Tal vez también te pasó: crecer viendo a una tía que “se tenía que cuidar el azúcar”, a la abuela que escondía los dulces para no tentarse. O quizá recuerdas a tu mamá pinchándose el dedo en silencio antes de la comida, como si vigilar su glucosa fuera parte natural de ser mujer y adulta en México.

Estas escenas familiares parecen pequeñas, pero cuentan una historia mayor: la diabetes ha marcado la vida de muchas de las mujeres que nos criaron y sostuvieron. Y, sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar por qué son ellas, más que ellos, quienes cargan con el peso físico, emocional y social de esta enfermedad.

¿Por qué la diabetes afecta más a las mujeres mexicanas?

En México, las enfermedades crónicas como la diabetes representan un enorme reto para la salud pública. Según el INEGI, en 2021 la diabetes fue responsable del 13% de todas las defunciones (140,729 muertes) en el país. De ese total, el 49% de las muertes fueron mujeres (69 mil 396 mujeres). 

Además, la tasa nacional de mortalidad por diabetes fue de 11.0 por cada 10 mil habitantes, según el mismo reporte del INEGI.

En el Día Mundial de la Diabetes queremos entender por qué esta enfermedad afecta de manera desproporcionada a las mujeres mexicanas y qué dicen la ciencia, las desigualdades y las especialistas al respecto.

Una enfermedad común, pero con un impacto desigual

Según las cifras preliminares de las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) 2025 del INEGI, de enero a marzo de ese año se registraron 15 mil ,218 defunciones de mujeres a causa de la diabetes mellitus.

La diabetes fue la segunda causa principal de muerte entre mujeres, solo por debajo de las enfermedades del corazón (con 23 mil 903 defunciones femeninas en ese mismo periodo).

Esta carga no es nueva: año tras año, la diabetes se mantiene entre las principales causas de muerte de las mujeres en México. Y las tendencias de obesidad y sobrepeso explican parte del panorama.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua (ENSANUT) 2020–2023, la prevalencia de obesidad en adultos es de 37.1%, pero es mucho más alta en mujeres (41%) que en hombres (33%). Además, la encuesta estima que 18% de la población adulta mexicana vive con diabetes. Estas cifras no son solo números: son historias familiares repetidas.

¿Por qué las mujeres son más propensas a enfermarse de diabetes

En entrevista para La Cadera de Eva, la nutrióloga y educadora en diabetes Mónica Hurtado González, gerente académica en la Federación Mexicana de Diabetes, explica que las mujeres enfrentan una doble desventaja: biológica y reproductiva.

El embarazo implica un riesgo mayor de diabetes gestacional, especialmente si hay antecedentes familiares o sobrepeso.

Si después del embarazo no hay una pérdida de peso adecuada o seguimiento, el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 aumenta significativamente.

Los hombres tienen mayor masa muscular, lo que facilita la regulación de la glucosa. 

Las mujeres, en promedio, tienen más grasa corporal y menos músculo, lo que las vuelve más propensas a desarrollar resistencia a la insulina incluso con pequeños incrementos de peso.

El trabajo de cuidados: la raíz invisible del problema

La desigualdad no es solo biológica: es profundamente estructural. En México, la carga de cuidados —hijas, hijos, personas enfermas, personas mayores— recae desproporcionadamente en las mujeres.

Según la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2024 del INEGI, las mujeres destinan 64.8% de su tiempo al trabajo no remunerado.Además, el 66.8% del tiempo total de trabajo femenino (remunerado y no remunerado) está dedicado a labores no remuneradas.

Esto significa que muchas mujeres no tienen “tiempo libre” para autocuidarse: entre la jornada laboral, el hogar y el cuidado de otras personas, a su propia salud le cuesta espacio.

Hurtado agrega que, según datos del INEGI, el 13.22% de las mujeres mayores de 20 años tienen diagnóstico de diabetes, pero detrás de ese diagnóstico suele haber de tres a cinco años previos de prediabetes o resistencia a la insulina no detectados.

Prevención sin culpa: otro enfoque es posible

Aunque la diabetes es una de las principales causas de muerte y discapacidad en México —relacionada con enfermedades renales, amputaciones, ceguera y complicaciones cardiovasculares—, el sistema de salud sigue sin estar preparado para la magnitud del problema. Y mucho menos, para enfrentarlo con perspectiva de género.

La especialista señala que se necesita: educación en diabetes sin estigmas, protocolos que incluyan las características del cuerpo femenino, atención emocional desde el diagnóstico, y políticas públicas sensibles al rol de los cuidados.

Además, menciona que la narrativa clásica de “cuídate para no enfermar” tiende a culpabilizar a las personas, especialmente a las mujeres, que ya viven bajo presión, por lo que propone un enfoque distinto:

  • Alimentación equilibrada sin rigidez.
  • Actividad física como bienestar, no como castigo.
  • Acompañamiento emocional desde el diagnóstico.

“Lo más importante para las mujeres es esta consideración emocional, entender que viven con estrés, que tienen un trabajo, pero que aun así quieren cuidar su cuerpo. Lo que piden es una escucha activa de su profesional de la salud” (Mónica Hurtado González)

Si tienes factores de riesgo —como antecedentes familiares, haber tenido diabetes gestacional o presentar sobrepeso—, las especialistas recomiendan realizar estudios de glucosa desde los 20 años.

Reconocer que la diabetes no es solo un tema médico, sino un tema de desigualdad estructural, es el primer paso para transformar la historia que hemos visto repetirse en nuestras familias.

Recuerda: el autocuidado no debe ser una obligación más, sino un derecho.