"¡Saludos! Es su tío Sam y este es el gran juego de Estados Unidos", fueron las palabras del actor Samuel L. Jackson, vestido como el Tío Sam, un personaje emblemático del patriotismo estadounidense. Y con eso, comenzó el show de medio tiempo del Super Bowl LIX a cargo del rapero Kendrick Lamar celebrado en el Superdome de Nueva Orleans entre los Kansas City Chiefs y los Philandephia Eagles.
¿Qué hizo que esta actuación fuera tan especial? Para empezar Kendrick Lamar honró la historia negra y la resistencia política en un mes muy significativo: febrero, el mes de la historia negra en Estados Unidos y claro un golpe decisivo en su actual disputa de rap con Drake. Aquí te contamos lo que hay detrás del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LIX.
Mensajes políticos
Desde el inicio del espectáculo Kendrick Lamar dejó claro que su presentación no sería un simple show musical, sino una declaración artística. El actor Samuel L. Jackson sorprendió a los asistentes al aparecer vestido como el Tío Sam, introduciendo al rapero con un discurso sobre la cultura y la resistencia afroamericana.
La elección de Jackson como presentador no fue casual, ya que el Tío Sam es un símbolo de la identidad estadounidense y el patriotismo. Sin embargo, Lamar utilizó esta imagen para subvertir la narrativa tradicional de la identidad estadounidense y destacar la experiencia de las y los afroamericanos en el país.
La presencia de Jackson como Tío Sam también sirvió para resaltar la ironía de la situación, ya que un hombre negro estaba interpretando a un símbolo de la identidad estadounidense que históricamente ha sido asociado con la opresión y la marginación de las y los afroamericanos.
Esto fue muy significativo, pues Donald Trump se encontraba dentro de los asistentes al show de medio tiempo del Super Bowl. Aunque Kendrick no hizo ninguna referencia directa al presidente de los Estados Unidos, sino que utilizó la plataforma para ofrecer una crítica más simbólica sobre la lucha racial y la justicia social.
En un momento del show, los bailarines vestidos de rojo, blanco y azul formaron una bandera estadounidense, pero con un giro: la bandera estaba invertida, un claro mensaje de que la experiencia de las y los afroamericanos en Estados Unidos es diferente a la de los estadounidenses blancos, y que la bandera que supuestamente representa la libertad y la justicia para todos no siempre ha sido un símbolo de igualdad para todas las personas.
“No, no, no, no, noooo. Demasiado ruidoso, demasiado imprudente, demasiado gueto. Sr. Lamar, ¿realmente sabe cómo jugar el juego? Entonces, póngase cómodo”, bromeó Samuel Jackson durante el show.
Palestina Libre
Hablando de banderas otro simbolismo destacado fue la presencia de una bandera palestina en el escenario. Un manifestante desplegó una bandera, con los colores de Palestina, en apoyo de Gaza y Sudán durante la actuación, algo que la productora Roc Nation, dijo a la agencia de noticias AFP, no fue ensayado.
“El individuo escondió el objeto en su persona y lo reveló al final del espectáculo”, dijo la NFL, que agregó que el manifestante era parte del elenco de 400 miembros del campo.
Aunque la inclusión de la bandera palestina no fue planeada, verla desplegada en el show del medio tiempo, uno de los espectáculos más vistos a nivel mundial fue un claro mensaje de solidaridad con los pueblos oprimidos y marginados en todo el mundo, y un recordatorio de que la lucha por la justicia y la igualdad no es solo una cuestión estadounidense, sino una cuestión global.
Tiradera a Drake
El momento más destacado de la noche fue, sin duda, la interpretación de Kendrick Lamar de la canción Not Like Us, una crítica directa y contundente al rapero canadiense Drake. La canción había generado una gran controversia previamente, llegando incluso a desencadenar una disputa legal entre los dos artistas.
Drake, junto con su disquera Universal Music Group, había presentado una demanda por difamación y acoso, alegando que la canción había puesto en peligro su seguridad y bienestar. La tensión entre los dos raperos era palpable, y la interpretación de Not Like Us en el Super Bowl LIX solo sirvió para avivar la rivalidad entre ellos.
Una de las sorpresas durante la interpretación de Not Like Us fue la presencia de la extenista Serena Williams, nacida en Compton, la ciudad natal de Lamar. Williams hizo un cameo bailando con un atuendo de tenis azul y blanco mientras el rapero decía: "Desde Alondra hasta Central, mejor no hables de Serena".
El baile de la tenista conocido como "Crip Walk", tiene una connotación de apoyo a la pandilla de Crips de Compton y sus afiliados, y su origen se remonta a los años 70 en el sur de California, específicamente en la ciudad de Compton.
El Crip Walk es un baile que se caracteriza por movimientos rápidos y sincronizados, y se ha convertido en un símbolo de la cultura hip-hop y de la identidad de la comunidad afroamericana en Compton, por lo que la presencia de Serena en el escenario sirvió como un poderoso símbolo, celebrando tanto sus raíces como la victoria de Kendrick Lamar en su disputa con Drake.
Pero no sólo fue Not Like Us, la actuación de Lamar en el medio tiempo del Super Bowl contenía mucho más que solo algunos sutiles comentarios hacia Drake. El rapero hizo un popurrí de sus éxitos, incluyendo wacced out murals, Bodies, squabble up, Humble, DNA, luther, All the Stars y tv off.