Finalmente se publicó la lista con las mil 48 personas que podrán continuar a la siguiente etapa en el proceso de elección judicial 2025 en México. De esas, 417 son de género femenino, y 629 de género indistinto.

Cuando se publicaron las listas de candidaturas, en La Cadera de Eva registramos que se habían postulado 106 personas no binaries (cuatro para el cargo de Ministra o Ministro de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación, 30 para ser magistrades de circuito y 69 para ser jueces de distrito). Con los últimos listados, es imposible tener claridad sobre la distribución por género de las personas participantes. 

Durante muchos años, la norma ha sido el masculino genérico. Es decir, cuando decimos niños, habría de entenderse que nos referimos a niños y niñas; cuando decimos Historia del hombre, deberíamos entender que queremos decir Historia de la humanidad; si decimos los jueces, tendríamos que tener claridad de que hablamos de los hombres y las mujeres que cumplen dicha función. Incluso ahora, se creó una pequeña tempestad en la conversación pública porque Claudia Sheinbaum decidió que se le nombre como presidentA. 

Las listas de la elección judicial van un paso más allá, presentando un elemento de especificidad para las candidatas que seleccionaron su género como femenino, pero a todas las demás personas, el Comité evaluador les asignó “género indistinto”, a pesar de que, estoy segura al menos alguna de esas personas habrán seleccionado la opción “masculino” en su postulación.

Indistinto, contrario al uso popular en ofertas de trabajo, no se refiere a que puede ser tanto femenino como masculino, sino a que es indefinido o indistinguible. En ese sentido, ¿tendríamos que inferir del listado que el 60% de las personas postulantes son personas no binarias?

Probablemente no, probablemente al asignar “indistinto”, la premisa es que la persona postulante es de un género que no requiere enfoque diferenciado, ni políticas de paridad, ni medidas que aseguren equidad en sus derechos político electorales. Probablemente, al asignar género “indistinto”, simplemente signifique que son hombres. 

En octubre, cuando se realizó el sorteo para definir los puestos que entrarían a concurso, la organización política Red de Mujeres en Plural alertó que el proceso no se abordaba con un enfoque en la paridad de género, incumpliendo la propia Constitución.

En el Poder Judicial de la Federación hay una brecha de desigualdad todavía amplia, pues los datos del propio Consejo de la Judicatura Federal revelaron que las mujeres juzgadoras no llegan al 30%, a partir de la lista de candidatos se puede prever que esta brecha no disminuirá, y que el momento en que verdaderamente “lleguemos todas”, sigue siendo indistinto.