¡Amix, ya es 3 de octubre! Y en el mundo de la cultura pop esto significa que el doceavo álbum de Taylor Swift, The Life Of a Showgirl, ya se estrenó.

A tan solo 12 horas de su lanzamiento, el álbum ya ingresó a la lista de los discos con más reproducciones, superando incluso a tres de sus propios trabajos anteriores y disputando una posición más alta que únicamente rebasa su más reciente producción, The Tortured Poets Department, que alcanzó más de 300 mil reproducciones en sus primeras 24 horas.

Hoy el mundo swifty se viste de naranja para dar inicio a una nueva era llena de brillos, historias de amor, drama —al estilo de una completa showgirl — y mucha ¿rivalidad y apología de cultura de la cancelación?

Así es, o al menos, en parte. Esta idea rondó por mi mente después de escuchar el álbum por primera vez —sí, hace un par de horas como buena fangirl— y platicar con @lachicxquehabita, aka, Laura Pavía, sobre nuestras primeras impresiones.  

Como es común en espacios feministas, no pudimos no pensar: “Espera, ¿qué quiere decir esto en términos feministas?”. Especialmente con dos canciones; Actually Romantic —que se dice que es una respuesta a Sympathy is a Nnife, de Charli xcx— y CANCELLED.

Y las respuestas han sido, como en la vida, contradictorias. 

Hablemos de “Actually Romantic” y “Cancelled”

En las doce canciones de The Life Of a Showgirl, Taylor Swift le canta al amor, a la amistad, a los recuerdos, al peso de ser la hija mayor, a las dinámicas de poder. Todos estos temas recurrentes en su discografía. 

Pero también le canta a la rivalidad femenina y a la cultura de la cancelación —y no en el mejor sentido—. Escuchar estas canciones no fue una sorpresa para mí, pues en Better Than Revenge, hace ya más de una década, Taylor ya había explorado escribir sobre otros sentimientos como la venganza, la ira y la desilusión en canciones como Mad Woman o Peace

En estas canciones, Taylor Swift nos dice algo: el feminismo, sobre todo el feminismo pop y blanco, está lleno de contradicciones

“Te escuché llamarme ´Barbie aburrida´ cuando la coca te hace valiente. Chocaste los cinco con mi ex y luego dijiste que te alegraba que me hubiera ignorado”, comienza a cantar Taylor en la séptima canción del álbum y, aunque es incierto decir que hablaba de una persona en específico, en internet todos apuntan que se trata de Charli xcx. 

En esta canción Taylor Swift le canta a alguien que ha estado obsesionada con ella al grado de encontrarlo “romántico”, pues, según la letra “Ningún hombre me ha amado como tú”.  

El conflicto surge cuando aparece algo que en La Cadera de Eva hemos hablado durante el último año: la rivalidad femenina, y con ello, la mediatización y comercialización de historias en donde las mujeres son enemigas, y donde un hombre casi siempre está al centro de la discusión. 

No es que todas las mujeres debamos ser amigas, pues nuestras diferencias se explican a través de la interseccionalidad de clase, raza, orientación sexual e identidad de género, sino de evitar perpetuar una narrativa que como colectivo, nos perjudica, especialmente cuando se trata de aquellas instauradas por mujeres blancas en condiciones de poder, como en el caso de Taylor Swift.

Por otro lado, en el track 10 aparece CANCELLED, una canción que me dejó preguntando: ¿es esta una canción que hace apología a la cultura de la cancelación?

La cancelación o “funa” se ha convertido en el pan de cada día de las redes sociales; una visión completamente punitiva que se basa en el castigo como forma, aunque equivocada, de “reparación”.

 En CANCELLED, Taylor asume la cancelación como un elemento esencial en su vida pública, y es que me faltarían manos para contar con los dedos las veces que la han “cancelado”, generalmente por consecuencia de la misoginia en la industria de la música y de las redes sociales

Sin embargo, también ha sido señalada por guardar silencio en conversaciones urgentes, como el genocido en Palestina por la ocupación israelí, sobre todo cuando en 2020, abiertamente exploró una etapa de su vida más activa en temas sociales, especialmente respecto a la discriminación contra la comunidad LGBTQ+ durante la llegada de Donald Trump a la presidencia. 

El conflicto reside aquí, en las letras que hablan sobre prejuicios y opulencia como:  “Menos mal que me gustan mis amigos cancelados. Me gustan vestidos de Gucci y con escándalo”, especialmente cuando, durante el último año, Taylor ha sido vinculada con círculos de personas abiertamente partidarias del movimiento MAGA, como Brittany y Patric Mahomes.  

Una vez más, una contradicción , pues en la misma canción Swift habla sobre misoginia en la línea: ¿Hiciste una broma que solo un hombre podría hacer? ¿Fuiste demasiado presumida para tu propio bien?

Aunque ambas canciones parecen inofensivas, una muestra de cómo una mujer puede hablar de temas “más oscuros” y lejos del amor romántico, categoría en la que se ha encasillado a Taylor durante toda su carrera de manera negativa —también un síntoma del patriarcado—, sin embargo, lo simbólico importa y reconfigura la realidad en la que vivimos.

La feminidad en “The Life Of a Showgirl”

Mientras escribo este texto, pienso en las veces que en redes sociales se afirma que los estándares de “wokeness”, es decir una postura política en favor de los derechos humanos que ha sido trivializada en redes sociales,  son distintos para las mujeres, especialmente en el caso de Taylor Swift. No obstante, es necesario reconocer nuestras propias contradicciones para poder construir nuevos paradigmas que actúen frente a la tensión y el conflicto de manera más consciente y compasiva.

Por ello, al escuchar The Life Of a Showgirl, me es inevitable señalar que, a través de sus compendios de canciones, Taylor Swift pone al centro las vidas de mujeres que admira, como Elizabeth Taylor, en el track 2 del álbum, o en The Fate Of Ophelia, retomando a la protagonista de la obra de William Shakespeare, cuyo destino parecía ser la muerte mientras se ahogaba. 

Taylor retomó estas historias como simbolismo para crear un escenario vasto de metáforas. En este caso, la girly de las girlies utiliza la historia de Ofelia como símbolo de la opresión femenina, del dolor interno, del colapso emocional provocado por estructuras de poder que no permiten autonomía ni sanación auténtica (aunque muchas veces, esa no es la meta, pues las mujeres también podemos tener rabia). 

The Life of a Showgirl es divertida, romántica y pegajosa, pero también nos confronta con tensiones de poder, privilegios y contradicciones dentro del feminismo pop. Taylor Swift nos recuerda que la creación artística nunca ocurre en un vacío, sino que siempre refleja y moldea las relaciones sociales, políticas y culturales en las que se inscribe.