Tras la comparecencia de México ante el Comité de la CEDAW, la Red Nacional de Refugios (RNR) publicó un posicionamiento en el que denuncia el incumplimiento de compromisos internacionales, la falta de escucha real y los retrocesos presupuestales en la atención a mujeres víctimas de violencias

La RNR documentó que desde 1998, México ha recibido 209 recomendaciones por parte del Comité. Hoy, el 70% de esas siguen sin cumplirse. Y mientras el gobierno presume avances, los refugios operan con menos recursos, sin certezas y sin ser tomados en cuenta.

Aunque durante las audiencias de este 17 y 18 de junio el gobierno aseguró que no ha habido recortes al Programa de Refugios, la realidad es otra. La RNR, junto con Fundar, documentó reducciones en 2019, 2021 y 2022, estancamiento en 2023 y 2024, y ahora un recorte real del 4.3% para 2025, lo que representa 21.8 millones de pesos menos que en 2023. 

Según la RNR, esto significa que los refugios operarán este año con recursos similares a los de 2022, sin que se reconozca públicamente esta caída en la asignación.

Además, la primera entrega del presupuesto federal 2025 se realizó apenas el 18 de junio, lo que representa un retraso de casi seis meses. De los 100 proyectos que se mencionaron en la audiencia del 17 de junio como parte del Programa de Refugios, solo el 60% de aquellos operados por organizaciones civiles han recibido recursos.

“La violencia machista no espera. La garantía de derechos no puede depender del calendario político ni de la voluntad sexenal”, denunció la organización.

Otro punto de preocupación destacado en el documento es la elaboración de un nuevo manual de operación para refugios y albergues. La RNR, que ha sido coautora del modelo oficial vigente y cuenta con más de 25 años de experiencia en la atención de mujeres en situación de violencia, afirma no haber sido convocada ni informada sobre el contenido o el proceso de diseño de dicho manual.

En ese sentido, la RNR solicitó a la Secretaría de las Mujeres que transparente la información relacionada con este documento y que se garantice la participación activa de las organizaciones que trabajan directamente en territorio.

La Red Nacional de Refugios lanza una lista clara de exigencias a las autoridades:

  • Liberación inmediata del presupuesto completo a refugios y centros de atención externa.
  • Pago íntegro de honorarios a las trabajadoras que sostienen los espacios de protección.
  • Transparencia y diálogo efectivo sobre el nuevo manual de operación.
  • Mesas de trabajo con organizaciones civiles, con voz real, horizontalidad y decisiones vinculantes.
  • Establecer los refugios como una política de Estado con financiamiento progresivo, no dependiente de voluntades políticas ni sexenios.

En palabras de su directora, Wendy Figueroa Morales, la Red Nacional de Refugios reiteró su compromiso con la justicia, la dignidad y la vida de las mujeres en México. “Seguiremos participando de manera crítica, activa y propositiva en los mecanismos internacionales de derechos humanos. Las organizaciones de la sociedad civil no solo somos observadoras: somos actoras fundamentales”.