Aquí estoy, aquí estamos todas, se escuchaba el año pasado en la marcha del 25N. Hoy de nuevo, en marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, La Cadera de Eva llevó a cabo una jornada de conversatorios y un taller en el Museo Memoria y Tolerancia donde, desde la colectividad, se reflexionó sobre las dimensiones de la violencia que atraviesa a las mujeres.

Lo personal es político, consigna feminista de los años 70, caracterizó la perspectiva del primer conversatorio “Las violencias que nos atraviesan, dimensiones de la violencia contra las mujeres”, donde las participantes: la coordinadora de proyectos de Impunidad Cero Leslie Jiménez, la abogada de GIRE Melissa Ayala y la especialista en género y cambio climático en GGGI Beatriz García, profundizaron sobre qué tanto la experiencia personal se entrelaza con sus actividades laborales y activismos.

“Los eventos canónicos se viven cada vez más en lo público”

Leslie Jiménez utilizó la frase popular “evento canónico” para recapitular aquellas situaciones que marcan la vida de algunas mujeres, como la primera menstruación, pero también el momento en el que “nos damos cuenta de que vivimos una situación de violencia. Los eventos canónicos se viven cada vez más en lo público”.

La abogada mencionó que es común que se asocie que sólo quienes conocen la ley conozcan y sepan identificar violencias, como si fuera un tema exclusivo de las y los abogados. Sin embargo, ella misma recuerda que cuando estaba en una relación violenta le pasó que no pudo darse cuenta. “El Estado es reactivo, no se dedica a hacer campañas ni políticas públicas”, concluyó.

“En las luchas contra el Estado, mientras más somos, más podemos hacer”, mencionó Leslie Jiménez de Impunidad Cero.

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Melissa Ayala, abogada de GIRE, enumeró sus experiencias en un entorno la forma en la que está construido el sistema jurídico “es bastante violento y enfrentar este sistema y tratar de transformarlo desde las distintas trincheras ha sido catalizador para que yo me dedique a lo que me dedico”.

Las especialistas mencionaron que más allá de hablar de temas de violencia de género hay que vincularlos: “necesitamos puntos en común para poder avanzar”, enfatizó la abogada de GIRE. Beatriz García, quien enumeró diversas consecuencias del cambio climático sobre las las mujeres, también insistió en la importancia de los datos para tomar medidas en torno al impacto de las consecuencias socioambientales.

¿Por qué decimos que no se opina de los cuerpos ajenos?

“¿Si hoy tu mejor amiga te dijera las cosas te dices a ti misma, qué le responderías?”, preguntó Eli Romano Zavala en el taller de Violencia estética y gordofobia. El taller fue un ejercicio colectivo para visibilizar la dismorfia corporal y la estructura social gordofóbica.

La también fundadora del proyecto Indecidibles, abordó la gordofobia asociada al género: “hay una brecha más para las mujeres gordas, porque valemos por nuestro cuerpo”, señaló.

La violencia estética son los estándares de belleza que las mujeres tienen que alcanzar como un ideal hegemónico, explicó. “Hombres altos y fuertes, porque deben proveedores; las mujeres delgadas, pero no lo suficiente para que puedan tener hijos. Y estos estereotipos de género que señalan cómo deben ser las cosas”.

Para cerrar su taller, hizo la invitación a recuperar la capacidad de agencia que tiene cada persona y dejar que los cuerpos sean como tengan que ser. “Las personas ya nos vieron así”, concluyó Eli Romano, “tratar de esconder lo que no nos gusta es un esfuerzo en vano. No cambian las cosas si las escondemos”.

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“Más allá de aquí, ¿qué vamos a hacer?”

A muchas voces es una colectiva de madres que resisten y nombran las maternidades no idealizadas. Sus reflexiones han sido publicadas en la antología “A muchas voces. Escritura desde la maternidad”, que está disponible de manera gratuita en formato digital.

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Durante su charla, las participantes invitaron a la sociedad en general a participar en sus talleres, porque la maternidad involucra a todas las personas, explicaron. “Tendemos a querer controlar el entorno y a veces excluimos, pero ser mamá no es igual a maternar. Ser madre va más allá del embarazo. Maternar es un verbo”, explicó Paulina Treviño en referencia a cómo los hombres y la sociedad en general han negado su corresponsabilidad en esta labor.

“Más allá de aquí, ¿qué vamos a hacer?, a estos eventos vienen otras mujeres, pero ¿cómo llevar esta conversación más allá de estos espacios?”, preguntó Tatiana Candelario. El mundo lo tenemos que sostener entre todes, concluyeron las integrantes de A muchas voces. Conoce y descarga su antología en los siguientes enlaces:

Volumen 1

Volumen 2