“Lo personal es político” es un libro que recopila el pensamiento feminista de un grupo de la década de los setenta y que da cuenta del contexto político y simbólico en el que se dio la segunda ola feminista en México, a través de textos de Rosario Castellanos, Alaíde Foppa, Marta Acevedo, María Antonieta Rascón, Carlos Monsiváis y Marta Lamas.
En entrevista con La Cadera de Eva, las compiladoras del libro la antropóloga y activista Marta Lamas y la historiadora y editora Ana Sofía Rodríguez Everaert, mencionan que estos textos están unidos por una visión sobre la liberación de las mujeres, que sigue siendo vigente como referencia para el activismo y las nuevas propuestas de lucha contra la explotación y la opresión.
“Entre ellos mismos hay muchos desniveles y diferencias, no es lo mismo el discurso que da Rosario Castellanos frente al presidente Luis Echeverría, que un textito mío que se publica en una revista súper marginal (...). Es como un muestrario, por decirlo de alguna manera”, señala Marta Lamas.
La labor de la segunda ola del feminismo para el pensamiento actual
La compilación de textos que compone el libro “Lo personal es político”, pone en evidencia los temas que dieron forma a la agenda de la segunda ola feminista: un mayor estado de bienestar, los derechos laborales, la visibilización del trabajo de cuidados y las condiciones globales en las que ocurría la opresión.
Ahorita el gran debate es el tema del Sistema Nacional de Cuidados, menciona Marta Lamas, y refiere que este es la palanca para cambiar las formas de socialización que tenemos. Al preguntarle qué tan cerca estamos de una revolución de la manera en que cuidamos y llevamos a cabo las labores para la sostenibilidad de la vida, responde que aún estamos muy lejos:
“Este tema implica cambiar la forma en que está estructurada la sociedad y, sobre todo, la forma en que la subjetividad de las personas ya tiene internalizada esto del mandato de la feminidad, como lo propio de las mujeres, y el mandato de la masculinidad, como lo propio de los hombres, y los cambios de esta envergadura son cambios muy lentos”.
“Nos falta todavía mucho para que tengamos una sociedad justa con las personas que necesitan ser cuidadas y justa con las personas que se tienen que hacer cargo de ese cuidado”, Marta Lamas.
La relación entre la academia y la liberación femenina en los setenta
Si bien, en “Lo personal es político” hay textos que parten más de lo personal y otros más desde el periodismo, hay una parte que se respalda en lo académico. En ese sentido, la historiadora Ana Sofía Rodríguez Everaert refiere la relevancia de la expansión de los espacios universitarios para las mujeres en los setenta y que, precisamente, las autoras con perspectivas más teóricas y académicas eran mujeres que se forjaron política e intelectualmente en la universidad.
“Y yo creo que eso está bien, es verdad que no se puede esperar de todas las feministas elucubraciones teóricas académicas como las que encontramos en estos textos y que el feminismo admite una multiplicidad de discursos pues para darse a conocer política intelectualmente y (...) una de las enseñanzas de leer estos textos es también lo importante de sino escribir teóricamente, sí el ejercicio de escribir”.
Marta Lamas menciona a Carlos Monsiváis y a Rosario Castellanos, quienes estuvieron en la academia pero después salieron de este espacio.
“Rosario Castellanos ella sí tuvo pues una muy buena formación, su tesis de doctorado, etcétera, pero luego no estuvo en la academia, sino que escribía en el Excelsior, en un periódico, articulitos de dos cuartillas que eran bombas, bombas que realmente te caían encima y te dabas cuenta de todo lo que estaba pasando y que no habías interpretado de la manera en que ella lo interpretaba”.
Las posibilidades de reflexión no deben circunscribirse solo a lo académico, explica la antropóloga y activista, “las militantes políticas y las activistas pueden leer estos textos y pueden pensar a partir de ellos sin necesidad de estar dentro de la academia”.
Al preguntarle sobre la importancia de medios de comunicación con perspectiva feminista, Marta Lamas responde:
“Yo creo que las feministas no deben desperdiciar las oportunidades para participar, su mirada es crucial y los medios tienen que seguir abriendo cada vez más espacios para que mujeres feministas hagan parte de la conversación pública”.
Lo personal es político, una frase que sigue vigente
Esta frase es emblemática del feminismo de la segunda ola, que tenía como antecedente las luchas por lo público: derecho al voto, derecho a la educación, derecho a divorciarse; pero en los setenta se dieron cuestionamientos en torno a lo que ocurría en la intimidad, explica Marta Lamas.
“Yo sí le escuché a Susan Sontag, cuando vino a México en 1971, diciéndonos a las feministas mexicanas que la fuimos a escuchar a la UNAM que lo personal era político, que lo que nos estaba pasando en nuestras parejas y en nuestras relaciones y todo; entonces a mí me cambió la vida una idea de lo personal es político”.
Nos falta tanto todavía en términos de eso, de lo que ocurre en la domesticidad, menciona Lamas.
“Para mí la frase sigue siendo relevante en el sentido de cómo transformar espacios a que se parezcan quizás más o a que tomen más en cuenta las formas mediante las cuales socializamos las mujeres (...) a que se parezcan más a como somos las mujeres en la domesticidad, y no al revés”, concluye Ana Sofía Ramírez Everaert.