Samantha Carolina Gomes Fonseca, activista trans, fue asesinada la tarde del pasado domingo 14 de enero mientras viajaba a bordo de un automóvil en la alcaldía Xochimilco de la Ciudad de México. De acuerdo con los primeros reportes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, la activista salía del Reclusorio Sur cuando sujetos armados le dispararon en diversas ocasiones.

La Fiscalía capitalina investiga este crimen bajo el protocolo de feminicidio. De forma extraoficial se dio a conocer que Samantha Fonseca, quien era precandidata al Senado de la República por Morena, había recibido amenazas por parte de internos de la Zona Diamante del Centro Varonil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla en la alcaldía Iztapalapa.

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¿Quién fue Samantha?

Samantha Fonseca era una mujer trans que dedicó su vida a luchar por la igualdad, inclusión y justicia de la comunidad LGBTIQ+ y con participación importante en el Sistema Penitenciario Local, donde impartía talleres, realizaba concursos y eventos en beneficio de las personas privadas de su libertad.

Por su larga trayectoria en la defensa de los derechos humanos, fue condecorada por el Congreso de la Ciudad de México con la “Medalla al Mérito de las y los Defensores de Derechos Humanos 2022” y en noviembre de 2023 solicitó su registro para ser precandidata al Senado de la República por el partido Morena; entre sus propuestas estaban mejores programas sociales, apoyar a las madres solteras, jóvenes y personas microempresarias.

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Horas antes de su asesinato, Samantha Fonseca compartió en redes sociales una invitación a una protesta afuera del Senado de la República por el respeto, visibilidad y reconocimiento de las mujeres trans. Además, el pasado 8 de enero había protestado en la avenida Balderas en la alcaldía Cuauhtémoc por los comentarios del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de la diputada Salma Luévano, a quien llamó “hombre vestido de mujer” por considerarlos discriminatorios.

Foto: Escándala
Foto: Escándala

Violencia contra mujeres trans

De acuerdo con el Trans Murder Monitoring, realizado por la organización intencional Transrespect, México es el segundo país más peligrosos para las personas trans: en 2023 se reportaron 52 asesinatos. Además, durante las primeras dos semanas de enero se han registrado dos agresiones contra mujeres trans y dos transfeminicidios.

El primer caso es el de Gaby Ortiz, localizada sin vida el pasado 6 de enero en un camino rural de Ixmiquilpan, en Hidalgo. Su cuerpo tenía signos de violencia, al respecto Ferrán Baños, presidente del colectivo Existimos señaló que Gaby, quien era conocida por su trabajo como estilista en Ixmiquilpan, recibió amenazas días antes de su muerte y que junto a su cuerpo encontraron un mensaje amenazante.

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Miriam Ríos, activista trans y coordinadora del colectivo Respeto e Igualdad de Género A.C. fue asesinada el 11 de enero en Zamora, Michoacán. Miriam, también fungía como comisionada de Movimiento Ciudadano en el municipio de Jacona, por lo que la Fiscalía del estado inició Carpeta de investigación bajo el Protocolo de Atención de la Violencia Política Contra las Mujeres en Razón de Género, sin embargo, hasta el momento no hay personas detenidas por su transfemincidio.

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El pasado 10 de enero, Nicté Chávez fue agredida físicamente por unos de sus vecinos, en Coacalco, Estado de México. Tras la agresión, la activista trans denunció ante el Ministerio Público, pero que las autoridades no atendieron porque presuntamente no presentaba lesiones visibles. Su agresor, ya había tenido actitudes violentas contra ella y su esposa, por lo que recibió una orden de protección mientras se resuelve su denuncia.

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El último caso es el de Paola Suárez, integrante de "Las Perdidas", quien fue agredida por su prometido, a quien ya denunció ante el Ministerio Público pues los golpes le provocaron lesiones en sus costillas, su nariz y su globo ocular de forma grave.

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Estos son los primeros casos de 2024 conocidos a nivel nacional de violencia transfeminicida y contra mujeres trans del año, sin embargo, al no existir un registro oficial que documente las violencias contra las personas trans no se pueden asegurar sean los únicos.