfrentan a críticas por el modelo de crianza, por cuando deciden parar o continuar la lactancia materna e incluso por el lugar en el que deciden amamantar a su bebé, explica la oficial nacional de Responsabilidad Social Corporativa de Unicef México.

Las mujeres han tenido que optar por alimentar a sus hijos casi a escondidas, prefieren no salir para no incomodar a los demás, sin embargo, también dejan de ser invitadas por sus amistades a las reuniones, señala Ayari Pasquier Merino. 

“Todo el tiempo te cuestiona mucho la sociedad, la familia, los suegros, los amigos. -Te dicen- ‘ay no, es que no puedes salir a pasear con nosotros’. No puedes irte a echar, no sé, una cena con las amigas… Sí es como un reclamo, pero para mí eran como secundarios, porque tenía claro que mi bebé iba a ser bebé un poquito de tiempo y luego se iba a ir”, comparte Pasquier Merino.

La soledad a la que se ven desplazdas las mujeres que son madres, es un tipo de discriminación, como lo señala la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación: “Se considera discriminación prohibir, negar, limitar o restringir el acto de amamantar en espacios públicos”.  

“No puedes estar amamantando libremente. Cuando lo que debemos hacer es normalizar la lactancia en todos los espacios”, afirma Francesca Romita, oficial nacional de Responsabilidad Social Corporativa en Unicef México.

Crédito: Cuartoscuro
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¿Qué podemos hacer como personas ciudadanas para poder incentivar la lactancia materna?

Lo primero sería conocer el valor de la lactancia materna como un derecho humano, reconocer que cuando una mujer decide amamantar está impactando positivamente en la economía nacional, el medio ambiente, la salud nacional y en ese sentido lo que podemos hacer es no crear obstáculos innecesarios para que esa mujer pueda ejercer su lactancia. ¿Cómo? No discriminando, ni cuestionando”, explicó Mariana Villalobos.

La lactancia materna es tarea de todos y todas

Durante siglos el trabajo de cuidados ha recaído casi exclusivamente en las mujeres, son ellas quienes han tenido que administrar el hogar, las tareas de la casa y cuidar a sus hijos e hijas. En México, actualmente, las mujeres se hacen cargo del 73% del trabajo de cuidados no remunerados, de acuerdo con el INEGI. Y según el IMCO, las mujeres mexicanas pasan el 64% de su tiempo ocupadas en trabajos del hogar o de cuidados. Esto representa 40 horas a la semana, casi una jornada laboral de tiempo completo.

Sin embargo, la maternidad y la lactancia materna es un trabajo que nos involucra a todas y todos, señala Mariana Villalobos, y explica que esta corresponsabilidad debe darse sin importar si se tienen o no hijos.

La lactancia no sólo es una tarea de las mujeres, aquí entran varios factores que van desde el personal de salud, la familia, la comunidad, la sociedad, el gobierno y los lugares de trabajo”, explica Francesca Romita.

Crédito: Cuartoscuro
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Elina Alvarado de Luzuriaga, jefa del Área de Atención Prenatal del IMSS, recomienda que los padres se involucren en la crianza y proceso de lactancia de sus hijos e hijas para fortalecer los vínculos con ellos. 

Para este fin, Unicef creó un decálogo de “Consejos para padres para lograr una lactancia materna exitosa”, en el que explican cuáles son las acciones que los padres pueden realizar para ser parte de la lactancia.

La primera de ellas es informarse sobre la lactancia materna, el segundo paso es apoyar a la madre cargando al bebé mientras ella descansa; así como bañarlo, vestirlo, cambiarle el pañal, salir a caminar con él. De acuerdo con el decálogo, esto ayudará a reforzar el vínculo psico-afectivo entre ambos.

Así mismo, incentiva a apoyar a la madre para que se mantenga hidratada, ofrecerle un vaso de agua o jugo de fruta mientras esté amamantando. 

“Hazla sentir bien todo el tiempo. No hagas comentarios inapropiados sobre su cuerpo o sobre cualquier situación que le haga sentir mal y pueda afectar su producción de leche. Muéstrate comprensivo y cariñoso, pero sobre todo reconoce su esfuerzo y halaga su decisión de amamantar, ya que esta práctica puede llegar a ser difícil y cansada”, se lee en el decálogo.

Las mujeres no tienen que vivir solas o escondidas su lactancia. Socialmente se tiene que normalizar este proceso y recordar que se trata de una tarea que no sólo corresponde a las madres, sino que recae en todas y todos, concluyen Mariana Villalobos, directora y fundadora de Infancia Plena, y Francesca Romita, oficial nacional de Responsabilidad Social Corporativa en Unicef México.