El último episodio de la serie El Cuento de la Criada, basada en la novela homónima de Margaret Atwood, se estrena este 27 de mayo. La sexta y última temporada concluye después de siete años, prometiendo un final inolvidable para las personas fanáticas de la historia, pero también no hace reflexionar sobre las similitudes entre el mundo distópico y la realidad de la explotación reproductiva en la actualidad.
Y es que El Cuento de la Criada es una historia distópica en la que los cuerpos de las mujeres son utilizados para sostener Gilead, un estado totalitario y conservador que nace tras un golpe de Estado en Estados Unidos. Gilead enfrenta muchas crisis, entre ellas, la de la fertilidad, lo que lleva al gobierno a establecer un riguroso control sobre la reproducción.
Este es el resultado del daño provocado al medio ambiente, la contaminación y las guerras. ¿Te suena parecido? La serie enfatiza el papel de los hombres como personas que no toman responsabilidad de sus actos, y que por el contrario, se ven consumidos por el poder y la dominación. En Gilead, las mujeres son las responsables de la tasa de natalidad baja en el país, mientras que los hombres niegan y responsabilizan a las mujeres.
En El Cuento de la Criada las mujeres fértiles son vistas como un recurso reproductivo para sostener la sociedad y, supuestamente, salvar a la humanidad.
Entre la ficción y la realidad de la explotación reproductiva
En la serie, los cuerpos de las mujeres son controladas a través del miedo, la discriminación, es estigma y la violencia. La realidad no está muy alejada, las amenazas a los derechos reproductivos son vigentes. El acceso al aborto continúa siendo un tema contriversial y politizado en el que muchas veces se omite el enfoque en la autonomía corporal de las mujeres.
En países como Estados Unidos, tras la derogación de Roe vs Wade en 2022, la decisión histórica de la Suprema Corte de Estados Unidos que legalizó el aborto en el país en 1973, el aborto ha sido instrumentalizado y politizado en favor de grupos conservadores, como ha documentado la organización Planned Parenthood.
Varias leyes restrictivas han surgido en diferentes estados, como la Ley LIFE, que prohíbe el aborto después de detectar frecuencia cardiaca en el feto, aproximadamente en la semana seis de gestación. Un ejemplo es el reciente caso de la enfermera Adriana Smith, en Georgia, que fue declarada con muerte cerebral a las nueve semanas de embarazo y continúa “con vida” por imposición de la ley.
Margaret Atwood, escritora de la serie, ha mencionado en diferentes entrevistas que su novela está inspirada en hechos de la realidad y que cada aspecto del régimen totalitario de Gilead tiene como precedente un algún hecho histórico. Lejos de crear una distopía, Atwood retomó los casos de opresión sistémica que atraviesan a las mujeres para hablar sobre la opresión basada en género y la restricción de los derechos reproductivos hoy en día. Algunas similitudes con la realidad son las siguientes:
Muchas veces la maternidad es una imposición, no una elección.
Se utilizan símbolos y lenguaje que refuerza el control sobre los cuerpos de las mujeres.
El cuerpo de las mujeres se ve como una herramienta a disposición del Estado.
La explotación reproductiva instaura jerarquías de poder económico y social.
Se criminaliza a las mujeres que deciden tener un aborto.
"El Cuento de la Criada" y los derechos reproductivos
En la serie, las mujeres categorizadas como “criadas” deben sostener relaciones sexuales con la persona a cargo, el “comandante”, en un ritual para gestar y después entregar el bebé a la esposa del comandante. Las mujeres no tienen autonomía sobre sus propios cuerpos, estos únicamente son mercantilizados por el Estado.
Durante los últimos años, las mujeres han decidido no ejercer la maternidad y se han articulado movimientos desde el feminismo que priorizan la autonomía de las mujeres sobre la reproducción y la sumisión patriarcal, tal como el moviemiento 4B en Corea del Sur, que sostiene la consigna “no matrimonio con hombre, no relaciones románticas, no al sexo y no a tener hijos”, por lo que la tasa de natalidad ha ido en decremento. En 2024 se registró una tasa de 0.75 hijos por mujer, uno de los índices más bajos a nivel mundial, de acuerdo con el Servicio de Información Estadística de Corea del Sur
A nivel mundial, se estima que este declive llevará a las mujeres a tener 2.1 hijos en 2050, según datos de la Organización de las Naciones Unidas, una disminución de casi tres puntos desde 1950, década en que la fecundidad era de cinco hijos por mujer.
Esto no es arbitrario, el avance del movimiento feminista, la lucha por los derechos de las mujeres y la autonomía corporal y reproductiva, y la instauración de normas restrictivas sobre los cuerpos de las mujeres han hecho que la maternidad sea una elección difícil.
El Cuento de la Criada expone una realidad para las mujeres, y también una advertencia sobre la radicalización de los riesgos de perder derechos reproductivos.
Explotación reproductiva en México
En México, el llamado “turismo reproductivo” ha incrementado durante los últimos años, especialmente en estados de altos índices de pobreza y desigualdad, como en Sinaloa y Tabasco, dos de los principales destinos para la gestión subrogada, pues en ambos se reconoce legalmente esta práctica, de acuerdo con la Comisión Nacional de Arbitraje Médico de la Secretaría de Salud.
Se entiende por turismo reproductivo al acto de viajar a un país diferente para acceder a procedimientos y tratamientos de reproducción asistida que no están disponibles en su país de origen, que muchas veces implica menores costos y restricciones legales.
En México y en otras partes del mundo, estas normas restrictivas y de control sobre los cuerpos de las mujeres demuestran que la amenaza de perder la autonomía no es ficción, es una realidad que está sucediendo en la actualidad.