Con la llegada de Donald Trump a la presidencia del país, el gobierno de los Estados Unidos anunció que congelaría por 90 días el financiamiento a países extranjeros a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, conocida como USAID. Marco Rubio, Secretario de Estado del país, anunció la pausa a la asistencia humanitaria en el exterior, sosteniendo que los recursos deben atender a los intereses nacionales. “Estados Unidos primero”.

A excepción de Israel y Egipto, que reciben montos anuales de más de tres mil y mil millones de dólares al año, de acuerdo con un reporte del Congressional Research Service, el resto de países enfrentarán reducciones presupuestales para sostener el funcionamiento de diversas organizaciones, especialmente las relacionadas con el apoyo a proyectos de defensa de los derechos humanos, discapacidad, género y comunidad LGBTQ+, así como la asistencia humanitaria en países como Sudán.

Esto implica la suspensión de programas para combatir enfermedades como el  VIH, el combate contra el hambre y el apoyo a la libertad de expresión. Medios como Factual y refugios como Casa Frida, Refugio LGBT han subrayado que las políticas de Trump ponen en riesgo su existencia, así como la de muchos medios y ONG 's que operan mediante el financiamiento externo.

Entre las consecuencias también se encuentra el recorte de personal, suspensión de proyectos, cierres operativos, búsqueda de alternativas financieras y sobre todo, elimina la posibilidad de que las personas de comunidades vulnerables accedan a estos servicios.

¿Cuándo inició a operar el USAID?

USAID se fundó en 1961 y fue impulsado por el presidente John F. Kennedy con el propósito de gestionar financiamiento a causas sociales de otros países, así como el desarrollo económico, el progreso y la innovación bajo los valores de cooperación y asistencia humanitaria internacional. 

En México, USAID trabaja con organizaciones de la sociedad civil (ONG´s), el sector privado y el gobierno federal desde la década de 1970. La estrategia de cinco años de plazo, Country Development Cooperation Strategy (CDCS) USAID, se propuso fortalecer las relaciones con México en el periodo de 2020 a 2025 en el acuerdo mutuo The U.S.-Mexico Strategic Partnership Advanced through Mutual Security and Prosperity con la La Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID).

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Fuente: Financial Tracking Service

Según Financial Traffic Service, en 2024 el 97.5% del total de financiamiento externo para la crisis humanitaria en México proviene de los Estados Unidos con 95.8 millones de dólares. Entre las principales causas se encuentra educación con el 1.7%, nutrición 1.9%, salud 2.0%, saneamiento del agua e higiene 3.0%, protección y protección infantil 3.8% y multisectores con 84.4%.

Otras intenciones detrás de USAID

Durante el sexenio pasado, de Andrés Manuel López Obrador señaló que la agencia USAID financió a la ONG Mexicanos contra la corrupción y la impunidad (MCCI), que investigó la corrupción durante su mandato. El entonces presidente explicó que este financiamiento era un acto de intervencionismo en contra de la soberanía del país.

El estudio “USA en México: asimetrías entre discurso y realidad”, publicado en la revista Estudios del desarrollo social: Cuba y América Latina sostiene que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional utiliza el financiamiento a países extranjeros como instrumento de dominación, desestabilización y penetración en la sociedad civil. 

En pretexto de la cooperación y el desarrollo internacional, “apoya a la oligarquía en México para beneficiar a empresas transnacionales y al capital estadounidense”, se concluye en el estudio. 

Y es que se ha documentado por la misma USAID que la agencia participó en el financiamiento para reconstruir servicios de infraestructura, salud y educación, después de intervenir militarmente en los conflictos armados de Medio Oriente, como en la guerra de Afganistán e Irán en la década del 2000.