El panorama electoral de Estados Unidos dio un giro inesperado tras el anuncio de la salida del presidente Joe Biden de la carrera presidencial. En la arena política dos abogadas destacan como figuras poderosas y potenciales candidatas para romper el techo de cristal de la Casa Blanca: Kamala Harris y Michelle Obama

Kamala Harris y Michelle Obama aparecen ahora como posibles candidatas capaces de enfrentar y vencer a Donald Trump, un candidato de derecha conocido por sus posturas racistas y polarizantes. Algunas voces expertas señalan que estas dos mujeres podrían  desafiar la retórica divisiva de Trump, representando además agendas progresistas y enfocada a las juventudes.

“Trump tendrá que enfrentarse a una oponente más joven y progresista, justo en el momento en que el pueblo estadounidense ha dicho en voz alta y clara que está cansado de los mismos viejos hombres y la misma vieja retórica”, señala la analista Frida Gómez en su columna “Tiempo de mujeres: Kamala Harris o Michelle Obama frente a Claudia Sheinbaum”.

Tanto Kamala Harris y Michelle Obama han enfrentado una considerable discriminación y sexismo a lo largo de sus carreras debido a su origen y género. Michelle Obama ha sido objeto de ataques racistas y sexistas. Como la primera Primera Dama afroamericana de Estados Unidos, fue criticada y caricaturizada de manera despectiva en múltiples ocasiones.

Mientras que Kamala Harris, como hija de inmigrantes jamaicanos e indios, ha enfrentado una combinación de racismo y sexismo a lo largo de su carrera política. Durante su campaña vicepresidencial, fue objeto de teorías conspirativas y ataques que cuestionaban su perfil. 

Kamala Harris: De Fiscal General a Vicepresidenta

De padre jamaicano y madre tamil, Harris comenzó su carrera como fiscal de distrito de San Francisco y luego se convirtió en la primera mujer afroamericana en ser elegida Fiscal General de California. 

En 2017, juró su cargo en el Senado de Estados Unidos, donde impulsó leyes para luchar contra el hambre, ofrecer reducción de alquileres, mejorar la atención médica materna, ampliar el acceso a capital para las pequeñas empresas, revitalizar las infraestructuras de Estados Unidos y combatir la crisis climática, de acuerdo con la información del gobierno estadounidense.

En 2020, hizo historia al ser elegida como la primera mujer, la primera mujer negra y la primera persona de ascendencia surasiática en convertirse en vicepresidenta de Estados Unidos

Las polémicas de Harris

También se ha sumado a la lucha de la comunidad LGBTQ+ y en 2022, su imagen ganó popularidad tras recorrer el país en defensa de los derechos reproductivos, después de que el Tribunal Supremo anuló el caso conocido como “Roe vs Wade”, que garantizaba el derecho al aborto en Estados Unidos.

De acuerdo con la revista Time, como senadora, copatrocinó una legislación que prohibiría a los estados imponer restricciones al derecho al aborto y votó en contra de un proyecto de ley que prohibiría los abortos después de las 20 semanas de embarazo. 

Además, a principios de este año, Harris visitó una clínica de Planned Parenthood en Minnesota, “lo que se cree que fue la primera vez que un vicepresidente estadounidense en funciones visitó a un proveedor de abortos”, señala la publicación.

Sin embargo, Kamala Harris ha sido señalada por respaldar las políticas antimigratorias que fueron impulsadas en el país desde la era de Donald Trump para reducir los cruces fronterizos. En 2021, fue criticada por sus declaraciones tras una visita a Guatemala a México, en donde dijo: “quiero ser clara con las personas de esta región que están pensando en hacer ese peligroso viaje a la frontera entre Estados Unidos y México: no vengan. No vengan. Estados Unidos seguirá haciendo cumplir nuestras leyes y asegurando nuestra frontera”.

También ha sido criticada por integrantes de la comunidad LGBTQ+ por respaldar informes legales que buscaban negar la cirugía de reasignación de género a los reclusos transgénero durante su período como fiscal general de California.

Michelle Obama y su popularidad creciente

Aunque Michelle LaVaughn Robinson Obama no ha ocupado un cargo político electo, su influencia y popularidad han sido significativas en el país. Como Primera Dama, se ganó el respeto y la admiración de millones por su trabajo en educación, salud y bienestar.

Cuando Barack Obama estaba en el poder, Michelle Obama se centró en iniciativas clave como "Let’s Move!" para combatir la obesidad infantil y "Reach Higher" para promover la educación superior entre las y los jóvenes. 

Además, su defensa de las familias militares reforzó su reputación como una figura pública comprometida con el bienestar de las y los estadounidenses. Tras dejar la Casa Blanca, Michelle Obama ha continuado su trabajo a través de la Fundación Obama y ha inspirado a millones con su libro Becoming, un relato personal que aborda temas de identidad, éxito y resiliencia, en donde compartió sus posturas sobre el aborto y su matrimonio.

Michelle Obama y el feminismo

Michelle Obama se ha caracterizado por ser una defensora del empoderamiento de las mujeres y las niñas. Ha utilizado su plataforma para abordar temas como la educación de las niñas en todo el mundo, la salud mental y la importancia de las mujeres en el liderazgo.

Michelle ha sido una firme defensora del derecho al aborto y de la salud reproductiva de las mujeres. En su discurso en la Convención Nacional Demócrata de 2016, Michelle Obama afirmó que "para la mujer, el control sobre su propio cuerpo y la igualdad de género están intrínsecamente conectados". También ha apoyado organizaciones como Planned Parenthood, que proporcionan servicios de salud reproductiva y abogan por los derechos de las mujeres a nivel nacional.

La posibilidad de que Kamala Harris o Michelle Obama se conviertan en la primera presidenta de Estados Unidos podría marcar un hito en la historia de EU. Harris, con su experiencia y actual posición en la administración de Biden, está bien posicionada para una posible candidatura presidencial en el futuro. Aunque hasta ahora Michelle Obama no ha expresado su interés en postularse para un cargo político, su popularidad y el respeto que inspira la convierten en una potencial candidata.