Donald Trump lleva menos de una semana en su nueva era como presidente de Estados Unidos y ya emitió una orden ejecutiva firmada por la Casa Blanca que ha generado controversia y preocupación entre activistas y defensores de los derechos humanos, marcando un retroceso en las políticas de género del país.
La orden titulada "Defendiendo a las Mujeres de la Ideología de Género Extremista y Restaurando la Verdad Biológica en el Gobierno Federal", establece definiciones estrictas de sexo y género basadas en la "verdad biológica", lo que ha sido interpretado como un ataque a la diversidad sexual y a los derechos de las mujeres y las personas de la comunidad LGBTIQ+.
De acuerdo con el documento, el gobierno de Estados Unidos reconocerá únicamente dos sexos, masculino y femenino, basados en la biología y "no cambiables", excluyendo así la noción de identidad de género.
La orden define "mujer" como una "humana femenina adulta" y "hombre" como un "humano masculino adulto". Además, rechaza la "ideología de género" que considera que el género es una "identidad autoevaluada" y que las personas pueden nacer en el cuerpo "equivocado".
¿Cuáles son los cambios que llegan con Donald Trump?
Estas son algunas de las implicaciones que tiene la orden ejecutiva de La Casa Blanca para la administración federal:
Revisión de políticas: las agencias federales deberán usar los términos "sexo", "masculino", "femenino", "hombres", "mujeres", "niños" y "niñas" de acuerdo con las definiciones de la orden.
Documentos de identificación: se realizarán cambios para que los documentos de identificación emitidos por el gobierno reflejen el "sexo" del portador.
Eliminación de la "ideología de género": se eliminarán políticas y documentos que promuevan la "ideología de género" y se cortará la financiación federal de organizaciones que la promuevan.
Acceso a espacios íntimos: se prohibirá que personas que se identifiquen con un género diferente al de su sexo biológico sean alojadas en espacios íntimos como prisiones y refugios.
¿Existe una “verdad biológica"?
Para entender más sobre cómo afectan conceptos que está popularizando Donald Trump como “verdad biológica”, La Cadera de Eva entrevistó a Jair Martínez, coordinador de investigación de la organización Letra S sobre las implicaciones de estas políticas.
Jair Martínez señala que la idea de una "verdad biológica" es un retroceso en el debate feminista sobre la construcción social del género, y podría justificar roles de género desiguales. Según él, la propuesta de Donald Trump no solo promueve una idea binaria de género, sino que invisibiliza a las personas que no se identifican con esta visión.
"Algo que se ha demostrado sobre todo desde los estudios feministas es que no nombrar las diferencias no es que las elimine en la práctica estatal o en la en la lucha por los derechos. Por el contrario, lo que hace no nombrar la diferencia es hacerla invisible ante la mirada crítica y la necesidad de políticas específicas” (Jair Martínez, coordinador de investigación de Letra S. )
Para el especialista, esta propuesta ignora la diversidad de identidades de género y la realidad de personas intersexuales, quienes demuestran que la biología no determina el género, lo que muestra que la orden ejecutiva ignora la evidencia de que los cuerpos no están atados a una naturalidad específica.
Según Martínez, al enfocarse en la idea de eliminar las diferencias de género y raza, el término “ideología de género” puede utilizarse para justificar ataques a otros derechos y avances en materia de derechos humanos, pues invisibiliza las desigualdades y la necesidad de políticas específicas para poblaciones diversas.
"Yo creo que lo que está de por medio detrás de este discurso de la verdad biológica es que se puede producir un discurso de que hay algo que es natural, que es dado y que no se puede cambiar. Esto lo vemos reflejado en discursos machistas que dicen que las mujeres históricamente han ocupado una posición sumisa que es natural” (Jair Martínez, coordinador de investigación Letra S.)
Estas son algunas de las principales preocupaciones de Jair Martínez al respecto:
- Invisibilización de las diferencias: la orden no solo busca erradicar el género como una forma de producir más diferencias, sino que también invisibiliza las relaciones desiguales de poder.
- Reducción de recursos: se espera que esto conlleve una reducción o desaparición de presupuestos destinados a necesidades específicas de la comunidad LGBT, mujeres y personas que viven con VIH.
- Afectación a la salud y derechos reproductivos: la orden podría atentar contra los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, dificultando el acceso al aborto y a la planificación familiar, además de los tratamientos para personas trans.
¿Por qué esto representa un retroceso a nivel global?
Jair Martínez considera que las medidas tomadas por el gobierno de Trump son parte de una tendencia global de conservadurismo y retroceso en derechos, las cuales se han utilizado para justificar ataques contra los derechos de las personas marginadas por su raza y género, lo que ha conducido a un resurgimiento de políticas racistas, sexistas y antimigratorias.
En este sentido, Jair Martínez explica que Trump se suma a una corriente política hiperconservadora, reaccionaria, violenta y masculina. Esto implica que el conservadurismo no es solo una ideología política, sino que también tiene connotaciones sociales y culturales que pueden ser problemáticas.
Esta perspectiva se refleja en la forma en que el Partido Republicano ha evolucionado en los últimos años. Como señala el Real Instituto Elcano, el partido ha abandonado su papel institucional y se ha convertido en un culto a la personalidad que proyecta la voluntad de Trump.
Esto sugiere que la tendencia hacia el conservadurismo hiperconservador y reaccionario no es solo una cuestión de ideología, sino que también está relacionada con la personalidad y el estilo de liderazgo de Trump.
"Me parece sobre todo importante que estemos muy pendientes de cómo se construye este discurso, cuando hablamos de ideología de género nos podemos referir a cualquier cosa y cualquier derecho y progreso en materia de derechos humanos puede ser tachado como tal y entonces se convierte en un objeto de destrucción”. (Jair Martínez, coordinador de investigación Letra S. )
A pesar de este panorama sombrío, Jair Martínez ve en internet y en las redes sociales un espacio de resistencia, donde la información verídica puede circular y contrarrestar la desinformación y los discursos de odio. También destaca la importancia de los medios independientes para cuestionar el discurso oficial y difundir información que no se encuentra en los grandes medios de comunicación.