¿Las nuevas generaciones no quieren tener hijes porque es muy costoso? Sería impreciso decir que esta es la única razón por la que las y los jóvenes no desean tener hijes. El machismo, la misoginia, la falta de oportunidades laborales para las personas  y las formas de opresión estructural forman parte del conflicto, sin embargo, es innegable que el capitalismo voraz ha mercantilizado cada espacio de nuestra vida cotidiana, incluso el espacio para ejercer la maternidad y la crianza deseada. 

En México, el costo estimado en 2023 para la atención de un embarazo y nacimiento de un  bebé ronda de entre 15 mil pesos a 27 mil, según la Procuraduría General del Consumidor. Este gasto es único, pero a ello se le suman otros servicios como consultas médicas, estudios de laboratorio, medicamentos, ropa de maternidad, ropa para el bebé, alimento y más, aunque la lista parece interminable, los gastos continúan, pues el proceso de crianza también involucra gastar en tecnologías que faciliten las tareas de cuidado, especialmente para las mujeres madres autónomas. 

A esos insumos que, en mayor o menor medida, ayudan a procurar las tareas de cuidado se les conoce como tecnología del cuidado, y se refieren al uso de herramientas tecnológicas y digitales para facilitar el cuidado, especialmente en contextos de salud.

¿Qué tiene que ver la tecnología del cuidado con la maternidad? Todo que ver. El desarrollo de la tecnología del cuidado ha modificado nuestras formas de de consumo, y con ello la forma en la que nos vinculamos con otras personas, ya sea de manera sentimental, con las aplicación de citas en línea; en lo laboral y educativo, con la llegada de la Inteligencia Artificial (IA);  en la actividad física, con herramientas digitales de seguimiento y rendimiento, y también en la crianza

Tecno maternidades y tecno cuidados   

El término  tecno-maternidad surgió como del debate de género colectivo, por lo que no hay una persona específica que lo haya acuñado y  se refiere al uso de tecnologías del cuidado y de la atención de la maternidad durante el embarazo, el parto y el posparto con el propósito de ayudar a vigilar la salud de la madre y del bebé, pero también para facilitar el proceso de crianza a través de aplicaciones digitales

Algunas de las herramientas son aplicaciones de seguimiento del embarazo, sensores fetales, monitores inteligentes con audio, vídeo e incluso sensores de temperatura, cunas automatizadas, asistentes de voz y extractores de leche materna eléctricos. La crianza en la era digital dirigida especial y abiertamente a mujeres.

En el libro, Second Life: Having a Child in the Digital Age, la periodista Amanda Hess crítica como las tecnologías del cuidado en la era digital, especialmente las aplicaciones de maternidad, prometen alivianar las tareas de cuidados por suscripciones mensuales, que en lugar de facilitar el apoyo mercantilizan la experiencia de la maternidad bajo el pretexto de “optimizar” las tareas de cuidado

En el libro, la periodista menciona el caso de una aplicación de “crianza consciente” que se apropia de discursos y movimientos sociales como el asesinato de odio y racismo en contra de George Floyd en 2020 para prometer un cambio en el mundo a través de las infancias. Al entrar al sitio web de la aplicación aparece la leyenda “Fresca, tranquila y serena…25% de descuento en todos los cursos” con motivo del Día de la Madre. 

Sin embargo, no todo es negativo y renegar de las tecnologías del cuidado implica desaprovechar una alianza más accesible y menos desigual para muchas mujeres en el proceso de crianza. Las mujeres también han aprovechado estas herramientas para crear comunidades de madres que se acompañan para tomar decisiones  desde el acompañamiento. 

La apropiación de estas herramientas tecnológicas también es una realidad, pues madres autónomas las han utilizado para acceder a alternativas de servicios tradicionalmente costosos como las citas en el nutriólogo. Herramientas como las IA permiten crear menús especializados y económicos que facilitan las tareas de cuidado en la maternidad y la crianza

Desventajas de las tecno-maternidades

Estas herramientas tecnológicas de cuidado aplicadas a la maternidad pueden traer muchos beneficios, como la atención personalizada constante, el acceso a la información (aunque como señaló Hess, muchas veces no es sensible ni funcional), y sí, en parte la optimización del tiempo, pero también tienen impactos negativos. 

La experiencia de la maternidad es mercantilizada, lo que promueve la idea de que la maternidad y crianza en la actualidad únicamente es posible a través del consumo que  promete control y vasta información, pero que también puede tener consecuencias como el incremento de ansiedad en las madres y promover una cultura de hipervigilancia digital y uso de datos. 

Para Hess, otra de las desventajas de estas tecnologías es el regreso de la selección de bebés “perfectos”, una postura de la eugenesia, una pseudo ciencia discriminatoria para mejorar generaciones futuras a través de la reproducción selectiva. 

A pesar de las desventajas, es preciso señalar que las tecnologías del cuidado aplicadas a la maternidad pueden aliviar cargas exhaustivas como la organización y gestión del cuidado, atención remota, permite delegar tareas de cuidado a familiares y fortalece el vínculo y promueve el acompañamiento comunitario en una tarea que históricamente ha sido privada y responsabilidad de las mujeres. 

Utilizar y aprovechar las tecnologías del cuidado implica responsabilidad y atención, pero también significa reivindicar las tareas de cuidado visibilizando la necesidad de adoptar nuevas estrategias de crianza en el mundo digital.