Las mujeres periodistas de América Latina y el Caribe se enfrentan al machismo fuera y dentro de sus espacios de trabajo. Un reciente informe titulado “#MediosSinViolencia” revela que nuestras colegas de la región se enfrentan a la violencia psicológica, verbal, acoso sexual, malos tratos, entre otros.

Esta investigación documentó que a pesar de las distintas violencias que viven las comunicadoras al interior de las redacciones, el 57% de los medios de comunicación no cuentan con protocolos para atender la violencia de género en sus espacios de trabajo y apenas el 18.5% cuenta con áreas especializadas para la atención de los casos.

El informe está basado en más de 100 encuestas y entrevistas que se hicieron a 95 medios de 14 países de la región y fue elaborado por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad de Argentina, en conjunto con la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC). 

¿Qué encontraron? Que el 75% de las personas encuestadas reconoció que conoce al menos un caso de violencia de género contra las periodistas. 

La investigación también logró documentar 96 casos de violencia; la psicológica y verbal son las más comunes. Estos tipos de violencia se presentan de diversas maneras, desde intimidaciones y amenazas hasta insultos y humillaciones. El acoso sexual también es significativo, afectando al 28% de las encuestadas, mientras que la violencia digital (21%), los malos tratos (19%), la violencia física (12.5%) y la violencia económica (5%) completan el espectro de los abusos reportados.

El documento también revela el sistema de impunidad y misoginia que está presente en los medios de comunicación.

Por ejemplo, solo el 28% de las víctimas de violencia de género en los medios presentan denuncias. Este bajo porcentaje se debe en gran parte al temor a represalias, una realidad confirmada por el hecho de que el 41.5% de quienes denunciaron enfrentaron consecuencias negativas, como despidos, amenazas, reducción de trabajo y solicitudes de renuncia. En los casos denunciados, el 54.5% de los agresores no recibieron sanciones, lo que resalta la falta de medidas efectivas para proteger a las víctimas y castigar a los perpetradores.

“Suele haber una identificación directa del agresor con quien detenta la autoridad del medio o algún tipo de protección por parte de las autoridades. Esta 'protección' hacia el agresor se da incluso cuando las estructuras son horizontales”, señala el informe. 

“Le dijeron al gerente del medio en el que trabajaba que me daba un programa porque se acostaba conmigo, porque era mi amante”, señala una de las periodistas peruanas que participaron en la encuesta.

¿Y quiénes son los agresores en los medios? Los agresores incluyen cargos jerárquicos (49%), colegas de igual rango (27%) y hombres con poder e influencia externos a los medios (9%). 

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La violencia no solo está en las redacciones

Aunque los espacios de trabajo físicos, como redacciones y estudios, son los principales escenarios de violencia con el 48% de los casos, también se registró violencia en entornos digitales, incluidos las redes sociales y el correo electrónico, pues estos medios son responsables del 27% de los casos documentados. Mientras que los ámbitos laborales expandidos, como coberturas y viajes, suman un 9.5%.

En estas entrevistas se recogieron testimonios de colegas periodistas que reconocieron haber sido víctimas de acoso psicológico en redes sociales por compartir información acerca de la violencia contra las mujeres o por sus posturas feministas.

En el ámbito online, los agresores fueron hombres de sectores gubernamental y político (31.5%) y el medio periodístico (22%) fueron señalados como principales agresores. Además, los sectores antigénero, algunos vinculados a la política, representan el 15% de los casos.

Así, este informe pone en evidencia una crisis silenciosa que afecta a las mujeres en los medios de comunicación. La violencia de género en este sector no solo perjudica a las víctimas directas, sino que también socava la integridad y la credibilidad del periodismo en la región. 

Por lo que es importante que los medios de comunicación implementen protocolos efectivos, establezcan áreas especializadas y promuevan una cultura de respeto e igualdad para erradicar esta problemática. 

#MediosSinViolencia también propone un Protocolo de Prevención y Acción ante la Violencia Laboral con Perspectiva de Género y Diversidad con 10 puntos clave que todos los medios de comunicación deberían contemplar:

1) Determinar quiénes serán las personas alcanzadas, tanto agresoras como agredidas.

2) Definir los ámbitos de aplicación espacial; la violencia laboral va mucho más allá del espacio físico de trabajo.

3) Incluir descripción y definición de conductas violentas, tanto tipos como modalidades.

4) Determinar los principios de intervención: las reglas que deben respetarse a lo largo del proceso.

5) Designar a las personas encargadas de intervenir frente al hecho concreto, tanto internas como externas a la organización, cuando corresponda.

6) Establecer las medidas a adoptar: tanto las medidas urgentes necesarias para el cese inmediato de la violencia, como aquellas que se definan como consecuencia de la investigación para la resolución del caso.

7) Asumir la responsabilidad sobre los hechos, sea directa o indirecta, y ofrecer reparar el daño mediante acciones concretas.

8) Prever sanciones y consecuencias para la persona que comete el hecho violento.

9) Generar mecanismos para detectar la existencia de factores de riesgo que pueden contribuir a que se produzcan hechos de violencia y trabajar para mitigarlos.

10) Realizar el seguimiento de los casos y llevar a cabo revisiones que incorporen las experiencias aprendidas.