¿Qué pasa cuando el grooming no sólo lo ejerce un adulto, sino una figura pública con poder y renombre? Esta semana, el cantautor español Alejandro Sanz fue acusado de sostener conversaciones en redes sociales con una fan mientras ella aún era menor de edad. 

Según el testimonio de la denunciante, Alejandro Sanz comenzó a interactuar con Ivet —una fan suya desde antes de cumplir la mayoría de edad—a través de redes sociales. Cuando ella aún era menor, el cantante siguió sus cuentas y comentaba de forma frecuente sus publicaciones.

Cuando existe una diferencia tan marcada de edad y poder, este tipo de acercamientos puede leerse como una forma de vínculo planificado, donde la admiración se convierte en una herramienta de control emocional, como nos había explicado anteriormente Bárbara Sánchez, psicóloga con estudios en género.

Aunque para muchas personas este tipo de gestos podría interpretarse como una muestra de gratitud hacia sus seguidores, la situación cambia al considerar que Alejandro Sanz tenía 49 años de edad y estaba casado, mientras que Ivet apenas cumplía los 18 años cuando ambos sostuvieron un primer encuentro personal.

El grooming es una estrategia de manipulación emocional que utilizan personas adultas para manipular y eventualmente sostener relaciones íntimas con infancias y adolescentes. Esperar a que alguien cumpla la mayoría de edad para sostener relaciones también es una forma grooming.

Según datos del informe anual de la organización “Grooming LATAM”, seis de cada diez  infancias y adolescencias en América Latina han sostenido conversaciones con personas desconocidas a través de redes sociales y juegos online. En España, un informe de Save The Children de 2023 reveló que el 57.4% de las víctimas de grooming en línea son mujeres, el 24.6% entre las edades de 15 a 17 años. 

¿Qué nos dice el caso de Alejandro Sanz sobre el grooming?

En redes sociales, el caso ha generado un intenso debate. Mientras algunas personas aseguran que Ivet no es considerada una víctima porque ya tenía la mayoría de edad cuando comenzó un vínculo íntimo con el cantante, usuarias señalan que vincularse con una joven cuarenta años menor de edad,  creando falsas expectativas afectivas para eventualmente tener relaciones íntimas, es una forma de grooming

Ante la respuesta mediática nos preguntamos, ¿hay historias violencia o casos de abuso menos válidos que otros?

Esta es una conversación urgente: el grooming también ocurre cuando una personalidad del mundo del entretenimiento se aprovecha del fanatismo para condicionar las decisiones de una persona adolescente. En este caso, entre la idealización y la romantización se esconde el poder y el abuso.

Señales para identificar el grooming  y el poder:

  • Existe una intención sexual encubierta:  ocurre cuando el adulto se acerca a una menor de edad sabiendo que por motivos legales no puede tener relaciones íntimas, por lo que crea un vínculo de afecto con la finalidad de sostener un encuentro sexual apenas se cumpla la mayoría de edad.   

  • Se manipula emocionalmente a las infancias y adolescencias: cuando la relación no se da entre iguales, se crea un desbalance de poder en el que las infancias y adolescencias se encuentran en vulnerabilidad, esto no sólo se ve a través de la violencia explícita, también se ve en la constitución de una identidad propia y la toma de decisiones condicionadas por ilusiones y promesas falsas.

  • Se crean relaciones de poder desigual: en el caso de las celebridades y personas públicas, la idealización juega un papel importante en la creación de relaciones desiguales, pues la diferencia de edad y posición socioeconómica hacen que el control resida en ellos.

  • Se crean falsas expectativas: “Me siento engañada, me siento utilizada, me siento humillada”, es la forma en la que Ivet describe su vínculo con el cantante. Las personas que ejercen grooming muchas veces plantean escenarios falsos de amor romántico que son destruídos después de lograr su cometido. 

  • Se disfraza la violencia como romance: aunque no exista una muestra de violencia física explícita, muchas veces el grooming se presenta como la idealización del “amor prohibido” y de la “conexión especial”. Las personas con poder prometen el amor romántico, esta es una forma de abuso emocional que puede crear confusión y dependencia emocional en las víctimas. 

¿Qué contestó Alejandro Sanz?

Este 17 de mayo Alejandro Sanz tomó su cuenta de instagram para desmentir el testimonio de Ivet. A través de una publicación el cantante de 56 años de edad señaló que a pesar de “tener un recuerdo muy bonito de nosotros dos, personas adultas compartiendo su cariño siendo libres”, era una pena que “ese sentimiento se haya roto ahora”.

El cantante lamentó la denuncia y aseguró que la reacción fue consecuencia de negar su participación en negocios familiares de Ivet que previamente había revisado con asesores. “Nunca he sido participe de estas prácticas y así seguiré toda la vida”, concluyó.

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