En el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo, el Gobierno de México presentó dos instrumentos que marcan un nuevo capítulo en la promesa de construir una Sociedad de Cuidados: el Sistema de Información de Cuidados (SIDECU) y el Anexo Transversal 31 de Cuidados (ATSC).

El anuncio se hizo durante la Mañanera de este martes 29 de octubre, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, junto a la secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernández Mora, y el Sistema Nacional DIF.

Ambos instrumentos son, según el propio gobierno, los “primeros pasos” para la creación del Sistema Nacional y Progresivo de Cuidados (SNPC), uno de los compromisos centrales del sexenio.

“Este sistema es una acción de justicia. Busca reconocer, redistribuir y dignificar el trabajo que históricamente ha recaído en las mujeres”, afirmó Sheinbaum durante la presentación.

Aquí te contamos todo lo que tienes que saber al respecto.

El SIDECU: la ubicación a un clic

El Sistema de Información de Cuidados (SIDECU) es una plataforma desarrollada por la Secretaría de las Mujeres (Semujeres) en colaboración con la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, disponible en cuidados.mujeres.gob.mx.

Su función es doble: permitir que las familias ubiquen centros públicos de cuidado cercanos —como estancias infantiles, centros de rehabilitación o casas de día— y servir como herramienta de planeación para el Estado.

“Aquí el ciudadano podrá ubicar el servicio de cuidado más cercano a su domicilio. Pero también el gobierno podrá saber dónde hay desiertos de cuidados y planificar nuevas acciones”, explicó Citlalli Hernández Mora. 

En su primera fase, el sistema ya registra 118 mil 618 centros públicos distribuidos en todo el país. En fases posteriores, se prevé que el SIDECU identifique brechas entre la oferta y la demanda y sirva como base para la expansión del sistema.

El mapa no solo visibiliza los espacios donde se cuida, sino también aquellos territorios donde no se cuida, o donde las redes familiares —principalmente mujeres— siguen siendo el único sostén del bienestar.

El ATSC: cuantificar para reconocer

El Anexo Transversal 31 (ATSC) es el primer intento formal del Estado mexicano por ponerle cifra al cuidado.Se trata de un instrumento presupuestario que no crea nuevos fondos, sino que mapea los recursos ya destinados a programas relacionados con esta labor.

Según Semujeres, el monto cuantificado para 2026 asciende a 466 mil 675 millones de pesos, equivalente al 1.2% del PIB y al 3.97% del gasto programable del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF). El cálculo integra 47 programas de 27 dependencias federales.

Entre los programas “emblema” están la Pensión Mujeres Bienestar, que reconoce el trabajo no remunerado, y los Centros de Cuidado Infantil (CECI), orientados a desfamiliarizar los cuidados y ampliar la cobertura. Ambos concentran el 68% de los recursos identificados en el anexo.

“El ATSC es una herramienta de visibilización, no una bolsa de nuevos recursos. Pero su valor simbólico y técnico es enorme: por primera vez sabemos cuánto invertimos como Estado en sostener la vida” (Citlalli Hernández Mora)

Sin embargo, este presupuesto se encuentra por debajo del estándar recomendado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que ha recomendado que los países destinen entre el 2 y el 3% del PIB a políticas de cuidados para avanzar hacia la igualdad sustantiva. 

Una deuda histórica con las mujeres

El impulso de una Sociedad de Cuidados responde a una deuda acumulada con las mujeres mexicanas. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2024 del INEGI, las mujeres dedican en promedio 41.8 horas semanales al trabajo de cuidados no remunerado, mientras que los hombres dedican 20.2 horas.

Esa brecha de 21.6 horas semanales limita el acceso de las mujeres al empleo formal y a la autonomía económica. Si este trabajo tuviera un valor de mercado, representaría el 26.3% del PIB nacional.

El Sistema Nacional y Progresivo de Cuidados busca revertir esta carga desigual a través de tres principios:

  1. Desfeminizar los cuidados (repartirlos entre mujeres y hombres).
  2. Desfamiliarizar (trasladar parte de la carga al Estado y a las instituciones).
  3. Reconocer y redistribuir el valor del trabajo que sostiene la vida.

Aunque el gobierno presentó los avances como un hito histórico, Citlalli Hernández Mora también ha reconocido límites. En noviembre de 2024 durante el Encuentro Nacional: El Futuro de los cuidados en México admitió que el sistema no estará consolidado al cierre del sexenio.

El desafío es monumental: integrar servicios federales, estatales y municipales, coordinar financiamiento sostenible y transformar la cultura que naturaliza que las mujeres cuiden “por amor”.

En los próximos meses, Semujeres planea instalar mesas intergubernamentales, desarrollar las fases 2 y 3 del SIDECU y diseñar una Estrategia de Transformación Cultural para promover la corresponsabilidad entre Estado, familias, comunidades y sector privado.

En agosto de 2025, el Estado mexicano firmó el Compromiso de Tlatelolco, resultado de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, donde los países se comprometieron a reducir la carga de trabajo doméstico y de cuidados que recae sobre las mujeres.

El lanzamiento del SIDECU y el ATSC coloca a México en sintonía con esa agenda, aunque aún con un déficit de financiamiento y una estructura en construcción.