¿La tecnología es terreno masculino? No, y las mujeres lo demuestran formando redes de trabajo para fortalecer su participación en el área y las carreras STEM (por sus siglas en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics).
Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), sólo tres de cada 10 mujeres son profesionistas en carreras STEM, y para alcanzar el porcentaje de hombres en carreras STEM, las mujeres tendrían que aumentar su participación en un 74%.
Technolatinas es una propuesta comunitaria que apuesta por impulsar, visibilizar y cambiar la manera en que se ve a las mujeres en la tecnología y en las carreras STEM.
La comunidad inició en 2020, durante la pandemia de Covid-19, cuando cuatro amigas, Michelle, Alex, Saiph y Zura cuestionaron la dominación de los hombres en el área por lo que, a través de redes sociales, convocaron a la creación de una comunidad conformada por mujeres en el área de tecnología.
Durante sus primeros seis meses de vida más de 200 personas se unieron a la comunidad y actualmente, a cinco años de su fundación, Technolatinas ya alberga a más de 800 personas provenientes de toda la región de América Latina con perfiles diversos: hay mujeres en matemáticas, Inteligencia Artificial (IA), derecho digital, marketing, diseño de producto y otras áreas.
En entrevista con La Cadera de Eva, Michelle Díaz, integrante fundadora de Technolatinas, e ingeniera en informática especializada en aprendizaje automático, explica que Technolatinas surgió con el propósito de visibilizar y compartir las experiencias individuales y colectivas de las mujeres en el STEM.
“Aunque el 50% de la fuerza laboral son mujeres, sólo alrededor del 13% se gradúa en carreras STEM. Y muchas veces, si no ves a una mujer en el lugar donde te gustaría estar, es más difícil visualizarte tú ahí. A mí me pasó en la universidad, sabía que no éramos muchas, pero aún así sentía que estaba sola”, explica Michelle Díaz.
Perspectiva de género en el ecosistema tecnológico
Michelle Díaz explica que en el ecosistema tecnológico muchas empresas y organizaciones afirman tener perspectiva de género, pero que esta práctica no se traduce en acciones, por lo que es necesario trabajar y generar espacios seguros para las mujeres.
Technolatinas nace de este compromiso y también resalta la necesidad de repensar las dinámicas estructurales laborales mediante políticas con perspectiva de género, análisis de datos, revisión de procesos, formación continua y educación constante son los cambios estructurales que proponemos.
Es importante promover espacios con perspectiva de género para aprender, preguntar y compartir sin miedo, y entonces, hackear el sistema patriarcal imbricado en la tecnología y en el área STEM, una ingeniera a la vez.
Y es que, ya sea de forma virtual o presencial, a través de eventos anuales como “Cumbres de Cumbres”, Technolatinas está construyendo espacios de diálogo y aprendizaje que apuntan a la democratización y acompañamiento del conocimiento tecnológico-matemático.
¿Qué problemáticas han enfrentado en el camino y qué tipo de iniciativas han implementado a lo largo de los años. Por ejemplo, ¿cómo actuaron ante situaciones como la pandemia?
Durante el Covid vimos que muchas mujeres estaban siendo despedidas. Creamos una iniciativa de job hunting y nos reuníamos para revisar currículums, cartas de motivación, y portafolios. Estuvimos más de un año con estas mentorías. Como resultado, muchas consiguieron empleo o encontraron nuevas oportunidades profesionales. Incluso algunas hicieron cambios de carrera gracias a lo que aprendieron o a las redes que se generaron ahí.
¿Por qué en la actualidad las mujeres, aunque estén presentes en las carreras STEM, no obtienen reconocimiento de forma proporcional?
Aunque cada vez hay más egresadas en carreras STEM, no se les contrata al mismo ritmo que a los hombres. A nosotras se nos exige más, tenemos que demostrar más, por eso trabajamos también en desarrollar habilidades, autoestima, confianza. Muchas de las que están en la comunidad creían que el problema eran ellas, y al ver que no están solas, cambia su perspectiva.
Una de las cosas que proponemos es fomentar la perspectiva de género y la sensibilización tanto en empresas como en espacios educativos. Es necesario que los datos que se generan, los espacios que se crean y las oportunidades que se brindan se hagan desde una mirada crítica, con perspectiva de género y con mayor transparencia. También proponemos modificar procesos internos y generar indicadores de evaluación, por ejemplo, por sexo, para revisar por qué una persona con el mismo perfil fue rechazada mientras que a otra sí se le dio la oportunidad.
También es importante evaluar los procesos sistémicos que influyen en la promoción y el desarrollo profesional. Las desigualdades de género no siempre son producto de decisiones explícitas, sino de patrones estructurales que se han normalizado y que favorecen a ciertos grupos casi de forma invisible.
Mencionaste que la perspectiva de género no lo es todo. ¿Qué otras acciones y valores implementan desde Tecnolatinas para construir estas redes y comunidades seguras?
Lo primero es entender los contextos. Cada persona vive realidades distintas, y dependiendo del contexto surgen distintos tipos de problemas. Contamos con un canal de comunicación en el que, si alguien no se siente cómoda expresándose públicamente, puede acercarse a otra persona de confianza y decir “Esto me está haciendo sentir incómoda, ¿qué puedo hacer?”. La idea es crear espacios que no expongan ni revictimicen a ninguna parte y que permitan acompañar desde la empatía, con el feedback adecuado.
También tenemos un canal SOS, que funciona en situaciones diversas, puede ser algo relacionado al trabajo, o algo cotidiano, eso ha sido clave para cuidar a la comunidad, y lo más importante es que sabemos que siempre hay algo que aprender. Aunque tengamos estos canales y protocolos, eso no significa que ya sepamos manejar todas las situaciones. Siempre habrá algo que nos tome por sorpresa, y justo eso es lo que nos ha hecho crecer como comunidad.
¿Qué rol tienen las metodologías no hegemónicas o los aprendizajes alternativos en la formación y fortalecimiento de mujeres y personas de la diversidad en ciencia y tecnología?
Tienen un rol fundamental. Muchas chicas nos han dicho que gracias a las experiencias en la comunidad, han sabido cómo actuar en situaciones que antes no sabían cómo manejar. Algunas recuerdan cómo abordamos algo similar en Tecnolatinas, y eso les dio confianza. Otras simplemente se acercaron a quienes tenían más experiencia y lo resolvieron juntas. Lo importante es que no hay vergüenza en preguntar o en no saber.
Todas entendemos que venimos de contextos distintos, que estamos en procesos distintos y que no hay preguntas tontas. Ese ambiente de libertad y seguridad ha sido clave, no solo dentro de la comunidad, sino también en cómo se enfrentan a situaciones afuera. Ya saben que si en un trabajo las hacen sentir menos por preguntar, tal vez no están en el lugar adecuado y ese criterio es valioso.