Pareciera que cuando se discute de feminismo, siempre, intrínsecamente se debe nombrar una palabra: el patriarcado. En realidad, el movimiento feminista no tiene por causa última sustentarse en una lucha contra este sistema; no se trata de un patriarcado-centrismo. Sin embargo, sí es un tema recurrente de estudio por su condición que ha sostenido la inferioridad racial, de clase y de género.
Esto último, lo acota la socióloga especialista en género Margarita Mantilla quien hace especial hincapié a que este sistema reproduce asimetrías importantes como la brecha salarial, la cosificación, la explotación, la doble jornada laboral y todo aspecto cultural que perpetúa el modelo de inferioridad femenina bajo el argumento de la "naturaleza misma", algo que la socióloga crítica de la siguiente forma: "Nada es natural, pues hasta lo natural está atravesado por imposiciones naturales".
Con tantas definiciones, teorías, autoras, antítesis y tela de dónde cortar, estas son 5 características que abonan a entender el significado del patriarcado y también, desmitificarlo.
- El patriarcado no es un hombre, es un sistema
En conversaciones cotidianas o navegando en internet, es normal que impere un pensamiento tergiversado: el patriarcado es un hombre, por lo tanto, es el enemigo natural de la mujer feminista.
Una característica del patriarcado es que, se trata de un sistema que se apoya en todas las estructuras políticas, sociales y culturales, por lo tanto, cuando se habla del patriarcado no se refiere a un hombre en particular. Lucrecia Vacca y Florencia Coppolecchia abordan en "Una crítica feminista al derecho" que, el patriarcado institucionaliza la superioridad del hombre por encima de las mujeres, constituyendo así, una estructura de dominación que se basa en el biologismo.
Para entender lo extenso y vasto de un sistema tan arraigado como el patriarcado, basta con echar vista a la historia de la humanidad desde el androcentrismo. Sigue tu lectura con nuestro artículo explicativo: ¿Cómo se relaciona el androcentrismo con el patriarcado?
El patriarcado no afecta sólo a las mujeres
La pensadora feminista y escritora Kate Millett define el patriarcado como un sistema base en el que se sostienen otros sistemas de raza y clase, por lo tanto, no puede existir una verdadera revolución en la humanidad si no se destruye.
Una de las características propias del patriarcado es que no sólo se trata de una dicotomía : hombre / mujer, por el contrario, Kate Millett aborda en su pensamiento que en este sistema caben todas las estructuras de dominación que reproducen asimetrías de poder, incluso, entre mismos hombres.
¿Por qué existen hombres que son merecedores de medios de producción y otros que no? La lucha para derribar el patriarcado, no está completa sin la conciencia de clases y el anticolonialismo. Para entender mejor esto, La Cadera de Eva recomienda a la autora italiana Silvia Federici, quien cruza el marxismo, la lucha obrera y el feminismo en su obra.
Por otra parte, entendemos que el patriarcado también instaura un "deber ser" dentro del pensamiento colectivo de los hombres, esto último resulta contraproducente cuando se entiende la masculinidad hegemónica, una negación a sentir, expresarse, involucrarse en tareas de crianza y una privación a la libertad de vivir muy recrudecida. Si te han dicho que, como hombre no debes llorar, entonces, la lucha contra el patriarcado también es tuya.
La lucha del patriarcado no sólo es de las feministas
La antropóloga y escritora Rita Segato reafirma en su obra que, para el feminismo, el enemigo no es el hombre. De hecho, en esta lucha confluyen muchas otras en la que, por supuesto, los hombres también pueden participar activamente a través de su propia agenda y de acciones tan esenciales como romper el pacto patriarcal, (si aún no sabes cómo te lo explicamos dando clic aquí).
La escritora feminista Ana Vázquez Colmenares aborda en su obra ¿Feminista, yo? que para comenzar a debilitar a este sistema, se requiere de compañeros conscientes de las desigualdades, responsables y capaces de desmontar un orden social injusto a través de crear sus espacios de discusión.
¿Sabías que también existieron hombres que combatieron al sistema? Acá una lista breve:
- Francois Poulain de La Barre: Escritor de numerosos textos en contra de la desigualdad, el sexismo y férreo crítico contra el sistema educativo que excluía a las mujeres a mediados de los 1600.
- John Stuart Mill: Economista y filosofo que en su obra “La esclavitud femenina” de 1869 señaló la desigualdad femenina, la opresión y defendió al movimiento sufragista.
- Felipe Carrillo Puerto: Periodista y gobernador de Yucatán, fue uno de los principales impulsores del movimiento sufragista al sur del país, aliado directo de las mujeres yucatecas y defensor de la igualdad salarial en esta entidad.
El patriarcado fomenta la rivalidad de mujeres
En La Cadera de Eva entrevistamos a las periodistas Elisabeth Cadoche y a Ann de Montarlot, autoras de "La rivalidad femenina", al preguntarles qué produce esta clase de comportamiento violento, las dos llegaron a la misma respuesta: el patriarcado.
Es el patriarcado, es la visión de los hombres sobre las mujeres y también el proceso de socialización de las mujeres, es una respuesta que podemos desarrollar ampliamente, pero en una respuesta rápida es el patriarcado (Anne de Montarlot)
Desde su perspectiva, el crecer en un sistema que desvaloriza tanto la experiencia femenina, produce una socialización violenta en la que nos juzgamos las unas a las otras desde una mirada masculina, sexista y misógina. En este mismo sentido, se encuentra una herramienta valiosísima para comenzar a quebrar el sistema: Reconocernos, evitar la rivalidad y producir una sororidad impenetrable donde el sistema patriarcal no pueda continuar vulnerándonos.
Si te interesa saber más de esto, lee: "No compararnos es clave para terminar con la rivalidad femenina"
- El patriarcado obstaculiza la justicia para todas y todos
De acuerdo con la organización "Nosotras tenemos otros datos", en nuestro país, entre el 93 y el 97% de las mujeres que son víctimas de un delito, optan por no denunciar. Los principales motivos:
- Creen que es una pérdida de tiempo
- Desconfianza en la autoridad
- Miedo a una actitud hostil y revictimizante
- Trámites imposibles y largos
- Miedo a las consecuencias
Los procesos de revictimización, dificultad para acceder a la justicia y el abuso de las autoridades se sostiene, como señala Kate Millett, en la misma opresión del sistema; espacios masculinizados, nula perspectiva de género, autoridades con un sentido violento del "deber ser" (hombre), exclusión de otros sectores en la toma de decisiones, homofobia y misoginia, termina por permear en las procuradurías y ministerios públicos.
Las fallas estructurales son tantas, que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha intervenido para cuestionar los procesos indagatorios de nuestro país y ha identificado los tres principales obstáculos en las investigaciones por feminicidio. Te dejamos aquí nuestro artículo "Fiscalías revictimizan, eluden responsabilidades en feminicidios"