¿Alguna vez te has sentido observado en un supermercado ? ¿O ha notado cómo un guardia o un agente de migración detiene a alguien solo por su apariencia o por ser morena, y el pensamiento automático es: “seguro algo hizo ”?
Ese pensamiento, que parece inofensivo, es el centro de la normalización del racismo . En México, muchas personas crecimos bajo la peligrosa narrativa de que “no hay racismo, solo clasismo”. Pero esa idea no solo invisibiliza la raíz racial de las violencias , sino que también las perpetúa .
Para desmantelar esta invisibilidad, la organización RacismoMX creó el Racistómetro , un micrositio que busca nombrar, documentar y visibilizar el racismo que atraviesa nuestra vida cotidiana .
Nombrar la violencia para combatirla
En entrevista con La Cadera de Eva, Emilio Ruiz, adjunto de comunicación en Racismo MX, explica que el Racistómetro nació como una herramienta algorítmica que analizaba palabras racistas en redes sociales, pero pronto evolucionó: hoy es una plataforma que contabiliza casos reales de discriminación racial en México . Su objetivo es mostrar con datos lo que tantas veces se ha negado.
Uno de los fenómenos más reportados es el perfilamiento racial , esa práctica en la que una persona es vigilada, detenida o maltratada por su color de piel o apariencia .
“Se te hace normal que detengan a alguien por ser morena”, dice Ruiz. Y esa normalización —añade— tiene que ver con que “todos crecimos en el mismo sistema racista”, uno que moldea la idea de quién “parece peligroso” y quién no.
Los rostros de la discriminación
El Racistómetro funciona como un espacio abierto para denunciar actos de racismo y discriminación racial en México y Centroamérica. Entre los informes más comunes se encuentran: agresiones verbales, negación de servicios o entrada a lugares, y violencia en escuelas o espacios públicos.
Aunque la mayoría de los reportes provienen de la Ciudad de México —debido a la centralización de servicios y acceso a información—, el racismo documentado refleja un problema estructural que atraviesa todo el país.
Ruiz aclara que el Racistómetro no busca medir la gravedad de las violencias: “ todas siguen siendo violencias”. Su objetivo principal es recolectar datos para visibilizar lo que se suele llamar.
Del reporte a la incidencia política
Reportar un caso en el Racistómetro implica llenar un cuestionario breve, como víctima, testigo o acompañante. A partir de esta información, RacismoMX puede ofrecer acompañamiento jurídico y, sobre todo, usar los datos para incidir en políticas públicas.
Los casos registrados alimentan el Observatorio de Racismo en México y Centroamérica, una iniciativa que busca transformar la evidencia en acción: cambiar leyes, reglamentos y prácticas institucionales que siguen reproduciendo racismo.
“Hace falta cambiar muchas cosas”, recuerda Ruiz.
El Racistómetro es una herramienta abierta: si has vivido o presenciado un acto de racismo, puedes entrar al sitio, llenar el formulario y ser parte del cambio. Nombrar la violencia es el primer paso para erradicarla.