¿Resolver o no resolver? Una de las conversaciones más necesarias ha surgido en el internet y está cambiando la perspectiva de las relaciones sexoafectivas; las mujeres desean que sus lazos afectivos “resuelvan”. La pregunta es, ¿resolver qué cosa y cómo?
Alrededor del debate existen múltiples posturas que han tergiversado el significado de esta palabra. Por un lado, muchas personas han evidenciado un problema importante de machismo señalando que las mujeres modernas sólo quieren que se les resuelva la vida o recibir dinero sin ofrecer nada a cambio.
Su contraparte son las personas que defienden esta práctica como parte de la funcionalidad de una relación, sin embargo, el significado es ambiguo pues mientras creadoras de contenido abordan la idea de "la mujer de alto valor" y otras refieren que resolver es un requisito necesario antes de iniciar una relación.
Ahora bien, con este panorama -confuso- y la ola de memes en redes sobre: "No sé, resuelve", sólo queda darle un nombre real a esta práctica y definirla de manera certera: Responsabilidad afectiva.
¿Qué significa resolver en una relación?
Resolver no es más que ejercer responsabilidad afectiva sin necesidad de pedirlo. Es un acto que nace desde los afectos y que tiene por objetivo cuidar o hacer sentir mejor a nuestra pareja.
Esta clase de cuidados no tiene una relación directa con lo monetario, ni tampoco es una exigencia para que todo quede resuelto. El "resolver" se ejerce aún en las cotidianidades más pequeñas como por ejemplo, cuando tu pareja refiere que tuvo un día difícil en el trabajo y sólo quiere volver a casa, los cuidados aparecen cuando se toma la iniciativa de recogerle en la estación para hacerle sentir acompañadx, preparar un plan que le haga sentir apreciadx o bien, pedirle un taxi a casa.
"Resolver" no es una manda, sino la iniciativa de prever, proteger y cuidar, siendo esto, uno de los deberes principales para comenzar a practicar la responsabilidad afectiva en nuestras relaciones.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la responsabilidad afectiva es hacernos cargo de nuestras propias acciones, trabajar en nosotres mismes y cuestionar si la manera en que demostramos amor hace sentir mal a nuestra pareja / amistades. Precisamente sobre esto se sostiene el "resolver": Reconocer si los afectos que doy hacen sentir valorada, cuidada, acompañada y protegida a mi pareja.
¿Sabías que la responsabilidad afectiva también se trata de ejercer el autocuidado? Te explicamos más a continuación sobre cómo poder mejorar nuestra responsabilidad afectiva en nuestro glosario feminista:
En esta misma línea sobre proteger y procurar el bienestar, se relaciona con otro término importante que no debemos dejar fuera: los cuidados pasivos.
Cuidar, procurar y acompañar
La práctica de "resolver" no es algo que haya nacido en tiempos recientes o que se trate algo de las generaciones más jóvenes, en realidad, "resolver" es algo que las mujeres han hecho a lo largo de la historia; la mujer resuelve los recordatorios del hogar, recoge las corbatas de la tintorería, prepara la comida favorita de su pareja, procura su lunch, su salud, programa citas médicas, presta atención a que su alimentación sea balanceada y en algunas ocasiones, hasta le resuelve a su pareja cuestiones como comprar los regalos del intercambio navideño de la oficina o de un cumpleaños familiar que olvidó.
En La Cadera de Eva entrevistamos a la doctora Verónica Montes de Oca, investigadora titular del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM sobre esta carga mental y la urgencia de comenzar a involucrar a los hombres en los cuidados; esto se trata de una deuda histórica. Las mujeres son merecedoras de cuidados, empatía y afectos.
“Existe un fenómeno interesante y es cómo los hombres difícilmente realizan los cuidados pasivos, mientras tú estás pensando en las tareas del día siguiente y el lonche de tus hijes, ellos duermen, ¿te das cuenta? Ellos no se despiertan en la noche pensando si la colegiatura se pagó, si hay despensa suficiente, si hay suficiente comida para el desayuno de la mañana. Entonces, como es necesario que alguien tenga que hacerlo y los hombres no lo hacen, las mujeres se ven forzadas a tomar partida de este trabajo”, señala Verónica Montes de Oca.
Lee esta entrevista completa en “Preocupaciones y recordatorios mentales: ¿qué son los cuidados pasivos?
Todas estas acciones son resolver y aligerar la carga mental de la pareja; acciones que sostienen las mujeres y que nacen desde la iniciativa. Ahora con este nuevo debate, se ha evidenciado la falta de estos cuidados en las relaciones afectivas y una falta de reciprocidad muy grande.
Un hombre que resuelve no es aquel que da dinero -como se ha tergiversado-, sino aquel que se muestra empático ante tus necesidades, busca soluciones, se involucra de manera activa en el trabajo del hogar, no necesita que se le recuerden sus tareas, se mantiene atento a tus necesidades emocionales, está abierto a dialogar y buscar herramientas afectivas para hacerte sentir apreciada.
¿Y por dónde empezar a resolver? Primero, reconociendo los cuidados "resolvedores" que las mujeres siempre han ejercido en las relaciones y posteriormente, preguntando a tu pareja qué la haría sentir cuidada; la iniciativa nace desde los afectos y el respeto, nunca como una obligación.